Me dice un colega muy sensato y liberal esta mañana: "Oye, no crees tú que eso de celebrar todos los años lo del orgullo gay no tiene mucho sentido?!
Me lo quedo mirando y digo: "Joder, menos mal, no soy yo el único que piensa así...!".
Y la verdad es que este grado de exageración a que han llevado esto del orgullo gay es el síntoma inequívoco de la gran farsa en la que vivimos...
Una farsa en la que, o te apuntas al carro o te quedas fuera -de la "carroza " en este caso-. Y es curioso ver a casi todos los principales líderes políticos en proyección (en proyección me refiero a los que van en cabeza del pelotón hacia la conquista del poder) haciendo el tonto y bailando encima de esas carrozas que han preparado para hacer de este acto festivo reivindicativo su particular carnaval de la demagogia...
Festivo, reivindicativo... Llamémosle mejor "puro marketing para que le vean a uno que es 'super-guay' para salir en la foto..."
Qué curioso: nadie discrepa en este tema, todos salen en primera linea de la mani haciéndose la foto, sujetando la pancarta reivindicativa...
Y es que, como dice mi amigo, ¿todos los años hay que paralizar durante media semana toda una ciudad entera como es Madrid para reivindicar algo que entiendo que en otros países puedan reivindicarlo, pero... la España del siglo XXI, que tiene todo los derechos?
No hay el menor motivo para reivindicar más derecho que el que cualquier otro ciudadano podiera reivindicar...
Pamplinas. Pamplinas y pazguatos, todos estos personajes políticos que utilizan este tipo de celebraciones para sus intereses personales y partidistas. Unos intereses que me hacen dudar mucho de toda la clase política actual que se acerca al calor de las brasas del poder...
Porque sí, está muy bien reivindicar, reivindique usted lo que quiera, pero más valdría que alguien reivindicara también el puñetero desastre que este tipo de celebraciones causa a los demás que vivimos en la ciudad, como es el lamentable e insalubre estado en que queda todo el centro de la ciudad (no sé quien pagará todo el enorme gasto en limpieza y otras cosas), especialmente en el barrio de chueca, o el insoportable ruido y molestias varias que sufren cientos de vecinos y que provoca que estos se tengan que largar o huir de su casa durante esas fechas o, si no, joderse y aguantarse. Y no solo eso, ¡sino también el colapso que durante varios dias sufre todo el centro de Madrid...¡
- Sí, pero es bueno para la ciudad porque deja mucho dinero -dicen algunos...-.
Pues váyanse a la mierda estos y todos los que apoyan este razonamiento: Váyanse a la mierda. Así de claro se lo digo.
Porque digo yo una cosa: ¿Es que en este patético pais hemos llegado al punto de justificar todo por el puñetero dinero? Una cosa, ésta, que es falsa, pues los que se lo llevan crudo son los mismos hosteleros de siempre que se forran, y los demás caca de la vaca.
Porque si es así y el dinero lo justifica todo, como al parecer esta sociedad ya parece asumir, pues entonces que se permita todo: la venta de drorgas en la calle, la prostitución, el tráfico de armas o lo que quieran y se les ocurra.
Sí, pues permítanlo si da dinero, y punto. Y yo lo acepto. Incluso les diré más: si son cosas que no me molestan ni afectan a mis derechos y vida diaria, como por ejemplo que la gente venda y se ponga de droga hasta las trancas sin molestar, a lo mejor son actividades menos dañinas que la chirigota grotesca esta del orgullo gay...
Por no hablar del curioso izado de la bandera arcoiris en el Ayto, pues ocurre que si se habla cada vez más de retirar los símbolos y banderas de las instituciones ¿a qué coño viene esta identificación bestial con tales signos?
Pues por esta regla de tres, yo quiero que cuando gane el REAL Madrid la liga, se ice la bandera blanca en el Ayto. durante una semana. ¿O no tengo el mismo derecho?.
País de pandereta este, Españistán. Y que conste que yo no estoy criticando aquí los derechos ni opción sexual de nadie, cosa que respeto total y absolutamente lo que cada uno haga, lo que no comparto es estas supuestas manifestaciones reivindicativas que en el fondo no son más que la interesadisima exageración manifieta del exceso y la demagogia de un cierto interés en detrimento del derecho y lógica de otros...
en la iglesia, cómo funciona la sanidad? en fin....