CRÍTICA Y RECOMENDACIÓN CEC SERIES
Basada en las novelas gráficas de IDW Comics de Joe Hill y Gabriel Rodriguez, la serie de 10 episodios proviene de Carlton Cuse (Lost, Bates Motel) y Meredith Averill (The Haunting of Hill House), quienes serán productores ejecutivos junto a Hill.
Una presentación sugerente nos arrastra a este universo donde la fantasía se abre camino a través de puertas cuyas llaves escondidas susurran para ser encontradas. Los murmullos sólo pueden ser oídos por personas especiales.
Después del asesinato de Rendell Locke (Bill Heck, "The Ballad of Buster Scruggs") a manos de Sam Lesser (Thomas Mitchell Barnet, "In the Dark"), amigo del primogénito de la víctima. La familia Locke encabezada por Nina (Darby Stanchfield, "Scandal") se muda a Keyhouse, una casa centenaria que nos despierta los recuerdos de Whipstaff, la casa donde Cristina Ricci encontró a Casper y de la cual se decía "¡entre bucaneros y piezas de oro, Whipstaff aguarda un gran tesoro!".
Tyler (Connor Jessup, "American Crime" ), Kinsey (Emilia Jones, "Horrible Histories") y Bode Locke (Jackson Robert Scott, IT) deberán reemprender sus vidas en un nuevo instituto, etapa complicada la de la adolescencia. El pequeño Bode parece el más entusiasmado con el nuevo hogar y con la curiosidad que a su edad todavía se tiene, empieza a investigar los lares hallando en un pozo la voz de una mujer que asegura habitar en la profundidad del mismo. Ésta le explica que la casa está llena de llaves, todas ellas diferentes, misteriosas y poderosas. Una de ellas tiene la capacidad de desprenderlo de su cuerpo y transformarlo en fantasma, otra puede otorgarle la forma corporal deseada e incluso existe una tercera, hecha de oro con seis círculos interconectados, lo transportaría a cualquier parte del mundo. Las llaves susurran y sólo pueden ser oídas por algunos. ¡Pero hay más, muchas más!
Tras la noticia de la muerte del Sr. Locke, un asiático cuyo nombre se conocerá a lo largo de la primera temporada se atraviesa el pecho con una llave y todo cuanto lo rodea arde en llamas. Sam Lesser, antes de disparar contra Rendell inquirió sobre Keyhouse. Pronto vemos que la muerte del Rendell Locke trae consigo una infinidad de preguntas, enigmas e incógnitas que deberán ser despejadas.
Una nube de incertidumbre planea sobre el difunto cuando su mujer conoce a una antigua compañera de instituto: la muerte de casi todos los que conocieron a su marido empieza a levantar sospechas. Signos omega, muertes inexplicables, llaves que dan paso a lugares inhóspitos y que permiten adentrarse en el desconocimiento de uno mismo, una mujer misteriosa que despierta nuestro sexto sentido...
Una serie que deja con ganas de más, que nos sumerge en un mundo fantástico y nos sorprende la emoción que nos provoca. Unos decorados absolutamente de ensueño entre Casper y la Familia Adams, que siempre han sido estéticamente nuestros lugares preferidos. Perdemos el norte y nos dejamos transportar a nuestra infancia cuando la magia todavía nos fascinaba, cuando la imaginación fantasiosa nos sumía en la alegría, cuando la capacidad de sorprendernos no se había perdido en el cajón del tiempo, cuando el mundo no se había consumado en el consumo.
Locke and Key abre también las puertas de nuestra percepción, se mete en nuestra mente en busca de las esencias perdidas y nos enfrenta con nuestra abulia apática, a la anorexia imaginativa que causa la suma de primaveras y los inviernos sabáticos que todo ello provoca.
Una excelente historia llevada deliciosamente a la pantalla y puesta a nuestra disposición. Esta será, sin lugar a dudas, la serie que causará adeptos.
Desde CEC la recomendamos encarecidamente sin titubear ni un momento, porque si a nosotros nos ha gustado es que no es un "más de lo mismo".
