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Después de saturarme con la marea informativa que han traído los indignados, las elecciones, las tomas de posesión de las alcaldías y los gobiernos autonómicos, el señor Strauss-Kahn, el gobernador infiel de New York y la madre que los parió a todos, por fin he conseguido ordenar mis ideas y enfocarme en algo sobre lo que sí quiero escribir. He necesitado casi un mes para centrarme, pero al fin lo he conseguido. Vamos allá.
Hace aproximadamente un año, la directiva del F.C. Barcelona llegaba al poder después de unas elecciones en las que la limpieza del juego y el respeto por los adversarios, para variar, brilló por su ausencia. Se abría una nueva etapa en la que, esta vez sí para variar, el equipo íba viento en popa, marcando una época deportiva gloriosa (la cual un año después sigue su curso, afortunadamente). Fueron unas elecciones en las que el índice de participación fue el más alto de la historia del club y en las que un candidato ha sido elegido por el mayor número de votos jamás visto...
Haciendo balance de lo que ha sido el primer año de gestión del señor Rosell y de su gente de confianza, me doy cuenta de que hay cosas que no acaban de gustarme. Cosas como que a los aficionados y, sobretodo, a los socios, no se nos haya dado una explicación sobre lo que ocurrió realmente en el polémico desplazamiento a Pamplona para jugar contra el Osasuna, en que el partido empezó 45 minutos tarde por la mala gestión del viaje. Cosas como que no esté claro que la directiva del club vaya a romper relaciones con los dirigentes del Real Madrid Club de Fútbol, por la sarta de acusaciones falsas que han estado lanzando durante todo el año sobre todos y cada uno de los integrantes de la primera plantilla del F.C.Barcelona, desde Valdés hasta Guardiola, pasando por Messi, Iniesta o Piqué. Acusaciones como la de dopaje, la de comprar a los árbitros, la de recibir ayudas federativas por parte de Villar, etc... Y como última cosa (seguro que me dejo alguna más, no os fiéis de mi memoria), tiene mosqueado, qué digo mosqueado, cabreado es la palabra, lo que han hecho con las secciones del club, especialmente las no profesionales.
Tengo que decir que tampoco vamos a ser hipócritas; si no hubieran eliminado secciones como la de Béisbol, seguramente no hablaría de las secciones del Barça. Pero eso no quiere decir que tenga que callar si algo no me parece bien.
De entrada, y aunque sé que voy muy tarde con respecto a este tema, me molesta sobremanera que se haya llegado a un acuerdo con la gente de Qatar Foundation. Más que nada porque dicha fundación, por mucho que digan Rosell o Faust, promueve una serie de valores que nada tienen que ver con los que defiende el F.C.Barcelona y de los que tan orgullosos nos sentimos todos los barcelonistas. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que, aunque nos digan que Qatar Foundation es el proyecto de una de las esposas del emir de Qatar, que busca escolarizar a todos los niños de su país y promover valores como el respeto, el esfuerzo y blablabla..., a nadie que investigue un poco, se le escapa que en realidad quien dirige Qatar Foundation es un señor que se llama Mohammed Hanzab, mano derecha del emir de su país, cuyas apariciones en la televisión qatarí defendiendo la ablación, el maltrato a la mujer y promulgando en contra de todo lo que tenga que ver con los derechos individuales de la población y de las mujeres, así como a favor de asesinar a los homosexuales y demás gente fuera de su estrechez de miras, lo mínimo que consiguen es estremecerme de miedo.
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El problema es que son esta gente los que tienen la pasta. Y entonces es cuando se le pone precio a los valores. 165 millones de €€, para ser exactos. Ahora resulta que Unicef, ese motivo de orgullo culé que todos hemos lucido en nuestras camisetas, deja de ser lo importante y pasa del pecho al culo de la camiseta del equipo. Como dijo Cruiff, el Barça está dejando de ser "Més que un Club" para ser "Un Club Més". Unicef, tal como lo veo desde mi humilde opinión, es 165 millones de veces mejor que Qatar Foundation. Relegar al culo del equipo el logo de una de las mayores, si no la mayor, expresiones del altruismo y la solidaridad, en pos del dinero de unos señores que muestran una cara en público, pero que luego defienden todo lo contrario que tú, me parece muy mala idea.
Y ya que hablamos de dineros, hablemos de las secciones. Puedo entender que el club esté pasando apuros económicos, debido a, entre otras cosas, la mala gestión del dinero que parece que llevó a cabo la anterior directiva. Ahora bien, seguro que hay formas de recortar y seguir manteniendo una de las señas de identidad que nos define como club: la presencia en infinidad de categorías deportivas y en multitud de disciplinas diferentes.
El Barça es, con diferencia, la institución deportiva privada más exitosa del mundo, con deportistas profesionales de élite que año tras año luchan por hacerse con los títulos más importantes de sus respectivos deportes. ¿Cómo es posible que no se pueda encontrar una solución para financiar las actividades de todos esos deportistas que, igual que los de la primera plantilla de fútbol, sienten los colores del club como suyos? ¿Cómo es posible que haya una norma interna del club que prohíba a los deportistas de las secciones no profesionales, como el Baloncesto en silla de ruedas, el Hockey Hierba o el Atletismo, subir de categoría si ello implica competir fuera del territorio catalán? ¿Acaso eso no va en contra del sentido mismo del deporte? ¿Acaso eso no atenta contra el sentimiento de competitividad y superación, intrínsecos a cualquier ejercicio deportivo? ¿No hay nadie en toda una directiva, capaz de encontrar una solución a la desaparición de una sección como la de Béisbol, con ochenta años de historia en el club, la cual, junto al resto de secciones no profesionales se llevan tan solo ¡¡¡¡el 0.4%!!!! del presupuesto anual del club? ¿Nadie en una directiva que parece sacada de la mejor de las universidades del mundo, en la que coexisten personas con másters en comunicación, gestión de sociedades, economía y no sé cuantos títulos más, es capaz de pensar en qué hacer para no dañar así la imagen de la institución? ¡¡No jodamos!! ¿Cómo se le puede decir a un deportista que está harto de oir que somos más que un club y que defendemos unos valores como el esfuerzo y el sacrificio, que tiene que esforzarse al máximo para ser el mejor, pero que cuando lo consiga, no va a tener la recompensa que supone ir a competir contra los mejores, en una categoría estatal, por ejemplo?
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El pasado domingo, en el programa de radio "Tot Gira" ("Todo Gira") de Catalunya Ràdio, entrevistaron al Director Técnico del Atletismo del F.C.Barcelona, el señor Vicente Egido, y le preguntaban a próposito del ascenso de categoría de los equipos masculino y femenino de atletismo de Barça, si alguien se había puesto en contacto con él o con alguno de sus ayudantes para informarles de si podrían competir o no a nivel estatal la temprada que viene, a lo que el señor Egido decía que no, que nadie de la directiva del club se había dirigido a él para decirle a qué debía de atenerse para el siguiente año, por lo que él pensaba preparar la temporada con la perspectiva de competir al máximo nivel de su categoría recién adquirida y luego ya se verá. Esto, que puede parecer una tontería, resulta gravísimo. Porque si un señor como Vicente Egido, que lleva más de cuarenta años trabajando para el club, no tiene siquiera la certeza de qué va a pasar con su sección el año que viene, cuando ya vamos camino de la mitad del verano, es porque algo no se está haciendo bien. Y no se está haciendo bien por la misma razón por la que Zapatero está acabado hace tiempo: por la falta de diálogo y planificación. Uno no puede ir a los medios de comunicación y decir que las secciones no profesionales van a ver reducidos drásticamente sus presupuestos, sin haberse sentado antes con los responsables de cada sección afectada y negociar e intentar sacar conclusiones en claro, de qué cosas se puede prescindir y de qué cosas no.
Claro está que cuando una empresa necesita liquidez, tiene que tomar decisiones que a veces resultan traumáticas y que lo más fácil es que pringuen los que menos ruido van a hacer. Puedo llegar a entenderlo. Pero que ni siquiera se hayan reunido a tratar el tema con los afectados y que éstos se hayan enterado por la prensa, ¡¡manda cojones!!
En un club que presume de que todos cuentan, eso no puede suceder.
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Todos sabemos (o imaginamos) que el dinero que genera el Barça es en un 98% gracias al primer equipo de fútbol profesional y que el resto de secciones, exceptuando quizás la de Baloncesto y la de Balonmano, son deficitarias. Pero de ahí a tratar el tema como si la estabilidad económica del club dependiera del 10% del presupuesto total anual, que se llevan todas las secciones (profesionales y no profesionales), pues qué queréis que os diga... me parece excesivo.
Quizás si buscaran "sponsors" para las secciones no profesionales se podrían mantener o medio mantener ellas mismas. De acuerdo, el Béisbol por ejemplo, no tiene ni mucho menos el tirón mediático que tiene el fútbol o que tiene el Baloncesto, pero el club es poseedor de un arma muy poderosa en ese sentido: un canal de televisión propio. BarçaTV, a pesar de ser una cadena menor y algo limitada en cuanto a la temática, podría ofrecer los partidos de las secciones, garanizando una cierta repercusión mediática a los "sponsors". Pero claro, si ni siquiera el club es capaz de gestionar como es debido su propio canal de televisión, ¿qué narices les vamos a pedir? Se limitan a programas de debate en los que siempre se acaba hablando de lo mismo y a repetir los partidos en los que el Barça de Fútbol ha ganado algún título importante o que ha jugado contra algún rival potente. Si el propio club no es capaz de promocionar sus secciones en su canal de televisión, ya me diréis qué repercusión van a tener en otros canales.
Y luego sale el señor presidente Sandro Rosell quejándose de que no se ha celebrado el título de Champions como se debía. ¿Cómo tiene el rostro y la desfachatez de soltar algo así, cuando fueron ellos quienes tuvieron a miles de aficionados esperando a los jugadores en el Camp Nou, durante más de tres y cuatro horas, para que después la celebración en el estadio durase 45 minutos, porque Piqué y compañía tenían que ir al concierto de Shakira? ¿Cómo puede acusar el señor Rosell a la gente de no celebrar los títulos del club, cuando fueron ellos quienes organizaron una rúa por Barcelona, a la misma hora en que el equipo de Balonmano estaba jugando su final de Champions (la cual ganó, por cierto)?
¿Sabéis qué es lo peor? Que llevo años intentando explicarle a mi mujer (merengue desde pequeña), que ser del Barça es más que un sentimiento: es un orgullo. Y ahora se ríe en mi cara porque todo lo que he defendido durante tanto tiempo, esos valores en los que he cimentado mi discurso, esa importancia del trabajo colectivo y esa alabanza de la importancia de cada uno de los integrantes del club, se han ido a la mierda gracias a los señores que dirigen el club hoy en día.
Gracias señor Rosell. ¡¡¡Qué huevazos!!!
Es como una guerra unos con metralletas otros con palos,y las masas para variar van con los que tienen metralletas que triste.
Que previsible es el ser humano.