Hace falta temple y una brizna de desfachatez para presentar "Temple" existiendo su progenitora "Valkyrien"
Si se reversiona que sea, por lo menos, para aportar novedad De superar al maestro ya ni hablamos.
La versión inglesa es una burda copia, una chapuza macarrónica bastante bochornosa que no entendemos cómo han tenido la osadía de presentar al mundo. Sin haber visto, en primera instancia, su predecesora Noruega, uno se queda descolocado por el descuadre en el guión de "Temple". Las piezas no acaban de encajar, algo falla. Todo cobra sentido y queda bien atado, en cambio, tras el visionado de Valkyrien que decidimos ver en paralelo con Temple para poder elaborar mejor la comparativa.
Huelga decir que las series inglesas no son santo de nuestra devoción. Por lo general lastran unos elementos de fondo que nos molestan y que no acabamos de saber a ciencia cierta lo que son. Algo oculto entre bambalinas nos deja insatisfechos, con un hueco por rellenar. Las producciones británicas son como los zapateros, esos bichos que aprovechan la tensión superficial del agua y sus extremidades hidrófobas para caminar sobre ella. He aquí un ejemplo gráfico:
Hemos conseguido por medio de un brainstorming en una reunión de equipo recononer algunos denominadores comunes que nos causan animadersión:
- El humor inglés. No nos resulta gracioso bajo ninguna circunstancia. Por más que lo intentemos no nos entra. Es en nuestra opinión estúpido, superficial y falto de complejidad. Autocomplaciente y sobreactuado notamos que persigue la aprobación constante del público. A los personajes sólo les faltaría dirigirse directamente a la cámara y guiñarles el ojo a los espectadores a lo "Funny Games". En este caso el colegueo no funciona y provoca un rechazo general.
- Las producciones inglesas, a excepción de una pocas, no suelen tener el grado de profundidad que buscamos como ya hemos comentado a modo de introducción. Incidimos en este punto pues es decisivo para que una serie sea merecedora de nuestra atención. El problema con Temple es que no llega ni a generarnos un poco de curiosidad.
Temple se pierde en lo superficial, en sus diálogos totalmente aberrantes desde nuestra óptica. Si tu mujer está a punto de morir, ¿en serio que consigues conciliar el sueño bajo la amenazante posibilidad de ser la última noche pasada en su compañía? Nos pareció sorprendente, como poco. Y en los momentos que preceden al óbito ¿No tienes cosas que decirle a la persona con la que has vivido toda tu vida? ¿No hay gravedad, trascendencia y tristeza? Pues en Temple no. Mark Strong cierra los ojos y a sobarla. Ni una lágrima, ni afectación ni rastro humano. Pero esto no es todo, su mujer, la que se va a morir, no os creáis que pestañea ante la inmensidad de la nada eterna. Niente, ni un suspiro.
Tenemos en mente una escena en particular del capítulo 2 que nos dejó perplejos pues a día de hoy no hemos logrado entenderla. Mark Strong está en el sitio del conductor de una furgoneta aparcada intentando contactar con su amiga Ana. Viendo que es imposible dar con ella por teléfono (es por eso que estaba aparcado, si hablas no conduzcas), quiere ponerse en marcha pero justo un taxista le barra el paso poniéndose en doble fila. Mark le pide que se aparte pues se disponía a ponerse en marcha, el taxista le dice que eso no son modales y que no se aparta, Mark le pide por favor que desplace su vehículo, el taxista le niega la maniobra alegando que no ha puesto suficiente énfasis en la petición y finalmente Mark le pone la pasión que el otro está esperando y se aparta... ¡¿¿WTF??! ¡¿ESTO QUÉ HA SIDO?! ¿Una broma? ¿Un intento fallido de demostrarle al mundo que la gente es una basura? Hacemos la petición expresa de que si a alguno de los lectores se le ocurre para qué sirven esos 5 minutos de estira y afloja que nos escriba, POR FAVOR.
Todo lo anterior nos conduce al punto siguiente. - Poca emocionalidad y cuando a Mark Strong le toca actuar con vehemencia, lo recibimos como una rabieta de niño pequeño. En general una mala actuación. A parte de Ricky Gervais, no os dediquéis a los dramas apocalípticos sino a esos asuntillos de poca monta estilo Brassic. Y si lo que queréis es modificar esta tendencia, habrá que empezar por seducir al espectador añadiendo voluptuosidad al script y erotismo a la interpretación porque a día de hoy, la templanza y castidad del gentleman inglés no llegan a conquistar el desasosiego que debería provocar la cercanía de la muerte o del fin del mundo.
- La tenebrosidad que tan bien saben recrear los escandinavos queda a años luz de Britania. No hay color en cuanto se compara la oscuridad Noruega de la inglesa quedando rebajada, esta última, a broma anecdótica a la cual que le corresponde una palmadita en la espalda seguido de un "¡Acuéstate un rato, anda!"
Tras haber visto el primer episodio de "Temple" y habernos quedado igual decidimos llevar en paralelo "Valkyrien" con el objetivo de establecer una comparativa.
En tan sólo los primeros minutos, "Valkyrien" consigue todo lo que la inglesa no ha logrado a lo largo de su piloto. Goleada máxima. No hay color, siendo el mismo producto son totalmente distintas y nuestra opinión ha quedado suficientemente clara como para repetirnos.
Ya de entrada sentimos predilección por las producciones escandinavas. Se alinean con nuestros gustos y nos ofrecen todo cuanto andamos buscando en la ficción:
- Valkyrien aprovecha cualquier momento para incidir en las profundidades de los personajes. Sus diálogos son ricos en matices y van a buscar aquellas verdades universales que nos acercan los unos de los otros. Escandinavo, español o chino hay toda una familia de realidades incontestables que erradican las diferencias entre los seres humanos. Últimamente venimos observando que las producciones noruegas están pegando fuerte y acertando el tiro con los guiones.
- Si contamos que los actores son casi siempre los mismos y que ya los hemos visto en otros papeles, se desarrolla un sentimiento de familiaridad que nos reconforta. Es como si la persona, independientemente del papel que le toque, se hubiera colado en nuestras casas y formara parte de esos momentos compartidos. En este caso, los cohabitamos con ellos. Les dejamos un hueco en nuestro sofá y a cambio, ellos actúan para nosotros. Tampoco es que sean expresivos en demasía pero un buen guión salva en gran parte la serie. No vamos a alabar la emotividad escandinava porque sería incurrir en el error humano de que cuando se está a favor entonces todo lo que reluce es oro. En absoluto. Brillan por su ausencia los resquicios de pasión y carisma pero de nuevo, un buen guión es para nosotros la salvación.
- La noruega dota de transición lógica la sucesión de escenas y nos ofrece explicaciones que la británica omite (no sabemos si con el objetivo de darle un enfoque misterioso pero que en nuestro caso se percibe como un salchichón troceado)
- Valkyrien es acertadamente lúgubre en el anuciamiento del día final cosa que no sentimos en ningún momento en Temple.
En definitiva, si tenéis que decantaros por alguna, os recomendamos sin duda alguna Valkyrien pues os sumergerá en dilemas morales teñidos de claroscuros, ricos, fructíferos que no la relegan a un mero pasatiempo.
Temple queda excluída de la primera división.