40 días, 40 series - Especial Cuarentena en CEC
Netflix nos lleva a la década de 1980 con la serie polaca "En la ciénaga" o "Rojst" como su nombre original indica.
La serie se compone de 5 episodios y fue la primera producción original del servicio Showmax, la plataforma que apareció en Polonia a mediados de febrero de 2017 y que se retiró a finales de enero de 2019. Netflix adquirió los derechos de emisión de la serie pero no fue responsable de su desarrollo.
Durante la década de 1980 en las afueras de la pequeña ciudad de Gronty, olvidada al suroeste de Polonia, dos cuerpos aparecen brutalmente asesinados. Las víctimas son el camarada Grochowiack, un activista comunista local, y una joven prostituta de 22 años. Al mismo tiempo, dos adolescentes, Karol Wronski (Jan Cięciara) y Justyna Drewiczówna (Nel Kaczmarek), se suicidan quedando este asunto encubierto. ¿Estarán los suicidios relacionados con los asesinatos?
Witold Wanycz (Andrzej Seweryn) es uno de los periodistas de la prensa local el "Kurier" que se interesará por ambos casos más allá de lo recomendable. Al mismo tiempo, el joven editor, Piotr Zarzycki (Dawid Ogrodnik), hijo de un activista de alto rango de Cracovia, comienza una investigación periodística por su cuenta. Cuanto más se involucran en las aguas pantanosas, más complicado les resulta salir de ellas.
Inquietante y lúgubre esta producción hace una recreación de los 80 de lo más cuidada. Refinamiento de forma con lamentablemente, un enorme y exasperante hueco de guion. Los 5 episodios pasan como el agua: sin sabor, sin olor y sin cuerpo.
Uno tras otro se suceden dejándonos perplejos ante el desarrollo que no engancha y perdidos ante la encriptación de los diálogos de tal forma que llega el quinto capítulo y uno todavía no tiene claro quién sabe qué ni quién es quién. Desde esta orilla del pantano, "rojst" es un lodazal donde cada personaje se revuelca, se pringa, se ahoga y nos quedamos impasibles ante el espectáculo. No sentimos, no lo vivimos, a penas entendemos las idas y venidas de Wanycz, de la milicia, de los altos cargos, de la viuda de Grochowiack (Magdalena Walach), de la mujer de Piotr, Teresa (Zofia Wichłacz) o de Piotr él mismo.
Esta vez no nos mojaremos y diremos que está mal estructurada porque ni siquiera estamos seguros de que sea su configuración la que falla. Sí estamos convencidos no obstante, de que en su fondo algo chirría y no logra convencernos. El final es para premio porque después de todo el despliegue que montan para hacer la paella, te acaban vendiendo unas patatas de bolsa. La sensación general es esa: "mucho ruido y pocas nueces" en la disposición de la filarmónica para acabar escuchando el "aserejé".
Con la República Popular de Polonia de fondo, un caso de asesinato de lo más trillado presenta sus credenciales poco creíbles. Lo que podemos asegurar es que el pan con el que los niños nacen bajo el brazo, en Polonía se remplaza con una botella de Vodka y un pitillo en la boca. ¡No veas como le da(ba)n a todo!
La década de los 80 en Polonia la hemos vivido sobre todo a través de otras historias que nos llegaron de la magistral mano de Krzysztof Kieślowski. Sus producciones que siempre presentan una realidad dura, gris, complicada y que no habrán tenido el protagonismo que merecen. Pensábamos que debíamos rescatar y volver a olfatear el cine de Kieślowski para estar listos de nuevo y comprender "En la ciénaga". Ya fantaseábamos con la trilogía que en su día nos enamoró de este creador y que ahora recomendamos tras haber presenciado la terrible producción que se va a quedar en esa ciénaga. "Tres colores: azul", "Tres colores: blanco", "Tres colores: rojo"
El estreno de "En la ciénaga" se publicitó con gran pompa, también aquí pero sólo muestra la decrepitud de un regimen que se hunde engullendo las almas de todos los que conforman sus engranajes incluidos la de la producción misma que es torpe en desarrollo y vacía en contenido.