Image by Víctor Ferrer via Flickr
En Francia hay HUELGA GENERAL. Sí, así, con mayúsculas. Y va con mayúsculas porque eso que en nuestro país se vino a bien llamar huelga general... digamos que no fue lo mismo. Admitámoslo, lo nuestro fue un "cagarcio". La principal diferencia es que en Francia, antes de que se apruebe la reforma de las pensiones y de que le toquen el dinerete a los trabajadores, los sindicatos se juntan, hacen piña y actúan nada más proponerse dicha reforma. Aquí, en esta nuestra España, somos tan inútiles, que esperamos a que la reforma esté aprobada para quejarnos. ¿Qué hacían los líderes sindicales el verano pasado (sí, ya ha pasado, por si alguien no notó el fresquito) mientras ZP y Corbacho hacían de las suyas? Pues seguramente estarían en alguna playa, intentando desestresarse de las laaaaaargas horas de trabajo que han quemado durante todo el año. La verdad es que no sé por qué me sorprendo. En este pais siempre lo hemos hecho todo al revés. ¿Que queremos fomentar el empleo? Pues abaratamos el despido. ¿Que queremos salvar a la banca? Pues le damos a bancos y cajas el dinero de los contribuyentes. ¿Que queremos aparecer en el mapamundi? Pues nos metemos en una guerra que ni nos va, ni nos viene...
A veces me pregunto si nuestros políticos llegan a recordar que son un elemento al servicio de los ciudadanos. Porque, sinceramente, si quieres fomentar el empleo, ¿no sería más fácil facilitar fiscalmente la incorporación de trabajadores a las empresas? Si quieres salvar a la banca, ¿no sería más fácil crear un organismo de control, para que ate en corto a los bancos y cajas, de forma que no "sangren" al personal como lo han hecho hasta hoy? Se les han dado algunos cuantos miles de millones del dinero de nuestros impuestos. Muy bien, ¿pero los tendrán que devolver o se los hemos dado porque son gente muy maja? Si el 90% de un pais te dice que no quiere ir a la guerra, ¿Manolete, pa' qué te metes? Estas y tantas otras preguntas me vienen a la cabeza...
Pero a lo que iba. Resulta que mientras leo las noticias sobre la HUELGA GENERAL en Francia, siento una especie de vergüenza por vivir en el pais que vivo, viendo cómo los franceses se unen y hacen fuerza común para que no se apruebe la reforma de las pensiones. Los trabajadores de todos los sectores participan de la protesta y se crea el gran caos. Los del sector petrolero son los que más guerra están dando, junto con los estudiantes. Pero es que en los próximos días se unen los camioneros, los trabajadores ferroviarios y portuarios. Por lo visto, piensan estar así hasta que el gobierno de su pais ceda en su intento de prolongar la edad de jubilación, se pare el pais el tiempo que se pare, aun a riesgo de dejar al pais entero sin combustibles.
¿Qué tuvimos aquí? A cuatro idiotas haciendo de "piquetes informativos" (qué cínica esa expresión), que provocaban que las tiendas cerrasen la persiana, pero que cuando pasaban de largo, aquéllas volvían a abrir. Y es que no son tiempos para huelgas, reconozcámoslo. Bueno, aquí en España nunca es tiempo de nada. Somos el pais del "Siempre sa' hecho así". ¿Por qué prohibir el Toro de la Vega, si es una tradición? ¿Por qué pedir explicaciones a la CEOE, si no vas a ganar nada? ¿Por qué disolver la monarquía, si son muy campechanos? Y es que es muy español eso de no cambiar de costumbres. Bueno, esto no es del todo correcto, porque una cosa sí que ha cambiado: que a los "piquetes" ya no se les tiene el mismo respeto que antes. Recuerdo otras huelgas en las que los comerciantes no abrían sus tiendas por miedo a que se las destrozasen.
Y es que hay algo que tenemos que reconocer: estamos tan acojonados que ya no servimos ni para poner en jaque a un gobierno. Estamos tan ensimismados con la nariz mal retocada de la Esteban, que no somos capaces de plantarnos cuanto tiempo sea necesario para defender lo nuestro. ¿Cómo es posible que a los sindicatos se les ocurra la "genial" idea de parar toda actividad ¡¡¡un sólo día!!!? ¿Así pretendían revocar una ley ya aprobada? Mucho me temo que no era esa su intención. Seguramente se dieron cuenta de que mientras estaban en la playa, tomando el sol, disfrutando de unas "merecidas" vacaciones, el gobierno se la había metido hasta la próstata, y lo mejor era disimular, haciéndose el activista para que nadie pudiera reprocharles nada. Pero no funcionó como esperaban... O quizás sí... Porque unos ciudadanos, hasta los mismísimos cojones de todo, abrieron sus comercios y otros, tambien con una buena hinchazón genital, aprovecharon su "día libre" para hacer la compra. Eso es carácter español, sí señor.
Y mientras tanto, el gobierno partiéndose el culo de nosotros, la oposición se ríe más aún de nosotros, los medios frotándose las manos con los mineros chilenos y nosotros esperando a que saquen la peli sobre su experiencia, porque con la del vuelo estrellado de Spanair y la del Alakrana, no hemos tenido bastante ración de desgracia ajena. Y es que al final va a tener razón Hovik, buen boxeador y mejor monologuista, cuando dice que sufrimos esa enfermedad que se llama "Vivamos la vida de los demás, porque no tengo cojones ni sangre para vivir la mía. Y como no tengo cojones, te jodo a ti, te jodo a ti y te jodo a ti". Así nos va, amigos.