La continuación de "De 12 van Oldenheim": los mismos guionistas, una estructura parecida pero una nueva historia.
"De 12 van Schouwendam" es una serie de misterio holandesa de Acorn TV. Es una continuación de la muy popular serie "De 12 van Oldenheim" pero con una nueva historia, un nuevo escenario y nuevos actores.
Los guionistas de "De 12 van Schouwendam" son los mismos que la serie anterior por lo que los que hayan visto Oldenheim podrán reconocer un estilo muy parecido. En este caso, esta historia se desarrolla sobre 12 días en vez de tener 12 asesinatos.
En 1995, los adolescentes Olaf Witte y Alice Drost desaparecieron durante una fiesta del pueblo holandés de Schouwendam sin dejar rastro.
El primero de los 12 días aparece de repente un hombre con un claro parecido físico al desaparecido Olaf (Gijs Naber). Aquejado de una profunda amnesia, sus únicos recuerdos son los de haber despertado en Polonia sin recordar absolutamente nada de su vida, sin saber quién es ni conocer sus orígenes. Junto a la policía polaca, es redirigido a Schouwendam para hallar respuestas sobre su identidad.
Cree que podría ser Olaf y una de las razones por las que lo piensa es porque tiene un brazalete con la mitad de un corazón grabado con el nombre de Alice. A su presunto padre, Gerrit Witte (Huub Stapel), le da un infarto al verlo lo cual significa que éste lo ha reconocido.
Ante la pulsera de Alice, Willemijn Drost (Fockeline Ouwerkerk) saca la otra mitad a juego con la de Alice. Si este hombre es realmente Olaf y está vivo después de 25 años, ¿Dónde está Alice?
Los habitantes del pueblo se ven obligados a enfrentar los misterios del pasado y una ola de asesinatos apunta directamente a Olaf.
crítica serie DE 12 van schwouwendam - cec series
Si uno no ha visto "de 12 van Oldenheim", esta nueva serie puede resultar sorprendente e incluso estimulante. Una mano de misterios que proliferan sin cesar mantienen en vilo al espectador que se va asombrando a medida que todo se va complicando en este sistema cerrado y aparentemente tranquilo que es Schouwendam.
Los que hayan visto la de Oldenheim, quizás vean demasiadas similitudes con la misma. Schouwendam no aporta demasiado pero no se le puede negar su finalidad: sí entretiene.
Uno de los peligros de mantener al mismo equipo de guionistas es que se puede incurrir en el modelo de éxito de forma más o menos consciente.
El pequeño pueblo de Schouwendam se convierte en un hervidero de secretos, redes de tráfico de drogas, homosexualidad encubierta durante décadas, asesinatos, locura, desviación típica y atípica... Todo el mundo sospecha y todo el mundo miente. Incluso aquellos que no parecen esconder trapos sucios, engañan tanto como las apariencias.
Los eventos del verano de 1995 se repasan varias veces desde las diferentes versiones de cada personaje, desde sus respectivas perspectivas y desde sus muchas falsificaciones.
Giros, desvíos cambios de rasante en una enmarañada historia que nos zarandea hasta la extenuación. El suspenso se mantiene hasta el final, cuando se descubre quién cometió el asesinato si es que uno aguanta el ajetreo hasta el último momento.
La puesta en escena es hermosa. La manera de rodar nos encanta y la localidad rodeada de agua parece un lugar de ensueño para perderse. La Naturaleza y el agua juegan un papel importante en la historia.
El trabajo interpretativo de los actores principales es correcto sin llegar a destacar. Los que lamentablemente nos parecen más falsos que la moneda son Matthijs van de Sande Bakhuyzen, Pim en la historia, y su mujer polaca Hania interpretada por Angelika Kurowska.
Esta es una narración sin duda alguna recomendable para los amantes del misterio. Nosotros que no lo somos, nos hemos quedado a cuadros pero sí que retrospectivamente las pistas para detectar al asesino están ahí. Es una serie que invita a ponerse en el papel de Sherlock y a participar de las deducciones.