"El entusiasmo, si curvado dos veces devaluado"
ENCADENADO CEC SERIES: NUESTRA CRÍTICA DE LUNA NERA TRADUCIDA AL FRANCÉS PARA NUESTRA CRECIENTE AUDIENCIA DE HABLA FRANCESA.
A ver, nos será imposible no herir sensibilidades con esta crítica así que si os ha gustado mucho Luna Nera, no leais las líneas que siguen.
Si estás buscando quién aparece en la serie "El nombre de la Rosa" sigue leyendo, no estás lejos de la respuesta.
Ya nos tomamos la molestia de prevenir de que le otorgábamos el beneficio de la duda pues la información a la que accedimos como podréis comprobar CLICKANDO AQUÍ prometía grandes logros, reflexión y reivindicación feminista. Tras 3 episodios de visionado casi forzado, respirando un aire infestado de metáforas torpemente elaboradas y dispuestas, decidimos dejar para otros ojos lo que los nuestros se negaron a seguir padeciendo.
Ade (Antonia Fotaras, "El Nombre de la Rosa") es una chica aparentemente normal que trabaja como partera a la que se la acusa de brujería por haber provocado la asfixia de un bebé en el vientre materno. Condenada a muerte por toda una comunidad que le da la espalda, corre a refugiarse en una misteriosa comunidad de mujeres ubicadas al borde del bosque de la cual formaba parte su madre. Allí, Ade descubrirá todas las respuestas a las preguntas que le han sido guardadas. Su futuro le depara sorpresas, ella no lo sabe y nosotros tampoco lo sabremos.
Pietro (Giorgio Belli) será su gran amor, un joven estudiante de medicina, hijo de los "Benandanti", cazadores de brujas. Ciencia y magia chocarán o se unirán para la eternidad.
Basado en el primer libro de la trilogía homónima escrita por Tiziana Triana, la serie pretende dar voz a la ingente cantidad de mujeres que fueron llevadas a la hoguera en la Italia del siglo XVII y de las cuales poco o nada sabemos. Llena de buenas intenciones, nos predispone postivamente a recibir una obra de la que, al mismo tiempo, desconfiamos.
En primer lugar por sus orígenes. Italia no es precisamente conocida por sus producciones seriéfilas y por lo tanto, se hace patente la consabida carencia. En este caso la experiencia sí es un grado que separa la ebullición de la evaporación. "Con el tiempo y paciencia, se adquiere la ciencia".
Siguiendo el hilo argumentativo que se desprende de lo anterior, Luna Nera tiene un serio problema de guion. Una falta de transición entre las escenas nos abofetea con alta virulencia. Error que adquiere, en nuestra opinión, magnitudes imperdonables siendo ésta, razón suficiente para abandonar su seguimiento. Las relaciones establecidas entre los personajes pasan de la gran seca a la gran mojada. En el caso de Ada y Persépolis se profesan el odio más ferviente para, en la siguiente escena, experimentar un amor fraternal sin que sea comprensible para el espectador. Ada y Pietro tan pronto se saludan como se prometen amor eterno. El descuadre es descomunal y esto es debido a la poca destreza en comunicar al público el paso del tiempo ya sea por una falta en el guion o por unos cortes indebidos en la post-producción. La promesa de una psicología enraízada lo profundo (1) , lo verídico (2) con unos fundamentos asentados en unas bases creíbles (3) se ha revelado como una alucinación triptica de LSD: Levedad (1) de Simulada (2) Diferencia (3).
Naturalmente si los tempos no son comprensibles el global adquiere un color de teatro más que el tinte de serie. Si esta sección se llama "crítica de series" es porque criticamos la serie y no la película, la obra de teatro, el libro o el còmic. Así pues, junto a un decorado de estudio, Luna Nera se inclina hacia la representación del arte escénico.
Las 16 semanas que tardó en ser filmada no fueron suficientes para pulir las interpretaciones. Un conjunto de gesticulaciones impostadas y espadachines en coreografías de postín denotan una insuficiencia cardíaca crónica. Flemática en su linealidad, no aporta el desenfreno que sus varios niveles de lectura anunciaban.
Lo que en principio tenía que ser una reivindicación feminista, un himno a la libertad y diversidad de las mujeres y una oda a sus superpoderes tanto reales como metafóricos pierde toda su energía en la explicitación del mensaje. Poco poderío nos transmiten estas mujeres discriminadas y nula comunicación de fuerza en las miradas secundadas por diálogos atiborrados de paja.
¿Qué más se puede esperar? ¡Ah sí! La música, la fotografía y la ambientación... música sin comentarios pasando desapercibida, los autores suponemos que saldrán en los títulos de crédito. La ambientación, a parte de los decorados, recoge lo que nos figuramos fue la realidad del s.XVII con pequeño hincapie en la mugre de debajo de las uñas que nos trae recuerdos de la experiencia "POLDARK". La fotografía... suponemos que bien.
La sintomatología es clara, Luna Negra adolede del Síndrome de disfunción multiorgánica. A varios niveles, varios fallos. Sin duda alguna uno de los inconvenientes de poseer tantísimos niveles de lectura.