Mucho más que basada en la película homónima: le han añadido 35 minutos y la han convertido en serie... ¡y tan contentos!
Hoy traemos una película estrenada en 2016 en el festival de Varsovia pero que posteriormente ha sido vendida como serie por haber incorporado 35 minutos de contenido extra para mostrar más historia de fondo y dar más recorrido a los personajes. Sacamos las gafas de pasta y nos cubrimos la sesera con el bombín de la postura exquisita para ir de rollete gourmet internacional.
Como todo lo que huele a serie nos lo zampamos sin respirar, caemos en la trampa. ¡Ale! Te parten una peli por la mitad o te la fraccionan en dosis de 10 minutos y ya tenemos 12 capítulos. ¡Si es que no hay nada como el márketing para ir inventando productos! Pero como siempre decimos la culpa no es íntegramente de los vendedores sino de nosotros, los consumidores. Mientras haya demanda y credulidad, habrá oferta.
Este es el caso de "Strangled" que se unió a Netflix el 1 de agosto de 2020. No a Netflix España, no existen subtítulos en español y por supuesto, doblaje todavía menos. Esto es como el chiste, que no es que nos gusten en especial pero hay algunos rescatables que ilustran situaciones reales como la anterior: "¿Bailas?" "No" "Pues de follar, ni hablamos...".
En 1957, un hombre, Réti Ákos (Gábor Jászberényi), fue condenado a morir ahorcado por el brutal asesinato de una joven trabajadora en la fábrica de zapatos en la ciudad de Martfű. Réti se declaró culpable de haber matado y posteriormente violado a Ibolya Sóskuti (Eszter Csépai).
Siete años más tarde, una nueva víctima aparece muerta y ahogada. A esta le siguen dos más. Sin embargo, Réti Akos está fuera de circulación y, al reanudarse los asesinatos inquietantemente similares al anterior tanto en circunstancias como en métodos, la sentencia de Akos pide a gritos ser revisada. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver y el inspector del caso Akos, el detective Bota (Ira de Zsolt) se niega a establecer las conexiones tan obvias para el espectador.
Como siempre, hay un soñador para un pueblo, en este caso es el joven fiscal Zoltán Szirmai (Péter Bárnai) concienzudo y decidido a atar cabos a pesar de las tensiones que puedan desatarse en la policía y en estratos superiores.
CRÍTICA DE LA SERIE STRANGLED - CEC SERIES
Esta "serielícula", nuevo término que inventamos para la ocasión (se aceptan proposiciones), describe terribles asesinatos sin cortarse un pelo. Cuando el mundo está de vuelta de todo y parece que nada puede ya sacudir nuestra sensibilidad, aparece "strangled" que con una sencillez y sin aspavientos ofrece unas imágenes necrófilas capaces de sorprendernos con un profundo asco.
Acostumbrados a los maratones seriéfilos cuando la situación lo requiere, una película se queda excesivamente corta. Este es también el caso de Strangled. Un personaje como el infame Pál Bognár (Károly Hajduk) merece un recorrido más largo y dotarlo de la profundidad necesaria para zambullirse en ese oscuro pasajero que tan bien describió "Dexter". En cambio, terminamos sabiendo bien poco de las motivaciones del villano. Una verdadera lástima, habría que llamar a los "Mindhunters" para que diseccionen el pensamiento enfermo de este personaje. Sin lugar a dudas, Pál requiere 8 episodios sin los cuales sólo asistimos a la narración en superficie de lo que ocurrió.
Cuando uno ya está empezando a tomar partido en la historia, se acaba la temporada y la serie. Un bajón. Es terrible enfrentarse a una película cuando se está acostumbrado al formato de largo recorrido. Falta chicha, diálogo, acción, profundidad y espacio para la reflexión que no se soluciona añadiendo 35 minutos.
Aún así, este largometraje prolongado es muy digno y de lo poco en cine que todavía vale la pena ver. Sentimos profundamente decirlo pero desde hace unos años, el cine ha muerto. Los genios se han retirado o han pasado a mejor vida. Quedan vestigios de algunos directores y guionistas con buenas ideas, reliquias condenadas a desaparecer y los nuevos talentos escasean dramáticamente.
El cine que tanto nos dio en su día ya no existe. La clarividencia de Haneke, el despiadado Von Trier (cuando todavía hacía cine digno), Todd Solondz, Ozon, Lukas Moodysson (que lo último que vimos fue la grandísima y recomendada serie "Gösta" disponible en HBO), Lynch, Sam Mendes, por nombrar solo a unos pocos. O se han hecho mayores, se han retirado cansados de la industria y de mendigar para obtener financiación a cambio de cláusulas restrictivas para encorsetar la expresión y el arte en favor de la recaudación taquillera. Con los 90 terminaron la música y el cine. Dieron sus últimos coletazos a principios de los 2000 pero en esta tercera década del siglo XXI quedan rastros de genialidad que hay que ir a buscar en otras corrientes que la principal.
Cuando una cosa se termina, otra empieza pero no podemos evitar suspirar cuando rememoramos los buenos momentos. Es por ello que "Strangled" vale todavía la pena no como serie pero sí como película, concienciados de que se está a punto de ver un largometraje y que tras 120 minutos no habrá más.
Una obra que denuncia el clima político de la época donde la obtención de resultados se anteponía a la veracidad de los mismos. El silencio de las autoridades a pesar de las equivocaciones e injusticias cometidas. El miedo a las represalias y a las consecuencias.
Hungría 1957, ¿Os acordáis del famoso "Pacto de Varsovia" con el que llenamos la crítica de "Burning Bush" de HBO? Bueno pues en Octubre del 56 en Hungría, una revolución pedía la retirada de este mismo pacto.
La Revolución húngara de 1956 fue otro movimiento revolucionario de alcance nacional contra el gobierno de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas desde la Unión Soviética, que duró desde el 23 de octubre hasta el 10 de noviembre de 1956.
Y entre todo el clima postrevolucionario, un asesino en serie y un violador. Una buena ambientación y unas actuaciones correctas que ayudan a completar nuestra cronología de Europa del Este a partir de la muerte de Stalin en 1953.
Recomendada ni que sea por la parte histórica. No es genial pero se disfruta de la narración.