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Cuando el 23 de agosto del año 476, el hérulo Odoacro, jefe de los mercenarios del Imperio, depone a Rómulo Augusto, el Imperio Occidental romano deja de existir, desde este momento y durante siglos se escuchará y repetirá el eco de las palabras MUNDUS SENESCIT (el mundo terminó). Jamás ha habido en la historia una época en la que podamos afirmar tan rotundamente las palabras MUNDUS ECONOMICUS SENESCIT ("el mundo económico terminó").
Traduciendo estas palabras a la actual relación trabajo y ser humano, podemos afirmar que esta se ha roto, que ha fallecido, el actual sistema económico que nos ha regido durante varios siglos, el capitalismo, ha acabado con él. Nunca la ejecución del desarrollo sostenible de los medios de producción (o sea de lo que llamamos trabajo) se había roto, pero actualmente esta no existe porque el capitalismo como sistema lo ha extinguido.
Hasta no hace muchos años las grandes crisis y Guerras Mundiales precedían los grandes avances en la producción y a su vez el desarrollo del trabajo, pero a lo largo del siglo XX el modelo económico capitalista se ha ido haciendo tan bestial hasta hacerse insostenible, esto quiere decir exactamente, que este es capaz de esquilmar y sacar absolutamente todos los recursos de la tierra fácilmente y sin necesidad de más mano de obra, sino al contrario, prescindiendo cada vez más de ella. Esta relación de sostenimiento de los recursos y la capacidad de explotarlos mediante el trabajo ya no existe, por el simple hecho de que la tierra está ya completamente explotada, y es un simple juguete en manos de las multinacionales. Desde la época de las cavernas el ser humano ha ido desarrollando medios de producción básicos y sostenibles para sus necesidades, pesca, caza, agricultura, ropa, transporte, manufacturas etc. se efectuaban mediante el trabajo de las personas, mientras que actualmente podemos constatar que todas estas necesidades básicas están en un mundo hiperdesarrollado y sobreexplotado; la enorme bestia de desarrollo capitalista se ha hecho autosuficiente y no necesita más trabajadores sino al contrario, produce más y mejor con cada vez menos trabajadores. Se ha hecho más efectiva, pues su único fin es llegar a una máxima producción con los menos gastos posibles, su poder hoy en día es tan bestial que podemos afirmar que ya no necesita de las personas para producir, lo que se traduce en que la palabra TRABAJO tal y como la hemos conocido hasta siempre, está a punto de desaparecer para la gran mayoría de los seres humanos.
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Hoy en día solo podemos hablar ya de un nuevo concepto de la palabra trabajo y es REPARTO DEL TRABAJO, lo que significa en la práctica trabajo temporal o sea tareas de trabajo repartidas a ratos entre varias personas. Esto es el fin, es fácilmente constatable, a partir de ahora nunca habrá otra vez esta antigua relación, a no ser que haya una nueva relación del trabajador y la producción de los recursos. Obviamente el mundo continua e igualmente el desarrollo tecnológico apunta al infinito, y para este necesitaremos un mundo laboral de profesiones cada vez mas técnicas y específicas que desarrollen este nuevo mundo que está naciendo, pero esto no significará que este vaya a cubrir las necesidades de trabajo de los cada vez más millones de personas, sino que será un cambio gradual en el mercado laboral que requerirá solamente de algunos, es mas para dar trabajo técnico de futuro a todo el mundo primero tendríamos que sacarlos de la miseria y darles pan y vivienda, logrado esto, pasaríamos a darles formación y universidades gratis. Ni lo uno ni lo otro de momento está cerca de solucionarse, por lo tanto, los cada vez más pobres seres humanos no tendrán acceso a los nuevos retos de futuro, condenándolos como siempre a ser un lastre y vivir en el subdesarrollo, ¿si no somos capaces ni de dar pan a sus bocas como los vamos a formar como ingenieros o científicos?.
Otro campo laboral que no va a crecer más, pues está hiperdesarrollado también, es el del desarrollo del los bienes de consumo, el llamado desarrollo del ocio, tiempo libre, turismo, etc. Este campo laboral no dará más trabajo, sino que simplemente se mantendrá y actualizará día a día, pues está limitado a su vez por los índices de consumo, esto quiere decir, que uno no puede gastar en ocio más de lo que tiene (en la práctica). Se trata de un campo limitado en su relación a la cantidad de trabajo que puede ofertar. La realidad es que la oferta de trabajo del mundo actual es cada vez menor e infinitamente menor a la cantidad de trabajo que se necesita. Actualmente tampoco es posible reciclar de forma efectiva a la mayoría de los desempleados y es imposible formarlos en las nuevas profesiones técnicas de futuro, solamente podremos reciclar y formar a estos en otros campos también saturados y que solo ofrecerán pequeñas y temporales oportunidades de trabajo.
Quienes no crean en eslóganes y mentiras de los políticos ni en las mentiras de la TV les recomiendo que lean el capítulo siguiente donde analizaremos la realidad del mercado y dónde y cómo se presentarán las nuevas oportunidades de trabajo.