No es indecente, es completamente plana e inútil.
Siempre hemos pensado que los títulos se los sacan de la manga en función de lo que toque vender en ese momento. Secretos por Navidad ha sido deliberadamente traducido como tal a pesar de que a su título original, "Zeit der Geheimnisse", le fuera mejor "Tiempo de secretos". Así pues, quien espere un cuento navideño que se olvide.
Secretos por Navidad es una producción "Made in Deutschland" y cumple las mismas funciones que aquellas películas, más malas que el sebo, con las que Antena3 o Telecinco inundaban sus parrillas de sábados y domingos. Su comedido era el de colaborar con la siesta de los que vegetan o engendrar la indignación de los que suelen dedicar el tiempo a la buena ficción.
La serie repasa la historia de 4 generaciones de mujeres de la misma familia, cuyo nexo de unión es el reencuentro anual por navidad en la casa de la playa que tiene la tía de la abuela del marido de la primera. En sus quedadas anuales se van desvelando sus "secretos", que son tan mondos y lirondos como los de cualquier hijo de vecino. Amores perdidos, amores robados, amores encarcelados. Padres furtivos, hermanas, madres abuelas e hijas, todo ello saltando en el tiempo de unos a otros con el consiguiente sangrado de nariz.
No podemos calificarla del todo como ñoñería porque los alemanes de pastelosos tienen bien poco, pero el mismo fondo en manos americanas puede llegar a provocar una apoplejía.
Secretos en Navidad no llega al subnivel de indecorosa indecencia "sobremesiática dominguera" cuyos derechos estaban probablemente en sub-hasta a la (re)baja. No obstante, nos deja fríos y completamente agotados de saltar de una generación a otra, intentando relacionar caras y nombres y, por si fuera poco, todo multiplicado por 3 porque los personajes se muestran en 3 etapas vitales diferentes así que 4 mujeres por 3 etapas de vida son 12 mujeres aunque sólo sean 4. Bufff... demasiada mujer para un solo par de ojos.
Los lazos familiares ni siquiera se han elaborado en base a una lógica, por lo que la familia tampoco es un tema del que sacar jugo.
Lo que termina en apagón generalizado es la absoluta falta de argumento porque los secretos que se van desvelando, como ya hemos dicho, nos importan un rábano. No consiguen en ningún momento provocar el más mínimo interés...
Los tres puntos suspensivos se declaran en huelga. Aquí no hay más cera que la que arde, y la que arde es poca.