Con Aaron Paul (Jesse en Breaking Bad) y Octavia Spencer.
Apple Tv + sigue combatiendo en un territorio que no es el suyo y esta vez con "Truth be told" que, como "The morning show", cuenta con un potente elenco cuyo talento está constantemente a la fuga.
Un Aaron Paul extralimitado. Nunca ha sido santo de nuestra devoción, todo sea dicho de paso. Es un actor que en "Breaking Bad" ya le vimos el plumero pero con una buena dirección y su histrionismo exagerado bajo control supieron aprovechar esta debilidad del actor en su propio favor. En "Truth be told" eso no pasa y el resultado, desde nuestra perspectiva, se deshincha. ¿En qué nos basamos y cómo se puede juzgar el trabajo de un actor?
Hay algunos elementos visuales sobre los que nos apoyamos que conforman una sensación general y nos transmiten un mensaje. Esto no es ciencia ficción ni magia, es que a fuerza de tragar ficción a uno se le va afinando y afilando el hocico. El concepto Lamarckiano (de Jean Baptiste Lamarck) toma plenamente sentido "La necesidad crea al órgano" y sí, en este caso, a medida que recibimos inputs externos y cambiamos de clima o situación, desarrollamos facultades que nos adaptan al nuevo medio. Aquí el hecho de exponer nuestra mirada desde una perspectiva crítica y ejercitar su expresión (MUY importante) hace que nuestra vista se agudice y sea capaz de leer las señales que nos indican si el actor está fingiendo o está actuando.
Aaron Paul está claramente pasado de vueltas. Fingiendo una actuación que como fruto transmite un FAKE en toda regla que reposa sobre una nube de pedos.
Basada en la novela de Kathleen Barber, "Truth Be Told" reincide en la obsesión estadounidense por los podcasts centrados en crímenes reales y cree que obliga a los espectadores a reflexionar sobre las consecuencias de someter los procedimientos policiales a la opinión pública. Nada nuevo bajo el sol de la Toscana. Truth be told no ofrece nada que no se haya visto, hecho o escrito un trillón de veces antes.
Al personaje interpretado por Aaron Paul, Warren Cave, lo condenaron a cadena perpetua por el homicidio de su vecino, un aclamado escritor, 19 años antes.
Poppy Parnell (Octavia Spencer) es una periodista cuyos artículos de investigación sobre los acontecimientos le valieron un Pulitzer. 19 años después se pregunta si Cave realmente mató a su vecino y su moralidad la obliga a reabrir el caso.
Total, que el tipo se pasa 19 años en chirona y a la señora se le enciende una luz y quiere enmendar su error, hacer justicia y una larga lista de etc basado en el bla bla bla de siempre y todo ello bañado en el cliché puritano americano. Es como esos platos de desayuno que se sirven en las pelis rebosantes de todo: tortitas con sirope, nata y caramelo junto a un huevo frito, bacon, judías con salsa y al lado de unas almejas. ¡Y una cola light por favor!
Todos los ingredientes han pasado ya por digestiones varias y el bolo alimenticio vuelve a regurgitarse cual rumiantes. Lo sentimos pero no, no podemos darle el visto bueno por ser un argumento manido que no ofrece ni frescura ni un buen trabajo en ninguna de sus áeras de despliegue. No es indignante, es mediocre. No es ofensivo, es prescindible. No suma, sólo resta tiempo, entretenimiento de ese que no sirve para nada.
Sinceramente, es de lo mejor que hemos visto de Apple TV. Como elemento común a todas las series de la plataforma sí que tenemos que reconocer un fantástico trabajo de marketing. Hasta a nosotros nos dan ganas de ver la serie pero pasa como con la pizza (que por cierto, en FOODIE LOVE de Coixet ,que no nos gustó nada, lo comentan y es la primera vez que alguien lo recoge en palabras), al primer mordisco le sigue La Gran Depresión. Lo mismo pasa con todo lo de Apple Tv (Y ya van unas pocas reseñas de la nueva plataforma)
Para finalizar, concluir que, de nuevo, Apple apuesta por un elenco potente y una narración pobre. El gigante de Itunes quizás debería replantearse su estrategia en la elección de guiones porque así, las suscripciones que consiga serán temporales. Ofrece poco y lo poco que ofrece está revenido.
¿No sería mejor dejarle las series a los que ya están y seguir ocupando el trono de la música y los aparatos de generación molona+? Y en el caso de que quiera seguir a la cola de las tendencias que invierta en buenos guionistas o por lo menos en buenos asesores.
"Truth be told" es, a decir verdad, mediocre, pasable y prescindible.