NO ENCONTRAMOS EL TARGET DE ESTA SERIE EN ESPAÑA
La serie de Netflix "Masaba Masaba" se centra en la vida de la diseñadora de moda Masaba Gupta y la de su madre, Neena Gupta y de cómo ambas confrontan los problemas y las etapas de la vida.
Por una parte Neena está a punto de cumplir 60 años y recuerda con nostalgia sus tiempos de gloria como estrella de cine. Quiere relanzar su carrera a cualquier precio por muy patético que nos pueda parecer el resultado.
Por otra parte, su hija Masaba se enfrenta al divorcio de su marido Vinay (Satyadeep Misra). De vuelta a casa de su madre pero ya como mujer adulta deberá empezar una nueva etapa en solitario que quizás fue la que le faltó vivir antes de desposarse.
El dúo de madre e hija de la vida real, Neena y Masaba Gupta, interpretan versiones de sí mismas en esta ficción con demasiados aires indios.
Aunque parezca africana, Masaba Gupta es india, hasta se permite un chiste sobre ello.
Crítica de la serie MASABA MASABA - CEC SERIES
La serie es una mala combinación de crisis personal teñida de un humor que no hace gracia sino más bien pena. No transmite absolutamente nada y es más una obra para el lucimiento personal de una diseñadora de moda de la que nunca hemos oído hablar. Puede que por incultura, y a mucha honra sin hacer apología de la incultura, sobre la corriente de la moda o puede que sea porque su fama es más local que mundial. Ni lo sabemos ni nos interesa y tampoco vemos qué interés puede tener la vida de esta persona que no es ni mucho menos destacable.
Aislando el nulo interés que nos despierta el diseño y la combinación de formas y colores, la historia podría ser la de cualquier mujer que, del día a la mañana, se ve nuevamente sola. El problema de la falta de independencia emocional, que no viene dada tanto por el género sino por la poca educación sentimental que tenemos como modelo, es que no sabemos ser y estar completos con nosotros mismos. Necesitamos de los demás para rellenar el vacío profundo inherente a nuestra especie.
La serie no aporta grandes reflexiones precisamente porque el tema de la dependencia se aborda para quedar en superficie, como mera anécdota. La frustración que viene con el tiempo, la vejez y el saber envejecer con dignidad y no intentando recuperar aquello que uno fue, queda escondido por los vítores de una hija que aplaude la estupidez de una madre aburrida. Con esto no estamos diciendo que Neena se tenga que dedicar a hacer punto de cruz pero lo del videoclip nos ha parecido un intento cutre de feminismo de pacotilla. Como "las mujeres maduras también pueden seducir a yogurines". ¿Y qué? ¿Qué nos aporta en el global? Nada un cero, una reivindicación que cae en saco roto, un grito enmudecido por el peso histórico del patriarcado. Ya podéis gritar, quedaros en pelotas y vestiros de lila el 8 m que como no empecemos a reformar la educación, aquí no pasará absolutamente nada. Y por educación no solo entendemos los planes del gobierno sino lo que ocurre en el interior de cada casa y en el interior de cada persona. En fin, es el mismo tema de siempre que conduce al mismo problema de siempre.
Los mensajes de "Masaba Masaba" están constantemente contrapuestos y nos confunden como lo es ver a Masaba intentando jugar el papel de mujer independiente que necesita ayuda para todo.
Al terminar los 6 episodios de la primera temporada, tenemos la sensación de haber presenciado una comedia de Jennifer Aniston pero "made in India". Nada que pueda perdurar en el tiempo ni en el espacio. Un enorme vacío que ha servido para incorporar un entretenimiento más al catálogo de Netflix pero que está claramente dirigido a otro público que el español. Y con esto no queremos decir que no le pueda gustar a nadie pero vamos... entre que no está doblada y lo poco conocida que es su actriz principal, dudamos mucho que en España la cuota de visionados no llegue ni al 1%.
Nada, a esta serie no le vemos público objetivo en este país. Pasando.