1-. INTRODUCCIÓN A LA AMPLIA RESEÑA: NI POLÉMICA... NI NADA. NADA MÁS QUE AIRE
Tras franquear el ecuador de la primera temporada concluimos que la tomadura de pelo ralla el descaro. Ya es suficiente, e incluso sentimos que la hemos alargado demasiado para poder reseñarla con garantías. Si de algo podemos dar fe es de que hemos comprobado que los límites de nuestra paciencia son inescrutables y del orden de lo divino, como los caminos del Señor.
5 capítulos del tirón esperando que "algo" pasara... y nos quedamos suspendidos de los puntos suspensivos. ¡Suspenso total del suspense! "Dios proveerá y nosotros preveremos lo prefijado como visible". Palabra de CEC SERIES, y de nuestro espíritu.
Sinceramente, esperábamos un poco de proteína y no tanto hidrato de carbono o almidón para seguir engordando el mito. Nada de nada, a parte del reclamo marketiniano absolutamente vacío que no nos aleja del convencimiento de que tanto Jesús como Hitler fueron y siguen siendo las más lucrativas marcas de la historia de la humanidad, con la ventaja de no tener que pagar por los derechos de imagen. Es, el de la fe, un tema peliagudo que levantará polémica sea la forma en que sea que se toque.
Siempre habrá quien se ofenda a la más mínima rozadura, aún siendo de soslayo. Así que, frontalmente, echaremos mano de Carl Jung: "El fanatismo es una sobrecompensación de la duda". En este caso no hemos visto indicio alguno de controversia o de posible ofensa religiosa, y a menos que la imagen de Jesús viajando en avión en pleno siglo XXI pueda ser tomado como insulto, no entendemos la polémica creada entorno a la serie. Sólo nos resta suponer que se trata, una vez más, de alguna artimaña comercial para inflar el globo de aire (oxígeno, nitrógeno y argón, sin forma definida ni color) en temas de audiencias.
ENCADENADO: MESÍAS, CANCELADA POR NETFLIX. NO HABRÁ 2ª TEMPORADA
2-. el "argumento"
Debemos decir que no hemos leído la Biblia ni el Corán, y que no hace falta disponer de los datos de las sagradas escrituras para entender y criticar el producto televisivo: todo un alivio. El 'Mesías' de Netflix se puede resumir de la siguiente manera:
En plena guerra Siria en el 2019, bajo una tormenta de arena y los bombardeos a Damasco, aparece una figura de pelo largo y ataviado de una túnica amarilla, el mesías "Al Massih" (Mehdi Dehbi), que se pone a predicar la palabra de Dios en medio de los altercados. El flautista de Hamelin, así lo apodan en la CIA que, al día siguiente, ya está alertada de la presencia un hombre conduciendo su rebaño (o sus 2000 "followers") a través del desierto de camino a Cisjordania.
En la frontera es apresado por las autoridades e interrogado por Avrim Dahan (Tomer Sisley) un policía local con una vida desbarajustada, como buen policía que es. La voluntad de Dios hace que el Mesías huya de la prisión y aparezca en Texas en medio de la conmoción que un tornado está causando. El pastor Iguero y su familia lo estaban esperando como respuesta a sus plegarias. Eva Geller (Michelle Monaghan) agente de la CIA hará cuanto sea necesario para perseguir y apresar al Mesías.
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3-. CRÍTICA DE 'MESÍAS' ('MESSIAH') DE NETFLIX
Durante los 5 primeros capítulos jugamos al gato y al ratón sin mucha más sustancia que la expuesta anteriormente.
Nos molestan -y no toleramos- los giros de dirección con los que nos obsequian los guionistas. Son los tan perseguidos trucos que se sacan de la chistera, y a nosotros de quicio. Especialmente, al terminar los capítulos. Un ejemplo es (Cuidado spoilers) el de hacernos creer en la presunta enfermedad de Eva Geller: intentar manipular nuestras mentes, apuntar hacia una dirección y de repente clavar el freno y derrapar. El maldito giro de guion gratuito. Llevamos un rumbo y velocidad sostenidos, y completamente salida de la nada más absurda te clavan una teoría que explica el comportamiento del juez limpiando su conciencia: todo cuanto se había construído entorno a Eva Geller se desmorona. INTOLERABLE.
No soportamos a los que tiran de impresionismo e ilusiones para embaucar al público. A pesar de nuestra ira sabemos que otros exclamarán "¡ostras, qué bueno!". En nuestra opinión, de bueno poco y de patético mucho, porque es dinamitar una construcción que se ha ido edificando con el paso de los episodios. Entonces... ¿para qué tanto trabajo? ¿Para qué tomarse la molestia de ir poniedo piedra tras piedra si luego lo destruyen en 30 segundos, que es lo que dura la secuencia? Ridículo y ofensivo.
Asimismo, repasamos los puntos claves del naufragio de 'Mesías', a nuestro modo de ver las series y los productos culturales:
- Una trama que relata las desinfladas andanzas de "El Mesías" por el mundo: descafeinadas, vacías y totalmente desprovistas del más mínimo interés. Seguramente la misa de los domingos tiene más "punch".
- No le vemos sustancia de ningún tipo: no hay nada que nos alimente ni susceptible de captar nuestra atención.
- No hay hilo argumental más allá del que hemos ofrecido como sinopsis o resumen. Pobre.
- Desprovista de diálogos interesantes. No buscamos la acción vacía porque también nos acaba aburriendo. Estamos en perpétua búsqueda de petróleo que subyace en los intercambios verbales o sensoriales. En vez de oro negro, hallamos "ajo y agua".
- El personaje principal es más críptico que los propios Evangelios, de los cuales somos conocedores únicamente a través de la ficción, que siempre nos los presenta en clave de enigma. El Mesías supera el misterio de la palabra Bíblica.
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Si ya no atendimos a clases de catequesis rebelándonos desde bien jóvenes contra el sistema eclesiástico, ni qué decir tiene que no vamos a seguir tragando más 'Mesías' porque sí. Estimamos que 5 capítulos son más que suficientes para desechar la serie. De hecho, y para más INRI, ya que estamos con la semántica relacionada, con las primeras impresiones podríamos habernos ahorrado los 4 siguientes que han sido nuestro vía crucis arrodillados. No podemos tampoco decir que sea una ficción hecha desde el fundamentalismo dogmático, así que su resultado es fofo y amorfo. Carece de pasión, y eso que habla de Cristo: escatima en palabras, adolece de vaguedad y la espera de explosión argumental se apoltrona en el purgatorio.
Es posiblemente un elemento que mantendrá a muchos en vilo y a la expectativa, como nosotros. La demora no ha sido más que por esta manipulación de la que hemos sido víctimas conscientes y voluntarias, intentando ponernos en la piel de aquellos que la sufrirán hasta la meta para evocar una decepción hacia sus adentros "pues no era para tanto". Pues no, no lo era.
Para compensar tanto vacío espiritual, nada mejor que seguir encadenando cultura (que es a lo que en este portal nos dedicamos) y recurrir al arte de verdad, puro y duro, de uno de los pocos Dioses en que sí creemos: Nick Cave y su "Into my arms", que se puede escuchar en uno de los capítulos de la excelente primera temporada de otra serie de Netflix que sí nos llena de contenido: "After Life".
Esto es "Into my arms", un tema para SEGUIR CREYENDO en la pureza y la belleza del arte y de nosotros mismos.
Pues yo ya me muero d eganas por que hagan otra temporada. Y el final buenisimo ¡¡¡¡ No entiendo como pueden criticarla. Bueno gente que si le tocan un poco los esquemas se ponen las manos en la cabeza. Pensaba ya no quedaban de estos en el siglo XXI