Otra serie procedimental que podéis ahorraros
Calle 13 estrena el 14 de Enero la serie Balthazar y en cec ya hemos tenido acceso a ella con la consiguiente esperada decepción.
El Dr. Raphaël Balthazar (Tomer Sisley) últimamente visto en Mesías de Netflix, es un médico forense cuya compañera sentimental fue asesinada a sangre fría 12 años antes. Junto a la inspectora Hélène Bach (Hélène de Fouguerolles) y su equipo constituido por Fatim (Philypa Phoenix) y Eddie (Côme Levin) que levemente nos recuerda al de House, irán solventando la serie de crímenes y asesinatos que transcurren a lo largo de esta primera temporada.
Serie procedimental cuyo esqueleto reside en la búsqueda del asesino de la esposa del Dr. Balthazar. Caso tras caso, aparecerán indicios de que el responsable del crimen sigue estando en libertad mientras un inocente se pudre en la cárcel.
Ya hicimos una reflexión sobre este tipo de ficción y del porqué de nuestro desinterés y os remitimos a ella en este link: crítica de la serie EVIL.
En este caso Balthazar exhuda las mismas características de genio que House y deja patente su inteligencia y superioridad en su campo de actuación. Un personaje que nos acerca al de Hugh Laurie con su séquito conformado por el equipo de investigadores y a una teniente Hélène cuya figura se asemeja a la de Cuddy.
No se nos ocurren grandes reflexiones porque la serie da para lo que da y no es mucho, ni siquiera somos capaces de elaborar una reflexión sobre la pérdida, el duelo o el liberarse de un ser querido fallecido porque no nos ofrecen ni un cabo suelto sobre el que departir. Es una trama sencilla y llana que no alberga sitio alguno para colar una disertación.
A medio capítulo, cualquiera de ellos, nos hemos quedado fritos porque somos incapaces de mantener la atención focalizada sobre la serie ya que todo lo que nos cuenta se limita a lo que vemos en pantalla y no hay manera de expandir mente, vista o percepción.
Seguro que hallará fans y tendrá seguidores pues no está mal hecha en general. Sin embargo, sentimos el fuerte encorsetamiento mental al que nos somete por ofrecernos una trama masticada, unos personajes sin claroscuros, mundanamente simples y sin interés.
Para perder el tiempo está bien. Es simpática y los que no busquen demasiados enigmas o interrogantes podrán disfrutarla después de un duro día de trabajo. Es un entretenimiento para no pensar lo cual podrá satisfacer a muchos y enervar a otros tantos.
