Caca, culo, pedo, pis: con la misma finura que el pellejo de una mierda
Reírse de una deformidad, hacer alusión constante a la orina, las heces o el semen... ¿En serio, Netflix?
El viernes 10 de abril Netflix abortó.
Los hermanos Schaffer, de los que Jeff Schaffer ha sido en parte responsable de títulos como: "The League", "Seinfeld", "Curb Your Enthusiasm" y una de las útlimas comedias de FX añadidas a la parrilla de HBO "Dave", también malparieron al dúo dinámico "Los hermanos Rodman".
O la serie fue MUY barata o Netflix debería hacer revisión de su proceso para la concesión o compra de guiones. "¡Netflix tenemos un PROBLEMA!" y grave.
La serie trata de dos hermanos, Wilhelm (Alan Aisenberg, "Orange is the new black") y Adam Rodman (Mike Castle, "House Guest" "Clipped") separados voluntariamente en su época adolescente por no soportarse. ¿Quién no ha tenido diferencias con los lazos de sangre?
Wilhelm, cuyo nombre de origen era Will, encontró bajo esta forma una sonoridad más teutona. Primer gran ¡¡¿¿Y??!! Poco, o más bien nada, dotado para los negocios, ve cómo su cervecería se está yendo a pique.
Un día aparece su hermano Adam bajo el pretexto de no tener otro lugar donde ir. Todos esperamos que sea un refuerzo para sacar de apuros a Will pues tanto el uno como el otro son genios en la fabricación de cerveza. Sus opuestas personalidades chocan cada vez que intentan trabajar codo con codo. Cada uno tiene una metodología de trabajo que refleja su personalidad y a pesar de completarse, no pueden sufrirse el uno al otro.
El pistoletazo de salida lo da la confección de una nueva cerveza especialmente concebida para que el único distribuidor de la zona la coloque en restaurantes. Los hermanos Rodman cada uno por su lado, movidos por su enemistad y ganas de ver su producto ser el elegido se ponen manos a la obra intentando sabotear la cerveza del otro.
A partir de aquí asistimos con incredulidad a todos los gags cuyo punto de partida y final es "caca, culo, pedo, pis". Sencillamente ALUCINANTE. Con nuestra cerveza recién abierta esperamos a que los efluvios del alcohol surtan efecto... primer episodio. Aguardamos a que se produzca una alteración de la conciencia...segundo episodio. Tercer capítulo... demasiado "pal body".
Entre bromas sobre fluidos corporales de diversa índole, trifurcas de nivel neonatal o la terrorífica comprobación de que si la teoría sobre la Selección Natural es certera, estamos a años luz del Estado de Alarma y en serio peligro de extinción.
El tratado de Darwin sobre el "Origen de las especies" es claramente el reflejo de una época anterior a la nuestra. Los Rodman son el ejemplo sobre el que debería basarse una nueva "fetología" pues es IMPOSIBLE que dichos engendros compartan ADN de tipo alguno con nuestra especie.
Por otra parte hemos salido de dudas: no hemos visto indicio alguno de nuestras comedias predilectas por lo que o Jeff Schaffer se ha quedado en la retaguardia y en silencio o de haber participado más le hubiera valido quedarse callado.
¿Cómo era aquella frase de Mark Twain que ya hemos utilizado en otras ocasiones? "Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda". Extrapolándola al ámbito creativo tiene el mismo efecto.
Carmen Flood interpreta a Sarah, la amiga que reprende a los hermanos y que tiene su momento de gloria y presunta gracia con su "oreja de coliflor". Para que esta crítica no resulte del todo absurda hemos indagado en la deformidad para saber si era una ingeniosa invención del guion y no. La "oreja de coliflor" existe realmente y es conocida como "hematoma auris". Es una deformidad habitual de los luchadores. Sucede cuando el órgano recibe un golpe brutal y se crea un hematoma entre el cartílago y el pericondrio (que es la capa que envuelve al cartílago PERI: alrededor CONDRIO: cartílago). El hematoma impide que el cartílago reciba los nutrientes u oxigeno suministrados por los vasos sanguíneos del pericondrio produciéndose así la muerte celular del tejido. El hematoma sin reabsorpción se transforma en coágulo, palidece y reseca, arrugándose y tomando la forma final conocida como "oreja de coliflor".
Como hemos dicho, los gags que desfilan en la pantalla son de un nivel insoportablemente bajo. Como reírse de una deformidad, las constantes alusiones a la orina, heces o semen pasando por situaciones que más que risa provocan respugnancia desafiando los límites de lo humanamente tolerable, mezclano mierda y comida, micciones y bebidas en un conjunto al que al humor le sobra la R.
Una comedia muy poco acertada que traspasa las barreras del decoro y buen gusto trayendo a la memoria la locución de una vieja amiga que siempre nos provocó cierto asco.
Los "Brews Brothers" tienen la misma finura que el pellejo de una mierda.
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