¿Alguien podría decirme por favor qué fecha es hoy...? Porque yo he perdido la cuenta y no tengo ni la menor idea del día que es hoy!.
Mala cosa, pensará alguno, mala cosa, pobre RENE, pues son síntomas indicativos de empezar a padecer de Alzheimer, demencia senil, o cualquier otra de las muchas enfermedades degenerativas que afectan al cerebro: mala cosa, amigo...
Pero no, tranquilos. Se agradece la preocupación del lector, pero no van por ahí los tiros de mi tan olvidadiza memoria... Se lo explico:
La causa por la que parezco haber olvidado la fecha en la que vivo, es... Ah ¡Ya recuerdo¡¡ Hoy es principios del mes de agosto del año 2014! ¿No es así? Pues bien, yo, ni me lo creo ni me lo quiero creer, pues hay algo que me dice que esta fecha es irreal , falsa del todo...
"¡Joder, ya estamos!" -pensará alguno...-
¡Pues sí que la cosa parece realmente preocupante!
La cuestión es la siguiente: ¿¿¿En qué año comenzó la llamada crisis en España???
Esa crisis que desembocó, mejor dicho -que era la punta del iceberg de algo mucho más gordo que fue ocurriendo-, como fue la explosión o pinchazo de la burbuja inmobiliaria española, la quiebra de las entidades financieras, la posterior ayuda o rescate monetario, los bancos hundidos, las inumerables medidas de austeridad dictadas por los gobiernos de Zapatero y Rajoy, la incesante corrupción política, la enorme sangría de millones de personas que han perdido su empleo o su casa y hasta la esperanza de encontrar algún día un nuevo puesto de trabajo...
¿Qué más...?...
¿¡Ven ustedes!? Ahí comienza mi olvidadiza memoria a perderse nuevamente, porque son tantas y tan graves las cosas que le han ocurrido a la sociedad española desde el año 2007 hasta el 2014 en que nos encontramos, que uno a la fuerza acaba olvidando parte, aceptando y asumiendo... En definitiva, aguantando, o lo que es lo mismo, adaptándose a las circunstancias.
Adaptarse uno a las circunstancias, he ahí la cuestión. En una reciente obra de teatro, en la que la genial y versatil actriz de teatro, Carmen Machi, emulando ésta a una vieja tortuga, en un determinado momento del espectáculo, la vieja tortuga exclama la frase: "¡VIVIR ES ADAPTARSE!..." .
"Vivir es adaptarse", qué gran frase y qué tremenda verdad encierra: si no te adaptas, palmas, mueres, serás liquidado, perecerás tarde o temprano, pues no serás capaz de adaptarte y evolucionar con la complejidad de los tiempos que tan constantemente cambian...
Pero yo me pregunto... ¿Somos las personas tortugas o tenemos la capacidad adaptativa de estas como para que todo lo que nos ocurra acabemos finalmente aceptándolo o adaptándonos a ello?
Yo, personalmente, NO: ni creo que debamos serlo, ni creo debamos acabar adaptándonos a ciertas circunstancias que, aún siendo hechos consumados, en la mayoría de los casos provienen de la más tremenda injusticia e incoherencia y de la absoluta falta de racionalidad.
Sí, necesitamos cambiar, evolucionar y adaptarnos, pero ante todo lo que necesitamos es luchar y tener el suficiente arrojo y ánimo crítico para no asumir lo inaceptable como aceptable e intentar cambiar esto, pues de no hacerlo acabaremos aceptando lo injusto como justo y lo inmoral como normal.
Es por esta causa, por la que a fecha de hoy, de verano del año 2014, me niego aceptar la fecha de hoy como una simple fecha en el tiempo, una simple fecha en el lento discurrir de los tiempos... Tiempos en los que para mi el tiempo está paralizado, anclado en esa fatídica fecha del 2007 en la que la situación de todo un pueblo empezó a ir hacia atrás y no hacia delante .
Por tanto, para aquellos falsos vendedores de tiempo venidero, para aquellos predicadores de si mismos y sus intereses, que presentan el tiempo venidero como un presente optimista y un futuro ilusionante, viendo lo que seguimos viendo a diario a nuestro alrededor de enorme sufrimiento de las personas, de la cada cada vez más complicada situación social y laboral, de la desilusión total de la juventud, que no encontrando otro camino, optan al final por adaptarse y ser explotados aceptando un empleo precario, mal pagado y renunciando a todo legitimo derecho...
¡¡Derechos... derechos...!! ¿qué derechos ni qué pitos y flautas?¡ Lo que hay que hacer es adaptarse, afirman las viejas, duras y curtidas tortugas que sobrevivieron a tantos cambios...!
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