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Del empacho a la vomitona.
Una vez pasadas las fiestas navideñas, una vez olvidadas esas comilonas con obscenas cantidades de comida, las diarreas por la falta de costumbre de ingerir cada uno de los interminables platos que le ponen a uno por delante, la falta de sueño por las horas intempestivas a las que uno se ha acostado teniendo que trabajar al día siguiente y una vez superado el coñazo que supone tener que compartir por imposición familiar alguna que otra noche en la que me hubiera quedado en mi casa, he de decir que ya estoy preparado para volver... De nuevo.
Voy algo tarde, pero como aún no había hecho ninguna valoración al respecto, pues la hago ahora que me viene bien. Me refiero al nuevo gobierno de la nación que, como cualquier gobierno que se precie, rompe sus promesas electorales nada más poner un pie en el despacho. Según el programa electoral del señor Rajoy, no iban a subir los impuestos. Primera mentira. Según don Mariano, el primer objetivo era que iban a crear empleo a raudales. Segunda mentira. Y esperemos que no nos suban el IVA, igual que han hecho con el IRPF.
La primera Mentira. Según la señora vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la subida de los impuestos, la segunda mayor de la historia reciente de nuestro país, viene dada (¡¡Oh, sorpresa!!) por lo que se han encontrado cuando han llegado a sus despachos. Defiende la señora en cuestión, así como el señor Rajoy y sus ministros encargados de la economía del país, que el gobierno de Zapatero (¿donde habrá ido a parar este hombre?) no les pasó las cuentas claras y que se han encontrado con un pastel de mierda mucho mayor de lo que se esperaban.
¡¡Vaya hombre!! Qué curioso que siempre pasa lo mismo cuando alguien accede al poder. Siempre es culpa de los demás. Ellos no sabían nada porque los otros les engañaron. Pobretes... Si en el fondo los populares son buena gente que quiere ayudarnos a todos y los malos son los del PSOE, que no hacen más que engañar y manipular para perjudicarles.
Demoledor Video Denuncia: El PP y la subida de los impuestos. Pruebas de lo dicho antes y después de acceder al poder
A este tema de la subida de impuestos hay que sumarle el mayor recorte de la historia democrática de Ejpaña en materia de gasto público. Todo así, sin avisar, de golpe y sin vaselina. ¡¡Bravo!!
Claro, luego miras un poco y ves que muchos analistas económicos internacionales ya venían advirtiendo desde hace meses que Ejpaña no iba a poder reducir el déficit público del 9'2% al 6% en el 2012, como aseguraba el señor Rajoy. Así pues, una vez en la Moncloa, al gobierno no le ha quedado otra alternativa que admitir que en lugar del 6%, este año se cerrará con un déficit del 8%. Eso sí, la culpa es del gobierno saliente que no les dió los números reales. ¡¡Chúpate esa, María Teresa!! Pero no pasa nada porque los señores del PP ya tienen lo que querían, que era sentarse en el despacho grande de la Nación. Todo lo demás es secundario.
Y no sólo tienen la culpa los señores del gobierno Zapatero (que no son ningunos santitos, todo sea dicho. Lloremos recordando juntos ese discurso del señor Rubalcaba en las elecciones con aquello de que sabía cómo salir de la crisis), sino que las autonomías también se llevan su correspondiente "zumo de palo". Según el señor Cristóbal Montoro, ministro de "Hacienda somos todos" (Un chiste fácil: Unos más que otros y si no que se lo pregunten a Jaume Matas, a Francisco Correa o a Urdangarín), la culpa del enorme endeudamiento del estado es de las autonomías.
Y se queda tan ancho... Lo que no dice es que durante años se ha llevado a cabo una práctica más que vergonzosa como la de delegar en las comunidades autónomas los servicios más caros de mantener, como puede ser el servicio sanitario, sin que hayan recibido bonificación a cambio por aliviar al estado de ello.
Claro que ni las autonomías ni el gobierno central han hecho bien las cosas durante los tiempos de bonanza. Unos con cagadas tan monumentales como el aeropuerto de Castellón, a mi entender una oda a la especulación más salvaje, que ha multiplicado su presupuesto inicial varias veces y que ni siquiera tiene la licencia para que pueda alvergar tráfico aéreo. Y otros con estupideces como el AVE, con esas estaciones en tierra de nadie, como la de Requena, una estación que costó sobre los 12 millones de euros, que está a 1km de distancia de la localidad más cercana, entre viñas y tierras desiertas, la cual un año después de su inauguración sólo la usan 50 personas al día. Eso es lo que yo llamo viabilidad de la buena.
Y ahora todo vale. ¿Hay que reducir el déficit? Pues recortamos indiscriminadamente la sanidad, la educación y todo lo que sea susceptible de ser recortado. ¿Que la Generalitat de Catalunya le está pagando 5.500€ mensuales a un tipo para que dirija un museo que ni siquiera está construído? No pasa nada. Se despide a los docentes que no tengan plaza fija en un instituto y ya está. Y así hasta el infinito y más allá.
Así que, después de todas las estúpidas comidas y cenas de Navidad, me váis a disculpar que vaya a vomitar todo lo comido. Y no porque no me haya gustado algo de lo ingerido, sino porque el mundo sigue igual o peor que en 2011 y lo que aún nos queda por ver. ¡¡Viva Ejpaña y feliz año, coño!!
Como dice René, ese filósofo particular que tenemos la suerte de leer en CeC, aquí uno puede hablar de lo que quiera y expresar lo que desée, siempre y cuando haya una argumentación detrás que sostenga su opinión.
Es muy cierto que a veces mis discursos rozan el populismo. Tanto como que en mi perfil de colaborador ocasional en esta web, digo que soy un ignorante que habla de lo primero que se le viene a la mente. ¿Qué puedo decir? Los ignorantes somos así.
Probablemente no sepa de política, economía, arte o de cualquier cosa de la que otros sabrán un mundo. Lo que sí tengo, a falta de conocimiento, querida Luna, es la decencia suficiente para quejarme y decir lo que siento sin temor a que gente como tú me censure. Puedes estar en desacuerdo conmigo, ¡sólo faltaba! Pero dime el porqué de esa otra opinión tuya. Porque con desprecios como los tuyos, no hago sino animarme a seguir tocándole los "güebos" (mira qué chulo soy) a quienes, como tú, no son capaces de argumentar lo que escupen. Y es que, aunque no te lo creas, contra más me escupas, más cachondo me pongo.
Gracias por tu triste aportación y recibe un golpe de pene en tu cara de mi parte. Con todo mi cariño... Suao.