Un regalo
El 31 de Mayo se estrenaba en la cadena australiana ABC TV, "Operation Buffalo", la serie de seis partes que encadenamos a la crítica de ayer "The secrets she Keeps" donde Jessica de Gouw formaba junto a Laura Carmichael, el dúo protagonista que salvaba la ficción. Hoy en "Operation Buffalo" volvemos a ver a De Gouw junto a un Leo Carmichael, personaje interpretado por Ewen Lesli, al que vimos en "Top of the Lake" y "Safe Harbour".
La serie está ambientada en Australia en 1956, en el apogeo de la Guerra Fría. La acción tiene lugar principalmente en una base militar de alto secreto en Maralinga, en el sur del país, donde los británicos están llevando a cabo pruebas de bombas atómicas, con la connivencia del gobierno australiano.
El mayor Leo Carmichael (Ewen Leslie) un ingeniero del ejército australiano y héroe de la Segunda Guerra Mundial, es el encargado y responsable de la gestión de la base militar. Sólo por encima de él está el Comandante Cranky (James Cromwell, "A dos metros bajo tierra" "The Young Pope"), cuya incompetencia es duramente dejada en evidencia por esta satírica y mordaz serie
Carmichael está sin embargo, preocupado por sacar de la base a 4 prostitutas sin ser visto pues cualquier persona no autorizada podría resultar ser... ¡Un espía ruso!
Probar el arma más peligrosa del mundo no es tarea fácil con la incompetencia del Comandante, las constantes preguntas de la nueva meteoróloga la Dra. Eva Lloyd-George (Jessica De Gouw, "Arrow"), la prensa pegada a los talones y todo el baile de rapaces que desfilan ante nuestra mirada. ¡A cuál más estúpido!
Crítica de la serie operation buffalo - cec series
Por fin encontramos una serie satírica con la dosis de ridiculez justa y necesaria sin pecar de excesos como ocurre en "The Great" o "Space Force". "Operation Buffalo" apunta a la misma diana pero ésta logra un impecable tiro al blanco.
"Operation Buffalo" es una auténtica maravilla que sólo recurre a la obviedad en contados momentos. El humor y la crítica quedan implícitas en los gestos sin aspavientos, las palabras llanas y los silencios agudos.
La estupidez de Cranky se pone de relieve gracias a la magnífica actuación de James Cromwell, actor que nos encanta. Jessica de Gouw está espléndida y Ewen Leslie correcto a pesar de que nos caiga estupendamente el actor, no podemos alabar su grandísimo trabajo. Está siempre bien, sin destacar.
Quien haya visto "Chernobyl" se volverá a llevar las manos a la cabeza de ver a estos reporteros brillar literalmente sin protección alguna. Después de la segunda guerra mundial y de saberse los efectos devastadores de la radiación, volvemos a presenciar la imbecilidad del ser humano. Esta vez de nuestros más queridos congéneres: los británicos. Eso sí, probando bien lejos de casa, en las antípodas.
El cuadro que recrea "Operation Buffalo" va sumando puntos a medida que avanza la trama retorciendo sin piedad a sus personajes, despojándolos de dignidad pero muy dignamente de cara a la galería. Despropósito tras disparate, se van sumando líneas al guión aumentando el nivel de absurdidad paulatinamente hasta que uno levanta la mirada y se hace cruces de lo lejos que está del punto de partida.
El circo de personalidades que se enmarcan en la pantalla es absolutamente demencial pero no se aleja ni de la realidad ni de la actualidad. Empezando por el "consejo de sabios" ataviados "protocolariamente". El atuendo más acertado para una base militar en medio de la nada pero, sobre todo, ¡Que no decaigan las formas, gentlemen!
La imbecilidad va en aumento a medida que se escala en la jerarquía social. Las obsesiones de moda, como el comunismo, pueden extenderse a cualquier otro tema en cualquier momento de la historia.
En la tierra de Maralinga, que los funcionarios consideran "deshabitada", Leo se enfrenta a la llegada de una familia de australianos indígenas que sienten curiosidad por las "nubes gigantes" que ese dibujan ocasionalmente en el cielo. Al ser aborígenes es como si no existieran. La tierra donde nacieron es precisamente a la que no tienen derecho. Otra muestra de Humanidad y respeto por sus congéneres y por las futuras generaciones.
Gracias por la consideración que se nos tuvo. Gracias británicos en el desierto de las antípodas, gracias estadounidenses por los tests nucleares en Nuevo México o en Atolón Bikini. Gracias China en Lop Nor (entre el desierto del Gobi y el de Taklamakán). Gracias Francia en Atolón Mururoa (Polinesia francesa). Gracias a la ex Urss por las pruebas en el desierto del Kazajstán. Y gracias a todos por las bombas H perdidas en los submarinos y detonadas en los océanos. Gracias por enriquecer nuestras aguas. ¡Sigamos así que ya queda poco para el final! De hecho, cada vez queda menos.
En Definitiva, "Operation Buffalo" es una de las recomendaciones CEC sin dudarlo. A ver cuál de los magníficos nos la trae a España.