Español: Esperanza Aguirre en la Puerta del Sol de Madrid (4 de marzo de 2009) (Photo credit: Wikipedia)
La Thatcher madrileña dimitió este lunes 17 de septiembre al mediodía, para sorpresa de propios y extraños. Al parecer, es una decisión que llevaba meditando hacía tiempo y que sólo sabían tres personas, entre ellas, su sucesor (por ahora lo será en funciones), Ignacio González.
Según ha dicho en su comparecencia la ya expresidenta, incluso dudó en presentarse a las últimas elecciones y ha argumentado que “...Tengo la certeza de que, para un político, es absolutamente esencial elegir el momento de su retirada y la forma de hacerla. Y este era el mejor momento. Me retiro de la primera fila de la política...".
Señora Aguirre, déjeme decirle una cosa: ¿Realmente cree que este es el mejor momento para abandonar? Es decir, después de tanto recorte, de reirse en la cara de los manifestantes, de cargar contra todo aquel que no piense como usted, de hacer gala de un cinismo y de una caradura en más de una ocasión fuera de lugar, de echar a la calle a miles de funcionarios, después de la escabechina que ha provocado en su comunidad autónoma, ¿cree de verdad que es hora de dejarlo?
No sé si realmente se va por los motivos de salud que ha esgrimido en su rueda de prensa. No lo voy a poner en duda, ya que si usted lo dice, como mínimo habrá que creerla, máxime siendo un problema grave de salud como fue el cáncer que le diagnosticaron el año pasado. Lo que no me parece bien es que, cayendo la que está cayendo y adoptadas las estúpidas, incomprensibles y absurdas medidas que ha adoptado su ejecutivo durante todo lo que llevamos de crisis, ahora coja usted y se marche como si tal cosa.
Si no tenía claro el presentarse a las últimas elecciones, no haberlo hecho. Lo que no puede hacer, puesto que como presidenta de una comunidad, debería ser la primera en dar ejemplo, es marcharse cuando le asoman las orejas al lobo. Y con esto me refiero a que, sin duda alguna, y tal como manda su partido y las directrices políticas que llevan siguiendo desde que gobiernan en el Estado y en la mayoría de las comunidades autónomas del país, se avecinan más recortes, más despidos y más descrédito de su partido con respecto a los ciudadanos. Da la sensación (y esto lo digo por pura percepción subjetiva al ver su rueda de prensa) de que hay algo que no cuenta. No sabría decirle bien de qué se trata, pero hay algo que me ronda la cabeza y no sé definirlo. Claro que, siendo usted tan oportunista y tan tremendamente hábil a la hora de sacarle rédito político a cualquier situación (tómeselo como un cumplido, por favor), no puedo por más que dudar de sus motivos a la hora de dejar "la primera linea política". Y me da por pensar mal, ya ve usted. Me da por pensar que se echa a un lado, al más puro estilo Sandro Rosell, para trabajar en la sombra, apareciendo luego con más fuerza, ante el más que probable, y perdone mi barbarismo, "hostión" político que se va a dar Rajoy cuando acabe su legislatura, como les pasa a todos los políticos que están gestionando esta crisis global. Lo sé, es demasiado rebuscado y sería un movimiento muy arriesgado por su parte. Pero en ese mundo del politiqueo en el que usted lleva metida treinta años, todo me parece posible. Y si encima le sumamos la soberbia de la que ha hecho gala usted siempre, no me parece tan descabellado pensar que puede ser todo parte de una estrategia de futuro.
Sólo espero que el tiempo no me dé la razón, porque si encima más adelante resulta que tenemos que volver a aguantarle, apañados iríamos.
Así pues, le deseo suerte, que se recupere bien de lo suyo y que viva muchos años junto a su familia, tal como usted ha expresado. Nosotros, los ciudadanos, por nuestro lado, respiraremos un poco más tranquilos sabiendo que no tendremos que aguantarle su humor a diario.
Por cierto, antes de despedirme le diré que podría haber elegido otro momento que recordar de su carrera política cuando le han preguntado. Eso de que se queda con la educación bilingüe que implantó usted en la comunidad de Madrid, me parece una broma de mal gusto, sabiendo lo que piensa su partido político de la educación en catalán que se imparte en Catalunya. Con suerte, será el última comentario así que tengamos que oirle.
Saludos a todos.
Te recuerdo que estamos en Ejpaña. Aquí nadie dimite ni aunque se lo recomiende el médico. Eso sí, nos consolaremos con pensar que mientras estén en sus respectivos cargos durante la crisis, vean ante sus ojos como sus figuras se hunden en el descrédito más absoluto.
Lo que me da miedo es que la "Espe" solicite su plaza de funcionaria y se la den. No sé cómo funciona esto del funcionariado, pero estaría bien que tuviera que sacarse de nuevo unas oposiciones. Es más, estaría bien que las aprobase y que luego la echaran a la calle por falta de fondos públicos y que la viésemos luego encabezando las manifestaciones en contra de los recortes. Pero bueno, esto son sólo sueños húmedos que tengo de vez en cuando.
Un saludo, amiga.