Sólo podemos comentar el primer episodio que es el que actualmente está disponible pero que ya nos da indicios sobre la dirección que van a tomar los acontecimientos en la continuación de la serie.
La calidad de la filmación nos ha sorprendido muy gratamente por no hacer mención de la estelar actuación de Emma Suárez en el papel de Mónica, investigadora de la Guardia Civil enviada a la isla de Néboa para resolver el asesinato de una adolescente cuyo cadáver ha sido encontrado en "O Burato do Inferno" durante "o entroido" o primera noche de carnaval. Allí deberá trabajar codo a codo con Carmela (Isabel Naveira) para averiguar los motivos de la muerte de la chica a la vez que lucha contra la arcaica mentalidad de pueblo que para más inri, se encuentra aislado. Por el camino descubren un modus operandi que recuerda a una serie de 5 asesinatos perpetrados en 1919 y repetidos en 1989 durante los ocho días que duran las fiestas de carnaval y achacados a la figura mitológica del "Urco", un perro con cuernos que sale del mar arrastrando sus cadenas y cuya presencia augura una muerte cercana.
Un paraje idílico al que nos gustaría trasladarnos, lejos de todo y de todos y que nos trae las mismas sensaciones que Hierro. Mandar a tomar viento la civilización y largarse a un faro en plan Bergman donde el acceso sea restringido, el ruído el de la naturaleza y el aire lo más puro posible. Y el efecto Hierro se prolonga durante todo el capítulo y, ciertamente, todo nos resulta familiar y ya visto. Un asesinato dispuesto de la misma manera que el que acontece en la isla del archipiélago canario, una banda de amigos, drogas, sexo y el folclore típico del lugar. Además de Hierro nos rememora ligeramente por los asesinatos y las máscaras a "Pagan Peak" ("Der Pass") la obra maestra estrenada recientemente en la cadena Cosmo.
Nada nuevo nos aporta Néboa. Una estructura clásica de los thrillers policiacos que mezcla mitología y realidad y atiza las llamas de la curiosidad que no forma parte de nuestra motivación y razón de ser. Tendremos que, quizás, esperar más capítulos para poder cerrar las conclusiones que apuntan en una dirección que, de momento, no nos interesa a pesar de las pinceladas de maltrato y subyugación femenina que se han atisbado. Muy bien tendrían que plasmar este tema y jugar con el sistema cerrado en el cual se hallan inmersos para que el cosquilleo provoque picazón.
Bien es sabido que nuestro motor es el aprendizaje contínuo sobre la naturaleza del ser humano en general y en particular, de las causas de sus obsesiones, del vacío existencial que todos acusamos y que está en la génesis de nuestras equivocaciones, las carencias, la educación normalizada, el sistema de valores o la falta de ellos.
Y no, en ningún caso nos apetece algo más "ligerito" y si alguna vez andamos saturados lo que buscamos es aire fresco en la manera de remover la misma porquería vital. Buscamos realidad siempre y desenmarañar el intrincado pozo sin fondo de nuestras emociones y sentimientos para pulir el diamante que llevamos en el interior y superar nuestras propias expectativas. Somos de la opinión que un buen producto de ficción puede darnos las claves para solucionar nuestros enigmas y aligerar la carga vital que transportamos. La ficción debe servir para crecer, es nuestra premisa de base bajo la cual enfocamos todas las críticas. Todo lo que no parta de esta finalidad mejor que no parta.
¿Banda sonora y ambientación? Fabulosas.