¿MAD MAX?, ¿SUBVERSIVA? ¡¿EEEEh?!.... ¡¿A QUIÉN INTENTÁIS ENGAÑAR?!
Pues estábamos viendo el primer capítulo de la serie "DayBreak" que Netflix estrenaba ayer mismo y se coló un comentario en culturaencadena.com con el que casi nos morimos de risa. Reza así:
Pedro Pérez - "He visto el primero y es mala como el sebo, pretenciosa, sin hilo conductor coherente, falta de realidad, un ñordo de serie."
Nuestra perplejidad fue tal que no sabemos ni por qué punto empezar a destriparla porque, en efecto querido Pedro, es un ÑORDACO, si nos permites la expresión tan bien elegida.
Y es que Netflix está enñordado, ¿Quién lo desenñordará? El desenñordador que lo deseñorde no sólo un buen desenñordador será sino que algún que otro milagro obrará porque no veas cómo estamos Señores de Netflix. Cubriéndonos de gloria y sobretodo esta semanita... Para originales, nosotros.
Hecha con cochambrosa socarronería de dudoso gusto humorístico y estético, la serie plantea una vida post-apocalíltica en Glendale, California. Es ahí donde el personaje principal Josh (Colin Ford de Sobrenatural), un marginado de la escuela secundaria de 17 años, conoce a la que será su novia Sam Dean (Sophie Simnett) y a la que estará buscando desesperadamente tras el accidente apocalíptico.
Acompañado por un variopinto grupo de personajillos llamados inadaptados como Angélica, una pirómana de 12 años (Alyvia Alyn Lind de Revenge) y el ex matón de Josh Wesley (Austin Crute de Atlanta), ahora convertido en un samurái pacifista.
Hoy en día se gratifica con este calificativo (inadaptado) a casi cualquiera que sea mínimamente diferente y por supuesto, discrepamos. Inadaptados son Tom York, Charles Bukowski, Kurt Cobain, James Morrisson, Sylvia Platz, etc, y no este desfile de adolescentes que por no tener instagram son considerados las rarezas del siglo. Es insufrible toda esta marea de apelativos y etiquetas totalmente desvirtuados en favor de la corriente estándar. Todo pierde gravedad y significancia, esto sí que debería ser llamado: a-mucha-(e)lipsis!
Josh intentará mantenerse con vida entre las pseudo-pandillas al estilo Mad Max (deportistas "malvados" y un elenco de cabeza-huecas por el estilo), unas criaturas llamadas Ghoulies que no son más que zombies, y otras ridiculeces que vayan apareciendo por el camino de las que no podemos hablar porque nos plantamos antes del "the end" del primero por no poder soportar tanto despliegue de ingenio creativo.
La máxima finura de la sutiliza inventiva se materializa cuando nos hacen asistir, perplejos, a una exposición sobre las nueces de California. Así, cascada de la nada el director del instituto "NUT FREE" se enorgullece de presentarnos los frutos secos producidos en la región. Pim pam... sin ton ni son.
Y uno se queda a cuadros porque estas salidas supuestamente cómicas nos caen como el a(s)no que las ha parido.
Daybreak se define "en parte como una saga samurai, una parte entrañable de la mayoría de edad y una parte de Battle Royale ". Que se defina como quiera no deja de ser la copia de la copia de la copia. Una mezcla entre mad max con niñatos y walking dead por temática. ¿Battle Royale? Ok, si se empeñan ¿Por qué no?
Mal hecha, mal interpretada, sin coherencia, todo en modo "american cani" coña. Y nos preguntamos ¿Qué hay que hacer para que Netflix ponga pasta en un proyecto? Nos vemos capacitados para sin lugar a dudas hacerlo mejor. Ni que sea por las ideas e imaginación ya tenemos un equipazo dispuesto a ponerse manos a la obra en la redacción de un guión.
Con la de basura que compráis ¿No os sobrarían unos eurillos para nosotros?