Totalmente deslumbrados, enganchados. Todavía hay imaginación en el mundo.
Definitivamente sí, maratón no por obligación sino porque el mundo de Steve Niles nos dejó pegados al sofá hasta que los ojos pidieron clemencia y nos obligaron al arduo trabajo de ir a la cama. "Del sofà a la cama y de la cama al sofà", el equipo CEC series mantiene una actividad física envidiable.
Podemos decir que esta sí nos ha gustado y que no hace falta leer los cómics para entender la serie. Por lo tanto tampoco sabemos si hay guiños de cara a los fans, eso nos lo tendrán que decir los que sí se hayan zambullido en su lectura. El resultado que nos devuelve Netflix tiene altas dosis de innovación e imaginación y ambas son más que bienvenidas en la era seriéfila donde la mayoría de veces asistimos al reciclaje de un producto sin elaboración alguna. Aunque la materia prima sea buena, si la adaptación no tiene una dedicación, cuidado y mimo especiales, el resultado acaba siendo nefasto y viceversa naturalmente. A pesar de que una idea de base no sea excepcional, un buen guion puede obrar milagros. Lo hemos visto y denunciado en una infinidad de ocasiones y seguiremos haciéndolo.
Contra todo pronóstico, pues como ya saben nuestros lectores el equipo no es precisamente fanático de la acción, "La facción Octubre" nos ha gustado mucho. Encantar formaría parte de un registro más elevado al que no llegamos. No obstante, ha sido una grata sorpresa vernos interesados por la trama.
Ni la puesta en escena, ni los efectos especiales ni el guion nos han parecido destacables, la verdad sea dicha. Lo que nos ha sorprendido es el hecho de estar asistiendo a lo de siempre pero con toques frescos. Un halo de misterio envuelve el global y nos devuelve un interés sostenido. No tenemos ni idea de hacia qué dirección apunta la serie y lo único que podemos hacer es dejarnos atrapar por los enigmas que se van encadenando hasta que en pantalla aparecen Dios y su madre en un batiburrillo de adefesios polimorfos engendrados por una imaginación desbordante.
Vampiros de nueva generación, hechiceros, ocultismo, cazafantasmas, visionar el pasado, presente y futuro, espiritismo y el despertar del mal. ¡Venga! Todos juntos, revueltos al unísono hacen que, en este caso, el exceso se revela hasta divertido. Nos hemos reído un buen rato porque no creemos que nadie pueda tomarse a pecho la producción. Parece incluso que se burle de todo este universo de criaturas fantásticas añadiendo cada vez más especies mientras que papá y mamá son James Bond versión 7.0.
A todo esto hay que sumarle que papá tiene flojera y es un humano cavernícola lidiando con monstruosidades de origen desconocido, así que entre la caza de un vampiro y la de una hechicera súper poderosa le queda tiempo para echar una canilla al aire con la muñeca hinchada de silicona de turno.
Mamá por su parte entre un brick de leche y una caja de cereales saca el palo y reparte estopa de la buena. Los mellizos mestizos fruto del matrimonio Halle Berry y Pierce Brosnan ( o sus equivalentes low cost) tienen capacidades cognitivas fuera de lo ordinario.
El global es un suma y sigue sin parar que en vez de añadir afectación le quita hierro, o por lo menos es nuestra percepción. Nadie puede tomarse en serio tan superlativa hipérbole así que eso hemos hecho. Por una vez el cómic ha tenido algo de cómico.
Recomendable como entretenimiento, nada de buscar los misterios de la galaxia, ni mucho menos.
El conjunto es grotesco pero, sinceramente, nos ha mantenido enganchados a la pantalla hasta que el cansancio le ha ganado el pulso a la exaltación.