Servicio Especial Cuarentena: Críticas EXPRÉS antes del estreno, para que puedas elegir mejor cuáles ver.
La primera entrega, 'Manhunt: Unabomber', pudo verse en Netflix
La 2ª entrega contiene más paralelismos con 'Mindhunter'
'Manhunt' es una serie de antología que tiene una casuística muy particular, pues se da el caso de que la primera temporada ("Manhunt: Unabomber") y la segunda ("Manhunt: Deadly Games") se han estrenado en 2 cadenas distintas en EEUU.
La primera fue emitida por Discovery y se pudo ver en Netflix, pero la segunda se está emitiendo por Spectrum, un hecho que cambia el panorama de los derechos de emisión. Como ya informó CEC SERIES en PRIMICIA INFORMATIVA PARA TODO EL PAÍS, en este caso en España la estrenará StarzPlay, doblada.
¿CUÁNDO SE ESTRENA MANHUNT: DEADLY GAMES EN ESPAÑOL? CLICKA AQUÍ PARA CONSULTAR LA FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑOL QUE ESTE PORTAL PUBLICÓ EN PRIMICIA INFORMATIVA PARA TODA ESPAÑA
AMPLIA RESEÑA / Crítica de la serie "MANHUNT: DEADLY GAMES"
Esta segunda entrega nos traslada al Centennial Olympic Park en la Atlanta de 1996, ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de ese mismo año. Basada en los acontecimientos reales en los que una bomba fue detonada durante un concierto provocando la muerte de una mujer, y heridas graves en varios espectadores.
El actor protagonista es Cameron Britton, al que pudimos ver dando vida al asesino en serie Ed Kemper en la primera temporada de Mindhunter de Netflix. Y no es una casualidad: los paralelismos de la temporada 1 de ambas series son innegables, especialmente si uno ve primero Mindhunter y luego Unabomber. La primera prepara para la segunda.
Britton da vida a Richard Jewell, un hombre ninguneado hasta por su misma madre, Bobi Jewell (Judith Light). Solitario y frustrado, al descubrir una mochila sospechosa dio la voz de alarma a los oficiales del Georgia Bureau of Investigation. En un principio, ellos también lo ignoraron...
Pero tanta fue la insistencia de Jewell, que la zona empezó a ser desalojada con desgana y socarronería, más por un deber protocolario que por convicción: una representación nada alejada de nuestra realidad cuando hace pocas semanas nadie tomó en serio a LA COVID-19.
Finalmente, un equipo de expertos llegó a corroborar que la mochila estaba, efectivamente, cargada de explosivos. Ésta estalló antes de que los espectadores y el cuerpo de seguridad pudieran evacuar la zona al completo...
Del día a la mañana Jewell pasó de ser un Don Nadie a un Héroe Nacional. Su rostro apareció en los medios de comunicación del país, que tarareaban su nombre a cualquier hora. Y las ovaciones del público le merecieron una viralización como fenómeno de masas. Demasiado protagonismo para una cabeza de turco creada por el mismo sistema, destinada a ocupar las últimas plazas de los opositores a la dignidad humana.
Para el FBI, Richard era el perfecto perdedor capaz de urdir un maquiavélico plan: preparar la bomba y salvar al mundo antes de que explotara, llevándose las condecoraciones y la simpatía del público. Al no haber sido el FBI la estrella de la escena del crimen, tuvieron que darle la vuelta a la tortilla para salir beneficiados de un caso que no protagonizaron como salvadores del planeta.
Así, los "brillantes" agentes Jack Brennan (Gethin Anthony) y Stacey Knox (Kelly Jenrette) fueron encargados (o usados con ayuda de la siempre revoloteante prensa) para desprestigiar a Richard Jewell, sonsacarle una declaración de culpabilidad, y otorgarle la autoría de los hechos. Una encerrona en toda regla que debería causarles más que rubor por la bajeza de la maniobra.
Otro de los nombres que pasaron a la Historia -como otro gran ejemplo de la masiva estupidez humana- fue la reportera Kathy Scruggs (Karla Gugino), que da vida a una "reconocida" "periodista". En este punto es inevitable volver a la actualidad y no pensar en algunos de los profesionales de nuestro sector que, en estos tiempos de pandemia, han preferido cubrirse de gloria... Y no precisamente por utilizar esta tan noble profesión con fines informativos, sino para seguir encubriendo, ensuciando y manteniendo en la penumbra, por sus intereses de mierda y el cerebro de mosquito, la mente de los que ya pocas luces poseen.
En la serie, dos de los grandes representantes del sistema, FBI y prensa, se aseguraban -cada uno a su manera- salir "vistoriosos" de un caso que ellos mismos crearon, dejando escapar al verdadero responsable en un primer momento, y permitiéndole atentar en hasta 2 ocasiones más en 1997.
De rabiosa actualidad es este caso si conseguimos extrapolarlo al ámbito sanitario 2020. Al final todo acaba siguiendo los mismos patrones, y el pato SIEMPRE lo pagamos los que nada tenemos que ver con todo el emplaste, porque recordad que... ¡Hacienda somos todos!. Trasládenlo a cualquier otro terreno, y descubrirán que los pringados también somos todos.
El verdadero culpable, Eric Robert Rudolph (Jack Huston), hizo explotar a principios del 97 un bar de lesbianas y posteriormente, una clínica de aborto. Luego se dio a la fuga en los bosques de Carolina del Norte, utilizando a la milicia del lugar para su supervivencia.
Otra magistral muestra de la grandiosidad de esta serie que, muy educadamente, nos escupe a todos a la cara. Aquí estamos, defendiendo las causas de unos tipos despiadados a los que les da igual que muera gente porque lo primero es la economía y sus propios intereses, y a los que no les da vergüenza salir en público a pedir un aplauso por los sanitarios que seguramente no estarían en el estado que están ahora si se hubiesen tomado las medidas adecuadas cuando empezaron a saltar las alarmas de alerta en la otra punta del mundo.
¡No! ¿Cómo íbamos a cerrar el paso a los chinos en un mundo economicamente globalizado? ¿Cómo atrevernos, si son los más ricos, y los que tienen la tecnología más puntera? ¿Cómo íbamos a aceptar ser tratados de racistas? ¿Como íbamos a cerrar fronteras y renunciar a los beneficios que algunos reciben a través de ellas?
Pues ale, ajo y agua. Ahora TODOS, por culpa de UNOS POCOS (como siempre), a apechugar. Y lo peor: como todo cae siempre en saco roto y no se hace PAGAR a los verdaderos responsables, seguiremos viendo el desfile de enanos (nosotros) y gigantes (Ellos), aplaudiendo y bailando al son de los que hemos legitimado para llevar la voz cantante.
El pobre Jewell quedó tocado por ser la marioneta de otros tantos, más o menos como ahora, utilizando a las personas en beneficio propio. Ya podéis seguir aplaudiendo.
Recomendamos esta segunda y buenísima entrega de Manhunt. "Con la que está cayendo", es casi obligatoria... al menos hasta que "todo esto pase".