Emoción y risas a partes iguales: ¡Nuestra felicitación a TODOS los responsables y protagonistas!
Pedro (Kike Pérez), apodado "el Grasa" por el evidente perímetro de su circunferencia (¡eh! sobre todo, con cariño), es un joven más de un barrio marginal de Sevilla. La delicuencia, los chanchullos y trapicheos forman parte del modus vivendi de sus habitantes. Ni estudia, ni trabaja, ni produce.
Vive con el tito (Luifer Rodríguez), un camello de poca monta y demasiada imaginación que corta el bacalao de la zona.
Debido a un infarto sufrido en plena tienda de "los chinos", recibe la dura advertencia del médico (Antonio Dechent): si no cambia de estilo de vida, lo más probable es que muera pronto. Así, Pedro, se ve forzado a empezar de cero. Deberá mudarse de barrio (pues el actual le provoca taquicardias), buscar piso, encontrar trabajo y apuntarse a alguna actividad física. Esos son los menesteres que conformarán el ritmo cotidiano de el Grasa. ¿Será realmente beneficioso cambiar el "fare niente" por el desenfrenado y enfermizo sinsentido de la sociedad actual?
Pedro y su círculo de amistades se rigen por la "ley de la calle", cuyos valores chocan violentamente con los del "civilizado" mundo en el que nadie dice lo que piensa ni piensa lo que dice. Las actuaciones públicas y la socialización están lejos de ser comprensibles para Pedro, que anda perdido en el nuevo escenario del que se está viendo rodeado...
Crítica de la serie GRASA de Playz de RTVE
Con mucha desconfianza y sin expectativa alguna, 'Grasa' nos sorprendió alegrándonos muy gratamente, y sólo tenemos palabras de agradecimiento por habernos rescatado del accidente que tuvimos con otra nueva serie española: "Madres", de Amazon Prime Video. Si hay que apoyar a las series españolas, que sean como esta: con alma, con los conceptos claros, intentando aportar algo constructivo, sin formar parte de operaciones comerciales vergonzosas, y sobre todo sin ese embutido cerebral que sigue justificando las mismas torpezas de siempre.
'Grasa' es una serie salvaje, plenamente alineada con nuestra cruzada particular: atacar frontalmente, sin tapujos y con mucho arte, todo el absurdo sistema protocolario del escaparatismo en el que se han convertido nuestras vidas.
Esta última ya es razón suficiente para recomendar "Grasa". Pedro se ve sometido a situaciones necesariamente engrosadas y caricaturizadas para reflejar el descabellado e impensable panorama del día a día. Kike Pérez está rebosante, pero de buen hacer.
Una serie que demuestra que la cultura no está reñida con la estupidez humana, ni la nobleza con la clase social. La honradez y la dignidad personal, la palabra, los pactos de silencio y el cómo pagar una deuda son muchos conceptos que Grasa recoge en un intento de educar a la juventud. Y lo hace con esos valores de la calle tan impopulares, pero mucho más puros y reales que los de la "sociedad de bien" que se mueve a golpe de talonario desde la interpretación anti-capitalista y la masturbación mental abstracta del arte.
La dictadura de la imagen que nos ha vendido "salud" está aquí magníficamente materializada en la figura del indigesto Adonis (eh! con cariño) interpretado por Octavi Iglesias, que se sitúa en total contraposición con el dionisíaco "El Grasa": "A mí estar gordo me da lo mismo, vengo al gimnasio para estar vivo" le contesta la croquetita al c(r)oquetón.
La muestra de agradecimiento de Pedro a su salvador, el chino, nos conmueve: porque la belleza no se rinde ante el poder y la justicia es causa de admiración.
Nos vemos en la obligación moral de comentar el papelazo de Luifer Rodríguez que, entre coliflores, frutas y camisas, tiene que lidiar con una pandilla que no le sigue mentalmente. Su paranoia está justificada, y su figura es claramente cómica. Pues sí, nos ha arrancado alguna que otra carcajada por el personaje que se erige como tuerto en un país de ciegos pero que, a su vez, es igual que el resto. No por estar dotado de mayor entendimiento se llega más lejos. Es la ilustración perfecta del refrán "vale más ser cabeza de ratón que cola de león".
La caja donde guarda las "coliflores" la recordamos todos... ¿Quién no ha visto ESA caja de botones en casa? Gracias por trasportarnos a una infancia ya lejana.
Grasa nos ha conmovido y hecho reír, y seguramente nos provocará algún que otro llanto en próximos capítulos, pues rezuma pureza y frescura. Las actuaciones no tienen esa fatídica carga robótica del que está recitando un texto. Creemos que han sido llevadas con maestría y cierto grado de improvisación porque se perciben, salvo en algún momento, totalmente naturales.
Finalmente felicitar a todos los que hayan tenido responsabilidad en el proyecto y hayan sabido ver el diamante en bruto que es. Queremos recomendar "Grasa" especialmente a todos los que hayan dicho que lo mejorcito del panorama actoral español se lo ha llevado "Madres" y con lo que, por supuesto, no estamos de acuerdo.
En esta producción española hay mucho más talento por explotar, y desde Culturaencadena.com queremos instar a que brote con toda su fuerza.
GRASA es una pequeña gran serie con un Pedro tan GRANDE como el protagonista de "Corazón Gigante" (película siempre recomendada por CEC CINE).