Gaius Gracchus, Tribune of the People, presiding over the Plebeian Council. (Photo credit: Wikipedia)
A partir de la última cuestión tratada en la anterior entrega de este ensayo, acerca de la histórica lucha por la Igualdad entre todas las personas, tantas veces quebrantada por los que han querido disfrutar de más privilegios que el resto de sus semejantes nos encontramos, excepcionalmente en diversos momentos de la Historia, con bellos ejemplos prácticos de seres humanos que, comprendiendo claramente su importancia, y desde su privilegiada posición, desarrollaron ideas sociales o morales, e hicieron de éstas el sentido de su vida, poniéndolas por encima incluso de su propia vida...
Tenemos, por ejemplo, en tiempos de la antigua Roma republicana, a los hermanos Tiberio y Cayo Graco, pertenecientes a la poderosa familia de los Escipiones que, bajo el cargo de Tribuno de la Plebe, propiciaron leyes y reformas profundamente sociales, como la ley Sempronia o de reparto de tierras, una ley que supuso una radical reforma agraria que incluía el reparto de los latifundios entre los campesinos más pobres y necesitados, las subvenciones a los alimentos y la fijación del precio máximo del trigo, estableciendo un importe reducido de éste para esos ciudadanos con menos recursos, propiciando la recuperación del asfixiado campesinado.
Tiberius Sempronius Gracchus was a Roman politician of the 2nd century BC and brother of Gaius Gracchus. (Photo credit: Wikipedia)
También promulgaron leyes contra el abuso de la magistratura, prohibiendo a los senadores el uso del comercio como negocio, medida que deshabilitaba enormes privilegios a la mayoría del senado, compuesta por la clase aristocrática del partido conservador, cuyos miembros iban adueñándose de las tierras agrícolas de Italia, y se abolió también la ley Calpurnia, lo que rompió el monopolio que éstos tenían en asuntos de los tribunales, (casi nada, menudo estacazo a los abusos de la aristocracia... ), y tristemente pasó lo que tenia que pasar, pues la promulgacion de estas leyes, chocó de frente con la oposición de la privilegiada aristocracia, que era mayoría en el senado, no tardando en desencadenarse la esperada respuesta por parte de estos, propiciando el aniquilamiento y asesinato de 3000 partidarios del partido de los Graco, incluídos ambos hermanos.