¿Superproducción? ¿Ambicioso drama histórico? ¿Gran factura técnica? ¿Despliegue visual? ¿Pero qué nos estáis contando?
Las motos se las dejáis mejor a Pablito.
Las llamas arrasaron todo cuanto publicamos el día de su promoción. VER ARTICULO
"La serie muestra la historia real de un conflicto global, contada a través de varias historias personales inspirada en hechos reales" rezaba trascendentalmente la nota de prensa.
¡Y tan reales como la IIGM! A parte del marco histórico, es todo ficción. Un folletín de poca monta. No entendemos cómo Helen Hunt ha accedido a protagonizar semejante coñazo soporífero. Desde luego será que nadie vive del aire, que los años pasan y las carnes flaquean y sobretodo que hay que pagar las facturas y comer cada día.
Un caos y un terror de cartón piedra donde los decorados son tan pobres como el elenco de secundarios. Se quedaron cortos de presupuesto. A destacar el patetismo de su guión que, en serio, lo vivimos como un insulto no porque tengamos la piel muy fina sino porque es LAMENTABLE:
- Básico: "EL VALOR DE LAS HISTORIAS HUMANAS EN MITAD DE UN CONFLICTO GLOBAL DEVASTADOR: LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL" no trata de la segunda guerra mundial sino de los humanoides con sus mismas reiteraciones, anhelos y cagadas de siempre en medio de una guerra. No deja de ser pasión de gavilanes a lo: wwII.british way. com
Harry es un joven inglés de clase alta que trabaja como traductor de la Embajada Británica en Varsovia, donde conoce a una risueña camarera llamada Kasia, por supuesto empieza un idilio con ella mientras que, Lois, su prometida, ¡oh sorpresa! lo espera en Manchester, trabajando en una fábrica e intentando labrarse una vida mejor aprovechando las nuevas oportunidades que están surgiendo. ¿Valor en esta historia? ¿Cuál? Si por lo menos tuvieran la decencia de presentarla en profundidad surcando las emociones de los personajes, todavía tendía un pase pero las fallidas actuaciones no nos llegan.
En París, Albert se gana la vida como saxofonista en un club de jazz. Allí conoce a Webster, un atractivo médico americano (siempre tirando de físico y estatus) que se encuentra trabajando en un hospital de la capital francesa.
Nancy (Helen Hunt), una experimentada corresponsal de guerra norteamericana, es incapaz de encontrar la paz a menos que su vida esté en peligro constante, humana demasiado humana.
En Berlín, la familia Rossler sigue angustiada por su hijo, en el frente, y se muestra dispuesta a hacer cualquier cosa por proteger de la mirada del régimen nazi a su hija discapacitada.
- Mal actuado: No nos creemos NADA de lo que nos cuentan unas caras de miradas vacias y nula expresividad.
- Mal traducido con aberraciones del tipo "haz lo más correcto, no lo más británico". ¿Lo más correcto? Lo más correcto es que enviéis de vuelta al cole a los que adaptan el guión y lo más adecuado es que pongais a alguien que sepa hablar y escribir que no tiene porqué haber salido de la universidad. Tanta titulitis para luego confundir escuchar con oir y, ya que estamos puestos, añadir la más absolutísima gravedad a lo más correctísimo entre otras barbaridades. Y si arremetemos tan vehementemente es porque no es la primera ni será la última vez que escuchemos, perdón, oigamos estas faltas que no son graves dentro de los absolutísimos pero que elevado a un medio DE PAGO, ni siquiera público, resultan ser críticas y determinantes a la hora de demostrar que la cultura se pierde.
- Mal doblado: unas voces que, de nuevo, siguen la línea de la escuela española de las artes escénicas.
- La eterna segunda guerra mundial que ya ha dado de comer a millones de creadores: El asedio de Varsovia, la batalla de Dunkerque, la caída de París en manos de los alemanes y el arranque de la II Guerra Mundial son temas que ya huelen mal. Con toda la ficción disponible sobre ello, si te vas a meter en camisas de once varas mejor que lo hagas con cierta dignidad y no un presupuesto coartado.
En definitva una gran sandez que seguramente ha costado millones: no entretiene, no enseña, no transmite y no obtendrá resultados a nivel de visionado. ¿Cuál era el objetivo real tras esta compra? Ya no pensamos ni en la creación sino en la compra por movistar. ¿Era una ganga? ¿Una oferta? ¿Un quid pro quo? ¿Un favor a la BBC?
Ni lo sabemos ni lo sabremos lo que está claro es que no la veremos.
