Un tsunami arrasa una isla de Tailandia y se lo lleva TODO: incluso el argumento de la serie.
Unos adolescentes quedan atrapados e incomunicados en una isla de Tailandia. PUNTO FINAL.
A priori puede dar mucho de sí el argumento desde la una nueva organización social hasta donde llegue la creatividad de los guionistas. A posteriori concluimos que la mecha infinita se queda corta y es inexistente. La hoja en blanco provoca parálisis, en este caso cerebral. Fallos de guión terribles e innecesarios que la dejan en un producto menos que más. Diferente porque las series Tailandesas brillan por su escasez pero que, al final, pocos son los recursos explotados cuando el sinnúmero de posibilidades se les presenta. Una lástima y a la vez un temor hecho realidad.
El tsunami inicial se lo lleva todo (incluso el argumento de la serie) a excepción del pequeño coche donde el protagonista y su padre están teniendo una conversación supuestamente trascendental que no emana candor y nos deja fríos e inertes. ¿Era realmente necesario dejar anclado al asfalto un coche? Poco creíble ya desde sus inicios. Lo que sigue se sucede entre incredulidad e indulgencia. Incredulidad porque las sandeces se acrecentan a medida que avanza. Ya vemos que el recorrido es de corta distancia, que por mucho escarbar toparemos con un suelo de hormigón inquebrantable a pocos centímetros de la superficie. Indulgencia porque podemos aceptar que se usen elementos de fantasía para acceder a capas de mayor profundidad. En the Stranded las honduras se quedan duras. A cada ocasión de hacer emerger una caverna, pierde el salvoconducto y todos los capítulos se transforman en una larga y pesada espera.
Hastiados vemos al grupo de adolescentes caer en las estupideces impropias de una situación como la suya. La levedad de sus preocupaciones nos inquietan. La inteligencia colectiva inexistente nos desespera. Queda un grupo disuelto y sin conciencia ni consistencia de individuos enfrascados en cuestiones de sexo básicamente. El argumento se limita a plasmar el calentón generacional de una congregación de cabezahuecas.
Seguro que nos quedaremos a verla. 3 capítulos bastan y sobran para darse cuenta de que no se le pueden pedir peras al olmo que hay ya demasiados peros hasta que al final paras de perder el tiempo. Demasiada f(r)icción a disposición para detenerse en nimiedades Tailandesas.
Su mensaje es tan vacío y tan pocas sus ramificaciones que no se puede ni rescatar un hilo por donde empezar a departir sobre la supervivencia de la especie, el contrato social, el nihil existencialista, la soledad, el desamparo o la necesidad de compartir. No vemos un solo cable al que aferrarse para rescatar tema alguno.
Una crítica de la nada sería incluso infinitamente más interesante.
Pasa página, seguimos con otra.
Se alejan muy pronto del sendero realpolitik para acercarse al mundo del romance-suspenso-fantasía.
Si comparo The Stranded vs The Society (otra de Netflix), me quedo con The Society.
Al Dieguito que comentó antes le digo lo que haría:
*Son 36 (35+May), como se ve en su lista de observaciones médicas del capítulo 1.
*Organizaría la toma de decisiones en Asamblea, al estilo [Lord of the Flies].
Solo se necesita ser persuasivo (retórica + pragmatismo) para con el paso del tiempo crearse así reputación de líder, haciendo de la Asamblea un mero "acto ritual político" pero que en la realidad sería una dictadura democrática. Ejemplo histórico es Roma en torno al año 0, una República (Senado) en la fachada pero con un líder autocrático en vías a Emperador (César>Augusto>Tiberio) por sucesiva acumulación de títulos.
Nos guste o no, en sociedades pequeñas y más aún con escasez de recursos, la tendencia natural es organizarse con un verticalismo rígido. Ese es un liderazgo que se gana a través de la fuerza bruta o intelecto puro, dependiendo del grupo mayoritario que te sostiene.
*División de tareas: Creo una lista de necesidades intelectuales y físicas y nos repartimos los roles que cumpliremos hasta hacer contacto con el mundo exterior. Yo siempre apuesto al largoplacismo, o sea que aprender agricultura, mecánica (e.g. polea trípode), cuidados médicos estarían en la lista.
En las tareas físicas estarían incluidos los grupos de exploración en busca de TODO lo útil en la isla para la elaboración de un riguroso inventario... por eso detesté el "liderazgo de barro" ejercido por Anan, no solo era un tipo con complejo de inferioridad que se sentía inseguro cada vez que alguien tenía una idea mejor, sino que tampoco poseía conciencia de organizador con habilidades administrativas.