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Desde el Viernes 10 de julio, está disponible en este enlace de Amazon Prime Video la polémica serie chilena inspirada en el caso de la manada en el año 2016. Bueno, "inspirada" en su título y en la violación grupal.
"La Blanca" (Antonia Giesen), mayor de edad en la realidad y menor en la ficción, ha desaparecido de la escuela católica a la que asiste y de la cual su padre, Ibarra (Daniel Muñoz) es el director. Es la líder de la "la toma" una protesta en contra de los reiterados y silenciados abusos del profesor de teatro.
Se inicia una investigación policial liderada por la comisario Olivia Fernández (Antonia Zegers) y su colega Carla Farías (María Gracia Omegna). En paralelo un cuerpo es hallado sin vida, completamente desfigurado y con un tatuaje en el cuello. ¿Es el cuerpo de Blanca? La investigación de este caso será liderado por la criminóloga, y podríamos añadir vidente, Elisa Murillo (Daniela Vega).
Celeste (Paula Luchsinger), la hermana de Blanca inspirada en el personaje de Lisbeth Salanders, inicia una investigación por su cuenta en la deep web. Pronto averiguará la existencia de un juego virtual misógino para vengarse de las mujeres. ¿Quiénes son los jugadores? ¿Cuáles son las frustraciones para entrar en esta dimensión? ¿Quiénes son los promotores? ¿Con qué finalidad?
Crítica de la serie la jauria - cec series
En nuestro habitual artículo original de presentación de la serie nos preguntábamos, como siempre lo hacemos, sobre la moral y la ética de la utilización de un caso como el de "La Manada" para hacer ficción. ¿Los fines justifican los medios? Y, sobre todo... ¿cuáles son los fines en este caso?
Y ahora, más en particular: ¿Qué objetivo persigue "La Jauría"?
¿Ilustrar una realidad? ¿Dar voz a las mujeres? ¿Educar a las adolescentes? ¿No es no? ¿El derecho a protestar? ¿Un mero producto de entretenimiento?
No lo tenemos del todo claro incluso después de haber visto la primera temporada. El tratamiento que le dan al tema de la violación en grupo nos parece una simple excusa para sacar una serie trufada de reivindicación que conduce a un callejón sin salida. El feminisme de panfleto que le llamamos nosotros, se queda en griterío y se pierde en el espacio.
La serie no busca el morbo, eso nos ha quedado claro pero se suma a una larga cola de series que dan voz al maltrato femenino desde la ejemplificación y no desde la educación. A nosotros nos ha parecido un intento de remake de la excelente serie "Creedme" desde otra óptica. Las protagonistas femeninas nos recuerdan a las destacadas Toni Colette y Merrit Wever. Sólo a medias porque "La Jauría" es lo que tiene, que se queda a medias en todo.
El guión cojea desde el principio presentando a la criminóloga Murillo como una especie de vidente que va sacando teorías de la nada y sin que medie una metodología. Eso se debe a que es muy buena en su trabajo pero que al espectador le da la sensación de que el queso emmental es más compacto.
La comisario Olivia Fernández va soltando frases que seguramente serán alabadas por la facción radical feminista pero cuyo mensaje pierde la fuerza que debería tener y se convierte en chiste porque el relato no tiene la fuerza de convicción necesaria. Frases como: "Lo que quiere quien sea que esté detrás de este juego de mierda es justamente esto, separarnos y comernos una por una" (capítulo seis). El "divide y vencerás" es más viejo que el defecar y, en este caso, está mal utilizado.
Y queremos argumentar la razón por la cual la serie no tiene fuerza. El problema de base es de desarrollo. "La Jauría" se centra en el hecho y se queda en la anécdota en todas las subtramas que despliega. Se centra en el caso de desaparición, en el juego, en los culpables pero se queda en la superficie. No hay una exploración potente ni profunda de los personajes y "No es no".
Solamente se esboza la crisis adolescente de Gonzalo (Clemente Rodríguez), el hijo de Olivia, que está siendo víctima de Bulling en la escuela pero que de la noche a la mañana queda atrapado en la red de "el lobo". Para más inri y casualidades metidas con calzador, forma parte de su jauría "El Gringo" (Aaron Burstein) y nace el respeto inmediato.
La niñas protestantes se obcecan, se plantan y se mantienen firmes en su propósito de suspender las clases pero ninguna de ellas es capaz de explicar en qué puede ayudar al progreso femenino su acto de rebelión. O por lo menos nosotros no lo hemos entendido, igual que entendemos que ningún tipo de manifestación ruidosa arrastra al progreso por generación espontánea.
Siempre apostaremos por la educación de la masa, que eso es precisamente lo que falta en todas las sociedades del mundo. EDUCACIÓN. No por mucho gritar se evoluciona más deprisa. Hacen falta medidas extremas de reeducación y no solo en las escuelas. Hay mucho lastre que se remolca, demasiado y quizás en Chile y América Latina todavía más gracias al catolicismo que es la plaga y la peste que disemina el machismo. Y sí, somos ANTI-RELIGIÓN.
En cuanto a la serie, no vamos a ensañarnos con ella porque parte de unas buenas intenciones pero la intención no es solo lo que cuenta. Hay que tener muy presente que el hacer ruido, el gritar, el salir a la calle para obtener atención mediática no es más que la punta del iceberg. Son necesarias medidas radicales de erradicación de las religiones si en algún momento queremos una sociedad igualitaria que nunca veremos. Quizás dentro de 3 siglos, si el humano sigue sobre la faz de la tierra y no hay ni Dios ni Amo, podamos ver florecer la igualdad de trato entre ellos y ellas.
La serie es muy justita y, en nuestra opinión, totalmente innecesaria. Hemos visto ficciones mucho más elevadas que, con menos, ayudan mucho más. Sin ir más lejos, la nombrada "Creedme". Pero si de luchar contra las desigualdades entre hombre y mujer se trata, hay muchos otros títulos que recomendamos encarecidamente:
- Top of the lake
- Gentleman Jack
- Mrs América
- Why Women Kill
- Dummy
- Unorthodox
- Deep Water
- El nido
Tiene cosas tontas y absurdas como
Una mujer adolescente mata a un hombre delante de la.policia y no queda presa.
Una Detective que todas sus teorías le salen bien y encuentra en su mente todas las pistas que necesita para resolver un Crimen, una cantidad de subtramas que no llevan a nada. Cómo dice el movimiento.feminista: que el privilegio no te nuble la mente y creas que esto es una buena serie.