Yo no soy, podríamos decir, ningún fanático del jazz, ni pertenezco al mundo de la música o del jazz, unos gremios que duramente habrán sentido esta noticia, tan solo pertenezco a esa otra parte que es el gremio de los oyentes que nos deleitamos con las buenas cosas de la vida...
Unas cosas buenas que, ya sea por su calidad o por su buen hacer, son capaces de hacerte vibrar, alegrarte el espíritu, el ánimo y, más en general, la vida...
Y es que, en el fondo, eso es el jazz: una música capaz de sacar, de las profundidades de los músicos que la tocan, lo mejor de ellos mismos... .
El jazz no es ningún tipo de música, sino una forma de hacer música, e igualmente "Cifu" no era la radio, sino una forma de hacer radio, o mejor dicho, de hacer jazz haciendo radio...
"Cifu", desde su micrófono, no era solo locutor, sino un auténtico músico de jazz, un magnifico músico de jazz cuyo instrumento era su voz...
Tu encendías la radio, escuchabas a "Cifu", y matemáticamente surgía el mejor jazz. No digo la mejor música de jazz, sino el mejor jazz, me refiero a esos tres factores que componen el jazz: el swing, la improvisación y el fraseo...
"Cifu", con su voz, era capaz de hacer de sus programas puro jazz, autentico y magnifico jazz. Y es que esa narración suya, procedente de esa vastísima cultura jazzística que tenía, hacia de ésta puro fraseo, o lo que es lo mismo, pura maestría...
Una maestria que, unida a su enorme capacidad de improvisación y su pasión por el jazz, hacia de su narración el mejor swing, el mejor jazz hablado...
Durante muchos años, "Cifu" dio a conocer al gran publico músicos como Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Miles Daves, John Coltrane, Wes Montgomery o Telonious Monk... todos ellos, genios de la música.
Pero haciendo esto, no solo dio a conocer a estos grandes maestros del jazz, sino a ese otro maestro del fraseo, de la técnica y del swing, que tras el micrófono se escondía y que era el mismo...
