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Hay una noticia que va a dar de sí lo que no está escrito. Almenos, hasta pasada una semana después del 29/04/2011, fecha del evento. Me refiero a la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra con su parienta, una muchacha llamada Kate Middleton.
No voy a entrar en valoraciones sobre la monarquía, porque para decir que me parece una estupidez que tengamos que alimentar a una panda de vagos que no hacen más en la vida que navegar en velero, acudir a fiestas, esquiar y tener hijos, pues mejor no digo nada que ya sepamos. Y mira que nuestros reyes son "campechanos", pero aún así, metía yo a la reina y a sus hijas a currar de cajeras en un supermercado, al rey en un taller mecánico y al principito de marras en la recepción de un hotel. Y a los nietecitos a una guarderia pública, a recibir hostias desde bien pequeños de parte de la clase trabajadora.
En fin, voy a lo que voy, porque lo que me preocupa es el seguimiento que se está haciendo de un acto que no deja de ser algo que cada fin de semana por estas fechas y hasta septiembre, se puede ver en cualquier iglesia o juzgado de cualquier población, con la única diferencia de que esta gente son príncipes y el resto no lo somos (me incluyo porque no soy de la realeza, que yo sepa. Como algún día me entere de lo contrario, se van a cagar mis súbditos, ya os lo digo.).
La cuestión es que se acerca la fecha de la boda de esa gente y resulta que en todos lados se hacen tertulias, debates y análisis sobre el evento. Que si este va a asistir, que si en Inglaterra se va a seguir más que en Gales o en Irlanda, que si esta o aquella va a llevar un vestido de tal diseñador, que si ya se sabe cómo van a ir distribuídos los asistentes en el templo de Wenstsminster. Incluso el diario La Razón, en su edición digital, escribe un párrafo de la noticia tal que así, hablando de la boda y de una web que se ha habilitado para hacer el seguimiento del ritmo de los preparativos:
(...) La página, muy fácil de navegar por su formato de blog, informa de temas tan interesantes como el tipo de flores que se han cultivado en Green Park para adornar la procesión de los recién casados hacia el Palacio de Buckingham.
(...)
¿Interesantes? No fastidien, señores periodistas de la "prensa seria" de este país. ¿Qué puede haber de interesante en saber qué flores han elegido para la boda, si en el menú habrá pato o rape, si la madre de la novia llorará (como todas las madres cuando su hija se viste de blanco) o si Elton John cantará una canción que ha compuesto para los novios? ¿De verdad no hay nada mejor en lo que pensar en todos estos días que esas cosas?
Puedo entender que los "periodistas" de la prensa cardiovascular estén babeando y frotándose las patitas, sólo con pensar en la de minutos y páginas con que van a poder rellenar sus estúpidos programas y publicaciones, gracias a todo este circo. Es más, incluso me alegro de que lo hagan, puesto que así dejan de opinar e informar sobre temas importantes (ver tema Ana Rosa Quintana con el Caso Mariluz). Pero que gente a la que puedo llegar a respetar (aunque no compartamos colores políticos ni ideología), como los señores de La Razón, el periódico Clarín o Catalunya Ràdio, por poner sólo unos ejemplos, se dedique a malgastar su tiempo con esto, me parece que es, y me váis a perdonar la expresión, "para mear y no echar ni gota". ¡¡¡Si la Casa Real Británica, incluso ha habilitado un canal en YouTube para poder seguir la boda en directo!!!
¿Tan aburrido es el mundo como para no tener otras cosas que explicar? Vale que estamos en medio de un periodo muy difícil, en el sentido de que todo parecen ser malas noticias. Pero si uno quiere, puede encontrar cosas buenas y provechosas con las que aligerar la carga negativa. ¿Por qué no se hizo el mismo seguimiento del referéndum de Islandia? ¿Qué hay de la notoriedad que merecen publicaciones digitales, como por ejemplo la web "enpositivo.com", "noticiasbuenascr.blogspot.com" o "estosololoarreglamosentretodos.org", de las que los medios apenas hablan o directamente no tienen ni conocimiento de que existen? Volvemos a lo mismo de siempre: a la tragedia, la catástrofe y la negatividad como modo de vida y de divulgación. Con la de cosas que hay para hacer e invertimos el tiempo, el esfuerzo y muchas veces hasta el dinero (algunos no, es verdad) en chorradas como que un ricachón se casa a costa del dinero de los contribuyentes.
Hoy, escuchando Catalunya Ràdio, estaban hablando de la boda del principito y su chica, cuando en un momento han cortado el debate para leer los mails de los oyentes. Ha habido una señora que ha dicho algo así como (reproduzco no textualmente):
-La verdad es que la gente debe estar muy aburrida como para ver en directo la boda de estas personas.... Mi vida es muy monótona, así que supongo que yo también lo veré.
Tal ejemplo de resignación me parece tan brutal, que me da que pensar si realmente queremos cambiar nuestras vidas o si ya hemos perdido toda esperanza. Ustedes dirán.