Servant es una narración que atrapa al principio, la primera de Apple que parece estar hecha a conciencia. Sin embargo, por la experiencia con este director, acabará todo en una gran decepción. A medida que avanzan los capítulos y el globo de las expectativas se va hinchando, vamos viendo lo que pasará: el suspense acabará en suspenso como en todo lo que hemos visto de M. Night Shyamalan que tiene en su haber títulos como "La joven del agua" "El bosque" o "El sexto sentido". Este director es un cuenta cuentos que sirven para pasar el rato y que particularmente nosotros rechazamos porque cuando se acaban todo queda en la nada más absoluta. No nos llevamos nada más que la pérdida de nuestro tiempo. El divertimento inútil que no soportamos pero entendemos que a muchos les reportará el relleno necesario para terminar el día.
En este caso estamos ante un claro caso de pasatiempos pero que con lo que venimos sufriendo de Apple es de lo más decente.En el elenco nos encontramos con una sobreactuada Lauren Ambrose (A dos metros bajo tierra), Toby Kebbell, Rupert Grint y Nell Tiger Free.
Su puesta en escena recuerda a "La mano que mece la cuna"(1992), todo un clásico del género de intriga.
En este caso y con las diferencias argumentales reencontramos el patrón de presentación de la historia que aireará las nostalgias y provocará un sentimiento de confortable calidez que nos irá envolviendo dejando nuestra capacidad crítica aparcada en la puerta. Cuidado con dejarse asaltar por engañosas sensaciones. No hay que bajar la guardia y a pesar de sentirnos flotando en el útero materno de Ambrose sabemos de antemano que nada bueno nos espera, principalmente por lo comentado en referencia a las expectativas.
Una serie que seguro decepecionará en su desarrollo por conocer al director y por el vacío que nos deja. Sí que logra, no obstante, crear una atmósfera inquietante, una narración pérfida que busca la absorción del espectador y que consigue que nos abandonemos a la trama.
Hacemos mención especial a Lauren Ambrose que lo único bueno en su carrera fue el papel en "a dos metros bajo tierra" en el que nos encantó. A partir del final de la serie, ha ido de mal en peor repuntando quizás en esta producción pero, vamos, que sus posteriores apariciones en pantalla no son razón de orgullo.
Nada más que apuntar porque la serie no ofrece ningún cabo del que tirar del hilo y reflexionar sobre cuestiones importantes.