ENCABEZA LA LISTA DE RECOMENDACIONES CEC 2020
La cultura se encadena en "Normal People", nueva serie disponible en StarzPlay España basada en la novela homónima de la autora irlandesa Sally Rooney. 12 episodios llenos de realidad sin apegos. Una historia de AMOR sobria y sin edulcorar.
En un pequeño pueblo en el oeste de Irlanda, Marianne (Daisy Edgar-Jones) y Connell (Paul Mescal), dos adolescentes y estudiantes de la misma escuela secundaria, encuentran en el otro el refugio, la comprensión, la pureza y el respeto que no volverán a hallar nunca jamás en nadie. Cuando uno tiene la suerte de tropezar con este tesoro, que sepa que sólo se dará "ONCE" en la vida.
Varias etapas desfilan a lo largo de la primera temporada.
En el instituto, Marianne es impopular, intimidantemente lacerante, provocadora y desafiante porque su inteligencia le muestra que todo cuanto la rodea es estúpido. Al fallecer su padre, su madre se quedó a cargo de Marianne y de su hermano mayor, un ser lleno de resentimiento, odio y orgullo. Una envidia que disfraza de soberbia atacando a Marianne donde más piensa que le puede doler. Trata de mermarla categorizándola de loca y ejerciendo el único poder que tiene sobre ella para humillarla. Al estar Marianne claramente mejor dotada intelectualmente que él, la madre de ambos ha caído en el error tipificado de favorecer al débil e ignorar al astuto desequilibrando la balanza emocional de los dos.
Un hermano idiota ostentando el puesto de príncipe en detrimento de la integridad emocional de Marianne. Desprotegida, ninguneada y olvidada ha aprendido que su valor como persona es nulo y que, en cambio, la mediocridad y el abuso de poder es el que triunfa.
En contrapartida, Connell es un estudiante querido, atractivo y muy inteligente que goza de las simpatías de compañeros y profesorado. Su madre Lorraine, soltera, ofrece sus servicios a la familia de Marianne como único sustento familiar. Es por ello que Connell y Marianne se cruzan frecuentemente aun sin intercambiar palabra. No obstante, un día, Marianne le confiesa a Connell su simpatía por él y se inicia una relación que Connell decide mantener en secreto por vergüenza. La injusticia los distancia perdiéndose el rastro hasta volver a coincidir en la universidad.
Es por entonces que vemos a una Marianne completamente opuesta a la descarada adolescente que tanto nos cautivó con la pureza de sus esencias a flor de piel. Ya en la facultad parece que se ha unido al club de la popularidad y que su natural belleza ha sido por fin apreciada.
Opuestamente, Connell ha experimentado el cambio inverso. Encerrado en sí mismo, sus opiniones quedan reservadas para la intimidad y es por ello por lo que destaca entre la fatuidad de los estudiantes universitarios. La vanidad y vacío del mundo hieren la sensibilidad de Connell que se refugia en la ficción literaria para sobrevivir.
Un seguido de encuentros y desencuentros entre Connell y Marianne, huelga decir que algunos más acertados que otros, van edificando el vínculo intenso que lo une, los protege y los separa constantemente. Los traumas e inseguridades llevados a cuestas van interponiéndose pero el profundo amor por las esencias de cada uno los mantiene en contacto a lo largo de los años y las heridas de la vida.
Una serie que muestra ejemplarmente lo que es el respeto, la igualdad y el amor. Por fin hallamos materializado en pantalla el relato verdadero de un AMOR puro sin edulcorar. Lejos de los celos, las posesiones y las adhesiones que generan un sentimiento de dolor, Connell y Marianne se ven separados diversas veces en la vida pero no les genera la desesperación con la que se suele plasmar en la ficción el pseudo-amor. Cada uno sigue su camino con el recuerdo de lo compartido, con la entereza que juntos han logrado y con el acercamiento de cada uno hacia su propio centro de gravedad.
¿El amor atormenta? No, el amor REAL NO lastima. Ciertas situaciones pueden causar pesadumbre, pero lo que queda de un amor verdadero cuando termina es la mejor versión de nosotros mismos. Uno reluce, se encuentra a sí mismo cuando ESA persona le ofrece un camino hacia sus propias esencias y la libertad de SER quien se es realmente. ESA persona PERMITE respirar, acoge sin esperar, comprende, pregunta y dialoga con respeto sin intentar imponer SU visión o SU realidad.
Lo que sí aflige, en cambio, son los apegos que la tergiversación semántica han logrado inocularnos como "amor". Éstos, lejos de purificarnos, nos sumen en un agujero personal: nos minimizan, infantilizan, subyugan y nos hacen retroceder a estados emocionalmente primitivos.
Con gran delicadeza, "Normal People" retrata la intimidad sin romanticismo, pero con todo el romanticismo propio de la intimidad. Sin miedo, los directores Lenny Abrahamson en los 6 primeros capítulos y Hettie MacDonald en los 6 últimos se acercan tanto a los personajes que podemos apoderarnos del sentimiento de desarraigo. Dos personas perdidas en este mundo que no logran hallar su sitio más que el uno en el otro porque se reconocen en sus esencias.
Una serie que debería ser de visionado obligado para todo el mundo, porque pone en su justo lugar lo que SÍ es consentimiento y lo que SÍ es utilización y coacción.
Un ejemplar despliegue de los surcos que el tiempo y los traumas pueden llegar a causar en la sensibilidad de algunas personas, que terminan siendo el chivo expiatorio explotado por los abusadores.
La verdadera "educación sentimental" no es la de Flaubert, sino la de Sally Rooney.
RECOMENDADÍSIMA "NORMAL PEOPLE"... porque LA NORMALIDAD SIEMPRE FUE EL PROBLEMA