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Valeria (Diana Gómez ,"45 revoluciones", "Sé quién eres"), es una mujer de esta era con una inclinación artística. Como buena escritora, antes de poder vivir de su arte, si es que algún día puede vivir de ello, debe pasar por el tubo del empleo "normal": 8 horas y las extras en horario nocturno. "¿Cómo lo llevarías para compaginar?". A Valeria se le queda la misma cara que se nos ha quedado a nosotros en infinidad de ocasiones... "GENIAL, SIN PROBLEMA".
El maravilloso mundo interno de una escritora en crisis existencial se quiebra cuando tiene que hacer frente a las preocupaciones mundanales como pagar facturas y entregar su creatividad al vacío de las horas laborales.
Por otra parte, su marido Adrián (Ibrahim Al Shami, "El secreto de Puente Viejo") no parece demasiado interesado en comprender la complejidad emocional de su mujer. "Ese trabajo nos iría genial" y falta añadir "perdona que no te haga caso pero alguien tiene que trabajar en esta casa", un reproche sepultado bajo las palabras no expresadas.
Valeria se refugia en sus tres mejores amigas:
- La descaradamente canalla de Lola (Silma López, "Cosas de la vida") que mantiene una aventura con Sergio, casado.
- Carmen (Paula Malia, "El Vecino", "Benvinguts a la família") que suspira por un compañero de trabajo llamado Borja al que tiene, seguramente, idealizado.
- Nerea (Teresa Riott, "Barcelona nit d'estiu"), lesbiana todavía por salir del armario que vive con sus padres.
En una de las fiestas de Lola, Valeria conoce a Víctor (Maxi Iglesias) de "sangre nómada" y que de buenas a primeras nos parece un cantamañanas y a Valeria un "capullo". Con sus aires mísiticos de viajero del mundo, inunda los oídos de Valeria con las múltiples aventuras que tratan de captar el interés y encandilar a las féminas que se pongan a tiro. Lo que Víctor sí da en el clavo al instar a Valeria a seguir escribiendo y no coger bajo ningún concepto el trabajo para el cual ha postulado. Éste parece (recordemos que SER, ESTAR Y PARECER SON VERBOS COPULATIVOS) interesado en el mundo interior de la protagonista la cual está completamente olvidada por Adrián, su marido, con el que mantiene una relación normaloide y con el que no comparte más que un espacio vital. ¿Acción reacción de Valeria facilmente detectable por un depredador como Víctor?
Víctor deberá hacer un sobreesfuerzo para convencer a los espectadores de CEC series del desinterés de sus intenciones con Valeria pues pasamos del ecuador de la serie y todavía no lo tenemos claro. Si nos guiamos por nuestra lógica del mundo en la que sabemos que cada uno barre hacia casa, le gritamos a Valeria que salga corriendo antes de caer en la trampa del embaucador.
La serie toca las temáticas cotidianas que, de alguna manera, nos afectan a todos:
- Amor y sexo desde un prisma muy femenino y que da respuesta a la clásica pregunta que Mel Gibson no pudo responder. "¿En qué piensan las mujeres?" Pues dependerá de la mujer y para muestra tenemos a Lola, Carmen, Nerea y Valeria, cada una diferente, cada una con aspiraciones y dispares maneras de concebir la vida. Otra ficción que lucha por desencasquillar la estandarización limitada al género que ha dado lugar a unas generalizaciones tan perniciosas para el "sexo débil".
- La dificultad para los jóvenes para conseguir un alquiler y el sinsentido de las rentas desorbitas. Como díce Carmen, o compartes vivienda o te quedas en casa de tus padres hasta los 40.
- La soledad del ser humano en general. A pesar de tenerse las una a las otras, el distanciamiento con uno mismo que ocasionan las relaciones sentimentales es abrumador. ¿De quién es la culpa? De uno mismo. Las relaciones de codependencia son de lo más tóxico que hay porque uno está más pendiente de los demás pero sin llegar a forjarse una identidad propia alejada del prójimo.
- Toca el falso feminismo precisamente con la figura de Lola, la más liberada de las 4 y, al mismo tiempo, es presa del mismo yugo que sus amigas. En este caso se llama Sergio y la relación de utilización que mantienen podemos pensar que va en ambos sentidos pero a la larga vemos que no es así. Sergio no deja la seguridad que su esposa Marta, le confiere. Todo lo que construya bajo esta premisa será para su propio beneficio o comodidad, como el 95% de la población. De Lola depende aceptar las reglas del juego de Sergio. Como mujer independiente debería declinar cualquier tipo de contacto pero... ¿Es realmente tan libre como aparenta? ¿Su grado de autoestima y respeto por sí misma es tan alto como nos quiere hacer pensar si llegado el momento de la verdad no sabe hacerse respetar o valer?
- Los apegos sentidos que nos incapacitan para dejar una relación que está muerta y nos hacen sentir celos cuando la persona celada se ha convertido en posesión y propiedad.
- LAS RELACIONES HETERONORMATIVAS
- Las relaciones con la familia de la que Valeria se siente a mil años luz incapaz de participar del jolgorio. No cesan de preguntarle sobre su trabajo y en la que la "buena" del clan es su hermana Rebeca.
Dirigida por Inma Torrente y Nely Reguera, la adaptación llevada por María López Castaño, ofrece una bocanada de aire fresco reivindicando los temas de siempre desde un ángulo jovial, femenino y alineado con las tendencias seriéfilas del momento.
Las actuaciones son justitas especialmente la de Ibrahim Al Shami demasiado formateada al estilo "Puente Viejo" mejorado pero poco creíble y con todavía mucho que pulir. No sólo recitando el texto sino que sus gesticulaciones muestran que los miembros superiores se convierten en molestos apéndices en medio de una discusión. Desde CEC animamos a todos los actores a mejorar, especialmente sabiendo que tienen asegurada una segunda temporada.
Para nosotros la mejor es Silma López con algún que otro desliz que provoca incredulidad pero en general firme y decidida afianzando con aplomo su personaje.
Diana Gómez, como protagonista, está correcta y pone de manifiesto una diferencia de potencial demasiado acusada entre aquellas escenas donde aparece brillante y aquellas en las que aparece opacada y fingida. También muchos ánimos para verla en óptimas condiciones próximamente.
Veremos qué nos depara la próxima entrega de Valeria, una comedia que sabe deslizar los temas que preocupan a los jóvenes dejando traspasar el sinsentido del sistema, de cómo todo está orientado a favorecer y perpetuar la reproducción de la especia y cómo la mentalidad colectiva ha sido colonizada para mantener la conciencia adormecida sobre lo ridículo que resulta todo.
Una buena serie que podría haber dado mejores frutos por el potencial tanto de los actores como de las guionistas y directoras. Muchos ánimos, estaremos esperando saber más de Valeria y sus amigas.
