MUY RECOMENDABLE TANTO LA T1 COMO LA T2
Calificada por The Guardian como la primera serie de prestigio de Channel 5
La temporada 2 de 'Blood', ya está disponible en Filmin España en VOSE, y vuelve a ser una trama concienzudamente levantada entorno a un nuevo hecho: la muerte del marido de Fiona.
Después de la EXCELENTE primera temporada en la que el enigma sobre el fallecimiento de la madre de Cat se había resuelto a bocajarro en el último capítulo adquiriendo todo el sentido y la sensibilidad, este intrigante thriller irlandés arremete con su segunda temporada con un nuevo rompecabezas que nos atrapaba en una vorágine de preguntas cuyas respuestas, lejos de ofrecernos satisfacción, nos anegan con una cascada interrogaciones. La serie es una antología y por lo tanto, la familia Hogan protagoniza una historia desprendida de la primera.
En esta ocasión, la atención se posa sobre Fiona (Grainne Keegan) afectada de la misma enfermedad que su madre como ya nos introdujeron en la T1 en una conversación entre Fiona y Cat (Carolina Main). Su padre, Jim Hogan (Adrian Dunbar), regresa a casa después de una larga ausencia y descubre que su hija ha heredado la misma enfermedad que su madre.
Tras haber vendido la casa familiar, Jim debe encontrar nuevamente su sitio y la reconexión con la familia después de lo sucedido en la T1 se hace complicada y dolorosa.
Paul Crowley (Ian Lloyd Anderson), marido de Fiona, trabaja en la granja de los Mooney. La pareja formada por Gillian (Fiona Bell), Tom (Denis Conway) y el hijo de ambos Owen (Desmond Eastwood) esconde mucha oscuridad. Un idilio entre los Mooney y los Hogan se interpone en la aclaración de los hechos. Revelar la verdad implica dinamitar todo un sistema de fachadas sobre las que están construidas las vidas de los personajes.
Un accidente de tráfico lleva Fiona al hospital y a la sala de interrogación del dectective renco-roso Dez Breen (Sean Duggan), promocionado a sargento. El descubrimiento del cuerpo sin vida de Paul en el maletero del coche de Fiona es hecho suficiente para encabezar la lista de sospechosos de homicidio.
Volvemos a repetir estructura con un incidente central y presente que deberá ser explicado con una serie de flashbacks.
Una nueva temporada que alimenta la tensión y atención del espectador. Sin mucho ajetreo ni acción particularmente violentas, aviva nuestra curiosidad pero esta vez no sólo poniendo en entredicho los lazos de sangre sino cómo las acciones pasadas definen nuestro presente y por lo tanto nuestro futuro.
La imperdonabilidad de ciertos eventos, incluso si son perpetrados por la familia, debe hacerse pagar. No se trata de venganza sino de respeto y amor propio. Somos lo que han hecho de nosotros, especialmente de Cat y entendemos a la perfección su indignación y su ausencia a o largo de esta temporada. Toda una vida siendo calificada de exagerada y loca cuando lo que vio fue real. Una muestra más de la toxicidad de las mentiras, incluso de las piadosas. Un parcheado momentaneo cuyos efectos se extienden en el tiempo y sus resultados se hacen visibles años más tarde. Todo afecta.
Si bien es cierto que la primera entrega fue una muestra de maestría por parte de los directores y guionistas por la manipulación incesante a la que nos sometieron, tenemos que decir que esta segunda parte sigue siendo muy correcta, precisa y bien estructurada. Su efecto, no obstante, es diferente.
Varias razones para ello. La primera y la más importante es que el personaje de Fiona no nos es tan querido como el de Cat. Sus debates internos nos importan poco o nada. Su marido es plano y Jim se queda, lamentablemente, en segunda fila.
La gran demostración de maleabilidad de opinión del ser humano de la que fuimos culpables en el primera temporada es inexistente en la segunda porque partimos de la base que los personajes son mucho menos atrayentes y participamos en menor medida de sus penas.
La repetición de estructura es una dolencia que afecta a la mayor parte de segundas partes, que nunca fueron buenas. En este caso, no podemos dudar de la calidad de "Blood" sino tan solo decir que es inferior a lo que vimos. Ese es el peligro de prolongar una historia que sólo estaba pensada para 6 capítulos. ¿Qué podría haber pasado de no haber habido un nuevo homicidio?
1. El juicio de Jim, desde nuestra perpectiva hubiese sido un chasco.
2. Un seguimiento de Cat, nuestra opción preferida, y la inserción y gestión de la verdad en su vida. Esta segunda alternativa mucho más complicada de guionizar.
En definitiva, "blood" sigue siendo una buena elección entre la marea de series pero viene enturbiada por la brillantez de su primera parte y que nos entusiasmó.
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