¿LOS CRIMINALES NACEN O SE HACEN? (II PARTE)
Incluye VIDEO de 10 minutos con la entrevista de los detectives a Charles Manson, personaje estrella de los nuevos capítulos
Ante esta misma pregunta inicial, ponemos una serie ejemplar muy distinta de la de 'Sanatorio' de HBO, de la cual hablamos esta misma semana en CEC Series.
En su primera temporada, Mindhunter despuntó como serie en Netflix, tanto por su elaboración como por la forma de abordar su oscura temática. A medida que avanzaba la trama, la construcción de los personajes -siempre tratados con el mayor de los cuidados- se fue arropando en sus claroscuros, y sus complejidades natural fueron aflorando y abriéndose camino entre la maleza de superficialidades.
Los cazadores de mentes vuelven esta segunda temporada con los dientes más afilados, pudiéndolos observar aún mejor desde una perspectiva tanto de claridad como de oscuridad.
Los investigadores Holden Ford (Jonathan Groff, Jesse St. James en Glee), Bill Tench (Holt McCallany) y la Dra. Wendy Carr (Anna Torv, la inolvidable agente Dunham de Fringe) son en teoría la parte luminosa, los que nos aclaran las sombras de todo el elenco de psicópatas que desfilan en nuestras pantallas: Ed Kemper, Richard Speck y Charles Manson, entre otros.
Lo que nos apasiona de Mindhunter es que la opacidad de los psicópatas ilumina, a su vez, aquel punto borroso y confuso que la parte clara no logra atisbar. Es una serie que da voz a los deficientes sociales y nos mueve, sin apenas darnos cuenta, hacia la óptica del asesino.
No busca excusar los crímenes que han cometido, sino hacernos abrir el entendimiento, derribar los propios límites socio-mentales y capacitarnos para comprender los hechos desde una visión global, con todas las luces encendidas.
Es posible que incluso nos sorprendamos dándonos cuenta, en la intimidad de nuestro jardín secreto, de que no somos tan distintos a ellos: que tenemos los mismos procesos mentales, que lo que les pasa es NORMAL, que reaccionamos a la ausencia de amor y comprensión del mismo modo que ellos, y que lo único que nos aleja es la MANERA DE EXPRESARLO.
Nos recuerda que la gente "normal", completamente integrada en la sociedad, puede ser DESPIADADAMENTE CRUEL y capaz de cualquier cosa. A su vez, vemos que aquellos que consideramos más crueles por ser culpables de los crímenes perpetrados no lo son más que los "inocentes" que no han tenido en cuenta la psicología ajena y son, de modo indirecto, responsables de la locura y enfermedad de otros. Por no hablar de LA FAMILIA, institución podrida desde su misma raíz y contaminada por la religión, el patriarcado, la autoridad y por muchos otros elementos tóxicos tantos como los que han sido necesarios para poder sacar partido de los débiles, frágiles, pobres. Posiblemente el psicópata no tenga enteramente la culpa de serlo, seguramente otros no tuvieron en cuenta su sensibilidad, su peculiaridad, sus traumas o, simplemente, su persona interna o su "yo" más personal. La responsabilidad civil debe extenderse a aquellos que ayudaron a la metamorfosis de persona a monstruo. La sociedad crea sus propias cabezas de turco.
Reservándoles un trato que puede ir de normal a cruel, humillándolos y marginándolos, han contribuido a la creación de las aberraciones que los criminales han cometido. Estos hombres encerrados, castigados a la perpetuidad del odio y condenados al olvido, quizás tengan mucho que aportar para concienciarnos de que algo no anda bien en esta sociedad.
Es por ello que Mindhunter es tan poderosa a nivel intelectual y sensorial.
¿Podríamos nosotros haber reaccionado del mismo modo que cualquiera de los que están entre barrotes? Entendemos que el calificativo de "loco" no es el correcto y que tampoco lo es su manera de proceder, pero igual no están capacitados para hacerlo de otro modo.
¿Es enfermedad o sencillamente es una manera de canalizar aquellas emociones y traumas a los cuales han sido expuestos?
Estamos ante una serie que no se contenta con trazar un ligero perfil de la mente del asesino dando cuerda a los clichés que tanto nos sacan de quicio. En su lugar, va construyendo la psicología de la mano del espectador, por medio de las entrevistas, los entresijos y dificultades de lidiar con la vida cotidiana. Igual muchos de nosotros podemos incluso vernos reflejados en los resortes y trayectorias de los serial killers. Es por ello que resulta una serie incómoda que, además, se recrea en los detalles morbosos: pero no lo hace para excitar nuestra perturbada curiosidad, sino para que el ritmo de la ficción nos permita almacenar e ir comprendiendo aquello por lo que están pasando los asesinos. Busca nuestra indulgencia para/con aquellos con los que nos es imposible empatizar porque suelen estar clasificados desde un principio como locos y, por lo tanto, ya ni siquiera escuchamos lo que nos tienen que aportar.
RESUMEN
Recordemos que la primera temporada arranca en 1977 cuando Holden (negociador del FBI) y Tench se unen para estudiar una serie de asesinatos que guardan cierta relación y cuya autoría se asocia a la misma persona. Para entender las motivaciones del asesino, su modus operandi y poder adelantarse a sus movimientos, Holden decide entrevistar a Ed Kemper, cuyos crímenes incluyen la repetición acuñando la expresión "asesino en serie".
Este estudio de "la mente del asesino" les conduce al arresto en un caso de asesinato y, en vistas del exitoso método, deciden incrementar el equipo incorporando a la Dra. Wendy Carr.
A partir de este punto, empieza lo que ya se considera a día de hoy como el análisis de la conducta de los asesinos en serie clasificando y dibujando los perfiles psicológicos de los psicópatas. Un nuevo integrante es sumado al equipo y crecen la intensidad, complidad y compromiso con la causa dejándose engullir por el torrente de emociones que causa cada una de las entrevistas llevadas a cabo. Los sórdidos métodos de sobrellevar los interrogatorios por parte del inspector Holden son puestos en entredicho por la Dra. Carr y Tench y, al final de la temporada, Holden sufre un importante colapso emocional que servirá de puente para introducir la segunda entrega de esta emocionante serie.
En esta segunda temporada el departamento de análisis de la conducta está bajo el mando de un nuevo supervisor cuya presencia que arremete con potencia. Todo promete y augura un largo y paulatino camino hacia la cima.
Es prácticamente seguro que no nos decepcionará perdiéndose por derroteros ya explorados y la presencia de Charles Manson lejos de ser una novedad, aportará una luz superior a lo que ya nos ha acostumbrado Mindhunter, siempre recomendada por CEC Series.
PD: Al principio de la nueva temporada, Netflix nos resume en 3 minutos lo que ocurrió durante la temporada 1, para aquellos que tenemos una memoria de pez.
Y aquí va un video de regalo:
El fondo, la bisagra que hace mover a las personas es la misma. Las emociones son las mismas por ello, para mí no existe evolución alguna. Si te das una vuelta por las redes sociales verás lo mismo que en los mercados de los años 70. El ansia de poder, la necesidad de amor y comprensión siguen siendo las mismas, el querer aparentar, el querer ser más y mejor que el prójimo, el vivir en el teatro del mundo son las mismas mierdas que siempre pero se expresan de un modo diferente.
Para mí esta serie recoge todas aquellas cosas que permanecen en las personas a pesar del tiempo y lugar.
Naturalmente bajo un contexto histórico o un marco legal determinado, que sí que cambia en forma pero de nuevo, en el fondo es más de lo mismo.
No sé si llegaremos a ponernos de acuerdo, quizás no porque cada uno tiene su visión y tampoco pretendo convencerte de nada pero joder, esto es un intercambio de opiniones que da gusto! Ojalá se pudiera debatir y defender sus ideas de este modo, sin recurrir al insulto y la bajeza humana. Todo un placer televidente indignada!