¿Quién no conoce el programa de televisión presentado en sus inicios en España por Carlos Sobera? "¿Quién quiere ser millonario?"
En origen de procedencia británica, empezó a emitirse en el Reino Unido en 1998. Las reglas del juego se han icluído al final de este artículo pues no son determinantes para entender la serie. Comentar de pasada que en 2008 el juego sirvió de base a la oscarizada "Slumdog Millionaire" dirigida por Danny Boyle que se llevó la friolera de 8 estatuillas. En este portal ya se publicó la sentencia correspondiente (LEER AQUÍ) por la también premiada Lara de Trier. Gracias Lara por tu contribución a este portal.
"Quiz" cuenta la historia de Charles Ingram (Matthew Macfadyen), un ex-mayor del ejército británico, que causó un gran escándalo después de ser sospechoso de hacer trampas para ganar £ 1 millón en el programa '¿Quién quiere ser millonario?'.
La esposa de Ingram, Diana (Sian Clifford) era/es una adepta de los "quiz" los martes en el pub. Una velada semanal en la que compartía su gran pasión con su hermano Adrian Pollock (Trystan Gravelle) y su padre Arthur Pollock (Tony Turner).
El lanzamiento televisivo del programa causó furor en la familia Pollock y Adrian consagró la mayor parte de su tiempo en averiguar cómo concursar ¿Se puede hablar de ludopatía en este caso? Sí, una obsesión que lo trastoca todo. Una enfermedad mental desde la que opera el sujeto mostrando una ceguera absoluta a costa de su vida. Hasta 4 fueron las veces que Adrian llegó al plató pero no pasó de la fase preliminar. Decidió construir un aparato que le permitiría adquirir la velocidad dactilar suficiente para ser elegido como concursante. Y así fue.
Se puso en contacto con una asociación de personas con los mismos intereses y que operaba en secreto con el fin de desentrañar los misterios y llegar a hacerse con el botín del millón de libras. Todo el despliegue de medios en el mercado negro puestos a disposición de la industria del entretenimiento. Por delante y por detrás.
Tantos han sido los años vividos en Inglaterra que ya no nos extraña lo que vemos en pantalla. Así es, tan real como la vida misma. Reuniones de familias enteras concentradas en el pasatiempo preferido de la nación: los quiz de cualquier tipo con apuestas monetarias o sin ellas.
La serie es un mero relato de los hechos, nada espectacular pero ciertamente documentada. No mejor drama, ni excelsa producción sino una narración cronológica que da pie a la relfexión de todo lo que se esconde tras el "show Bis". Aquellos que hacen fortuna con la expectación de los que en sus casas sueñan con ser millonarios, con la esperanza de la escasez cerebral de los que lo apuestan todo por el fracaso asegurado. Una serie correcta de 3 episodios que cumple con su deber informativo bajo su forma de "serie" y que ocupa el lugar de una película troceada.
Nada que alabar, nada que destacar más que la constante observación: hay que disminuir el tamaño de los metrajes y trocearlos para poder venderlos. ¿Reinvención de la industria cinematográfica como vimos en Quibi y ahora en estas mini series de 3 capítulos?
REGLAS DEL JUEGO
El formato del juego se basaba en unas preguntas con cuatro posibles respuestas se dan (A, B, C o D). 15 preguntas en total con un nivel de dificultad en aumento. Cada respuesta correcta doblaba el valor de la apuesta de la pregunta siguiente. La idea fue tan exitosa que la franquiciaron en EEUU y al resto del planeta. La primera pregunta tenía un valor de 100 Libras (euros), si el jugador acertaba doblaba el valor de la siguiente pregunta. Así pues la pirámide se disponía de la siguiente manera:
- £ 100
- £ 200
- £ 300
- £ 500
- £ 1000
- £ 2000
- £ 4000
- £ 8000
- £ 16 000
- £ 32 000
- £ 64 000
- £ 125 000
- £ 250 000
- £ 500 000
- £ 1 000 000
Alcanzando la quinta pregunta, el consursante aseguraba la posesión de una cantidad mínima de 1000. En el caso de fallar una de las 5 primeras, se iba a casa sin nada.
De la quinta a la décima pregunta, el concursante podía llevarse 1000 o más. En el caso de acertar la sexta pregunta y plantarse podía llevarse 2000 y así sucesivamente hasta la siguiente cantidad segura: 32 000. Si por el contrario perdía, la cantidad que se llevaba eran los 1000 garantizados. Lo mismo en el caso de la undécima pregunta. podía llevarse hasta 64 000 pero en el caso de contestar erróneamente, se embolsaba sólo los 32 000 correspondidos con la décima posición.
En la mayoría de versiones, el tiempo para contestar era ilimitado y el concursante disponía de 3 comodines. El del público que permitía preguntar a la inmensa mayoría su opinión. El del 50% que sólo dejaba con 2 posibles repsuestas al concursante. El comodín de la llamada que permitía llamar a alguien de confianza para obtener una respuesta en menos de 30 segundos.