DESCONOCIDO NO Y NOVEDOSO TAMPOCO
AQUÍ NO VAMOS A HACER PROMOCIÓN SINO UN ESTUDIO
Muchos son los personajes que florecen en esta serie de Movistar que se despliega en horizontal y va avanzando al tiempo que se extiende.
Carla Torres (Nathalie Poza) es la jefa de la Unidad de la Investigación Policial contra el terrorismo yihadista. Casada con Marcos (Michel Noher), también agente de la misma unidad y padre de Lúa (Alba Bersabe), la pareja está enfrentando una separación. Carla además, confrontará en soledad graves problemas de salud.
La unidad consigue detener a Salah Al Garheeb, el líder terrorista más buscado del mundo. España se convertirá en el centro de atención y principal objetivo terrorista. El hijo de Al Garheeb articulará desde Nigeria todo un equipo para hacer saltar por los aires un centro comercial en Girona.
Fele Martínez será el superior de Carla en una actuación más que correcta.
Miriam (Marian Álvarez) junto a Carla, representará la facción femenina en un mundo regido por la testosterona. A las mujeres que "La Unidad" emplea, se les permite muy poco despliegue de personalidad propia. Incurren en el error de rizar el rizo a la contra especialmente Nathalie Poza. Su personaje es tan rudo que se (con)funde con cualquiera. Por pensar en un ejemplo: Carrie-Anne Moss en "Wisting". Son personajes patronizados que cumplen con su función y basta. No hay empatía con los mismos porque no se destaca ningún rasgo característico con el que podamos sentirnos representados.
En contrapartida tenemos a Luis Zahera que nos obsequia con una interpretación magnífica de Sergio, un agente cuadriculado y formateado para no saltarse los límites establecidos por ley. Sus argumentaciones están sostenidas por un texto legal al que recurre compulsivamente sin pestañear ni despeinarse borrando la impostura del que recita unas líneas guionadas y que ninguno de sus compañeros de reparto logra difuminar. Lamentablemente, este es el segundo de los fallos de la serie.
En su despliegue "La Unidad" comete el error principal, según nuestra visión, de querer abarcar demasiado. Su estructura desplegada en horizontal por la apertura de varios frentes al unísono, la hace expandirse hasta quedar desperdigada. Los 3 primeros capítulos zarandean al espectador en demasía. De Francia a Madrid, Girona, Nigeria, Melilla de nuevo Francia, Girona, Melilla, Girona, Madrid... hasta el punto de no saber quién está dónde.
No es hasta el cuarto capítulo, cuando ya sólo quedan 2 para el final, que el entretejido empieza a despegar y consolidarse. Se han preocupado demasiado de expansión y no tanto de profundidad por lo que el avance de la trama se complica con tanta presentación. Al final deja la sensación de decepción y de hueco al ver que la columna vertebral del relato no era tan complicada. El andarse con tantos rodeos provoca que los personajes principales tengan poco recorrido. Demasiadas tomas y planos fugaces que ocupan lugar, tiempo y aportan poca información para, finalmente, quedar al descubierto una historia más bien manida.
Se le valora haber intentado subir el nivel de la ficción española creando un producto de la tierra más internacional. Buen intento y Dani de la Torre se merece por ello un aplauso. Sin embargo, y siempre enfocado a la mejora del producto, se ha descuidado la construcción de unos personajes verosímiles y los ha dejado en estándar.
¿Qué parte de la unidad es "lo nunca visto"? ¿Qué visión novedosa está ofreciendo?
La Unidad no es nada que no hayamos visto antes, el lema es puramente comercial para crear expectativas. No obstante, sí que es cierto que en España no se había intentado algo similar a la apertura de varios frentes haciéndolos encajar todos en un punto. La concepción de un guión de semejante envergadura debe de ser un desafío a varios niveles.
¿Se le ven las costuras a la serie con ese problema de las series españolas que siempre pecan de lo mismo: buenismo, familiaridad e inverosimilitud?
Ni buenismo ni familiaridad están presentes en "La unidad" pero los diálogos en español no logran desprenderse de la sensación de estar forzados. ¿Es el guión el responsable del encorsetamiento de la palabra? ¿Es la actuación? ¿Es la dirección? ¿Es un conjunto de elementos?
Hemos querido hacer la reflexión porque son muchas las ocasiones, salvo en "Grasa", en que las interacciones entre los personajes se notan falsas y metidas con calzador al tratar de embutir la explicitación de una situación. Al valer más una imagen que mil palabras, quizás se llegaría al mismo resultado por otras vías. No nos pasa en cambio con producciones extranjeras. ¿Será que no sabemos qué es natural en otros lugares? Nos hemos impregnado de la cultura de muchos otros sitios y sabemos cómo se interactúa quedando descartada como posibilidad el desconocimiento de la naturalidad de los intercambios.
Para apoyar lo anterior, sí que se nos aparece forzado en "la Unidad" la comunicación en francés, inglés incluso en árabe. Primero porque han tirado de actores españoles para representar forasteros ¿Por qué no han fichado actores franceses para el francés e ingleses para el inglés? ¿Presupuesto? Segundo porque las líneas no son naturales ni creíbles cuando tratan temas personales y, sin embargo, queda engrasado cuando discuten de temas laborales, sin llegar a desaparecer por completo esa sensación.
Guión, interpretación y dirección se combinan para este resultado que no es malo pero sí que lo amarra a una manera de hacer demasiado conocida y familiar de la que inconscientemente estamos cada vez más pendientes.¿Es posible erradicar ese deje? Sí, es posible, David Saínz lo logró en Grasa.
En definitiva, por los argumentos aportados, la unidad no es, ni mucho menos, una obra maestra pero sí que aporta una novedosa motivación por revender la ficción española con un lavado de cara más internacional. Falta mucho todavía por hacer pero es este, sin duda, un buen comienzo.
Desde culturaencadena todos nuestros ánimos a Dani de la Torre y a todo el elenco de actores. ¡Esperamos veros en una segunda temporada mejorada!