Y TÚ, ¿QUÉ HARÍAS?
Corren aires apocalípticos en SKY Deutschland que, sin duda alguna, han bebido de las aguas del largometraje "El tiempo del lobo" de Michael Haneke. "Homo homini lupus". Vegüenza, asco y decepción es lo que nos provoca el visionado de esta magnífica serie que sabe diseccionar al humano con la precisión del anatomopatólogo o, en este caso, del normopatólogo.
Quedan "8 días" para el final de los Alemanes. El asteroide gigante "Horus" corre hacia la Tierra y Alemania se encuentra en el punto de mira. El profesor de física Uli Steiner (Mark Waschke) y su esposa la doctora Susanne Steiner (Christiane Paul), se encuentran huyendo hacia Siberia con sus hijos Leonie y Jonas pero las fronteras están cerradas.
El hermano de Susanne Steiner, Herrmann (Fabian Hinrichs) junto a su pareja embarazada Marion (Nora Waldstätten) tiene pasaje hacia los Estados Unidos. Con la ayuda de sus contactos gubernamentales y artimañas de bajo espectro luminoso intenta sin mucho ahínco evacuar a toda su familia incluido su padre Egon (Henry Hübchen).
Klaus Frankenberg (Devid Striesow) el padre autoritario de Nora, amiga de Leonie, está preparado para recibir el fin del mundo en el búnker que ha estado construyendo. No obstante, su hija Nora no desea permanecer encerrada aguardando el último suspiro del planeta sino que prefiere darse al desenfreno de la celebración del desenlace de su vida con amigos.
Frente a este tipo de series uno siempre se pregunta "¿Qué haría yo? ¿Huir? ¿Aceptar el fin?" "¿Qué es realmente importante frente a la fatalidad?" y todo se reduce a la cuestión de lo que realmente importa en esta vida que es el principal telón de fondo de la serie. Es entonces cuando dignidad y moralidad sacan a relucir su armadura.
¿Cuál de todos los personajes no acabará fracasando humanamente, desesperado ante la inminencia del fin?
¿Cuál de ellos sabrá mantenerse limpio y fuerte ante las debilidades de la carne, el miedo, la locura, el sin sentido y el vacío que cada vez se hacen más evidentes?
¿Seríamos nosotros capaces de mantener nuestros valores?
¿Cómo sabemos que no nos acobardaríamos y actuaríamos humillantemente?
"8 tage" deja al descubierto todos los defectos humanos y aquellos ardides ante los cuales un enorme despliegue de inventiva y auto indulgencia nos apuñalan los ojos. Con mayor descaro frente a las circunstancias, el decoro, la honorabilidad y el orgullo propios se dan a la fuga en una desenfrenada carrera. La supervicencia siendo el único objetivo, todo lo demás cae en el olvido y con ello la calidad de humano. Asistimos a la animalización de la raza dónde el apremio por salvar el pescuezo se encarga de silenciar los valores que supuestamente dignifican y caracterizan a nuestra especie. El homo sapiens sapiens reducido a un burdo homo.
Después de la inundación de catastrofismos catastróficos en la ficción seguimos dando la bienvenida a producciones del género que todavía se devanan los sesos por hacernos ver que ante la inminencia de la muerte, el orden social deja de tener sentido y con él se disipan y desaparecen términos no naturales. Cada uno se centra en aquello que realmente le importa y debería importarle. Como siempre hemos dicho, nos pasamos la vida llenándonos de distracciones que dejan de ser relevantes cuando cae el velo de la inmortalidad con el que nos han obnubilado. Nos pasamos la vida construyendo una existencia basada en los 4 conceptos que nos han vendido y que están o mal definidos (tergiversación semántica) o son erróneos. Han tratado y conseguido que la inmensa mayoría que le dé valor a detalles sin importancia. Han logrado que la masa fundamente y erija su devenir entorno a un mastil torcido incapaz de mantener el navío a flote cuando soplan vientos de tormenta.
Es, lamentablemente, cuando uno está al borde de la muerte que se iluminan las luces de la conciencia: nada de lo que tengo en mi vida me satisface plenamente porque ahora que estoy a punto de abandonar este mundo no me llevo nada conmigo. Estoy tan vacío, tan sólo, tan triste que no tengo a nadie que comprenda este enorme pesar. Y ¿por qué? ¿Por qué hay tanta desgracia, tanta soledad tanta miseria en el mundo? No daremos la respuesta, que cada uno haga el esfuerzo de construír sus conclusiones y abra el debate.
¿Cómo sería posible sobrevivir sabiendo que estamos en pie habiendo pisoteado a otros? ¿Cómo seguir mirándose al espejo sintiendonos indignos? ¿Cómo proseguir con la conciencia manchada?
Nosotros no podríamos porque cada vez que hemos hecho incursión en tierra de normales la cosa ha acabado mal no, lo siguiente. Un trabajo por enchufe totalmente inmerecido aunque a posteriori se haya demostrado nuestra más que capaz aptitud, al que tuvimos que poner fin por vergüenza propia, por malestar, por ansiedad. Una ristra de relaciones basadas en el parasitismo de los unos frente a los otros que nos mantuvieron al borde de la locura, de la depresión y posiblemente el suicidio en pocos años. Una serie de normas acatadas que no pudimos seguir soportando, que nos ponían literalmente enfermos...
Estamos seguros que llegado el momento sabremos aceptar el fin porque de otra manera no podríamos tolerar nuestra existencia. Nosotros nos quedaríamos juntos y trataríamos de aprovechar los últimos días para compartir al máximo y sacar las conclusiones que tocan de nuestro paso por la tierra. Como buenos hedonistas que somos trataríamos de llenarnos de las cosas que nos gustan y, juntos, aguardaríamos pacientemente el fin, sin luchar, sin tratar de huir... así con la tranquilidad y aceptación de que un día u otro tendremos que dar el paso y mejor hacerlo juntos para que unos no tengan que estar sin los otros pues la existencia se haría insufrible sin poder compartir nuestra esencias.
Y vosotros, ¿qué haríais?
Pero volviendo a la serie porque nos hemos ido por las ramas, diremos que está medianamente aceptable aunque los personajes nos pongan los pelos de punta y los actores se encarguen de rematar el trabajo con una actuación en demasiado casos forzada. Consigue captar nuestro interés hasta que obtenermos de ella lo que queremos, hacemos la reflexión y a correr. En otras palabras, entra con fuerza y poco a poco se deshincha con una pérdida de presión que provoca una pérdida de interés por nuestra parte.
Hemos detectado algún que otro agujero de guion especialmente entre el primer y segundo capítulo llegando incluso a preguntarnos si no habíamos omitido algún episodio.
A destacar la banda sonora de fondo en el trailer. Impresionante.