3 intentos fallidos de mantenernos atentos. IMPOSIBLE a pesar de nuestro empeño.
Fimin nos trae BAUHAUS una historia para conmenmomar el centenario del grupo Bauhaus, la escuela de arquitectura, diseño, dibujo y arte en general creada por Walter Adolph Georg Gropius en la Alemania de 1919.
No hay manera de superar el minuto 30 sin que se cierren las persianas. Imposible. 3 intentos y nada. Lo dejamos y aquí el tráiler para los que lo quieran intentar:
A parte de una pésima calidad de rodaje que nos recuerda a las películas alemanas de sobremesa televisiva (y perfectas para la correspondiente cabezada), desprende el tufillo propio de la cabezonería de constantemente querer dar a conocer al mundo los logros de un grupo que nos suena a marca de electrodomésticos.
Las vertientes artísticas de las que nos habla la serie no nos han interesado nunca a pesar de formar parte de la cultura. Para nosotros la pintura, el diseño y la arquitectura no pertenecen al mundo del arte tal cual lo tenemos concebido y por lo tanto se envuelven en el paquete de la cultura general que conforma la expresión de una época y momento determinados. Cultura quizás, arte ni hablar.
Todas las expresiones corporales así como las representaciones estéticas nunca nos han hecho avanzar a nivel personal y por lo tanto no las consideramos arte. Es NUESTRA perspectiva ya que desde siempre nuestra concepción de ARTE es aquella que nos obliga a reflexionar y a buscar introspectivamente los fallos de nuestro sistema interno de valores, de prioridades, de carencias y traumas que nos condenan a la equivocación reiteradamente abriendo el paso a una sucesión de malas elecciones vitales que nos van mermando la visión extensiva de la realidad y cada vez acotando y colimando la capacidad cognitiva.
Con los años en vez de volvernos más sabios nos volvemos más inflexibles, empecinados en hacer prevalecer nuestras ideas por encima de las de los demás. En vez de colaborar con el prójimo para hacer más amplias sus y nuestras miras, tratamos de eclipsarlo y poner en entredicho su realidad, jamás la nuestra. En vez de enriquecernos nos empobrecemos. El arte tal y como lo entendemos debe forzarnos a confrontar todas nuestras limitaciones y ayudarnos a oponernos a los miedos que nos impiden romper con los moldes de nuestras barreras mentales. Arquitectura, dibujo, pintura, diseño, danza etc, nunca nos han aportado aquello que andamos buscando y, por lo tanto, los hemos desechado como objetos capaces de despertar el más mínimo interés.
Unos actores tan falsos como el decorado. Una escenografía de estudio mal estudiada. Por no hablar de la inexistente calidad de los diálogos que aumenta los niveles de melatonina y acrecenta la sensación de estar cayendo irremediablemente en los brazos de Morfeo a pesar de liderar la liga contra la tan aclamada e internacionalemnte conocida siesta. Nada, que no hay manera a pesar del empeño y voluntad por nuestra parte en aprender las maravillas de Bauhaus.
No sólo no logran interesarnos por el susodicho Walter y sus maravillas sino que nos aleja de su mundo y de sus ideales a los que esta serie no rinde homenaje en ninguno de los casos "La forma sigue a la función" intentando unir el uso y la estética.
Ni fondo ni forma aparecen representados más que por un hueco aburguesado.
