El lanzamiento de "Chernobyl" es el tercer mejor de todos los tiempos para Sky Atlantic Drama Original con una audiencia total de 1,7 millones de espectadores.
La serie está disponible en HBO España. Cada semana, un nuevo capítulo.
Hay que diferenciar entre una buena serie y una muy buena serie. De entrada, diría que 'Chernobyl' es una buena serie, muy digna y bien elaborada, en la que no hay florituras ni tiempo que perder.
Empieza yendo directa al grano, sin preámbulos ni introducciones. Directa a lo que fue la cruda realidad de ese pueblo alienado de Ucrania que, a día de hoy, es un pueblo fantasma.
Disecciona quirúrgicamente los acontecimientos que tuvieron lugar ese fatídico 26 de Abril de 1986. Es así como el espectador puede situar claramente los diversos intereses en función del grupo social al que retrata en cada momento. Es fría y distante. Y, precisamente por ello, en ningún momento nadie se siente manipulado como espectador (lo que es de agradecer).
Los hechos se suceden, y entrelazan a las altas esferas de la sociedad con los ciudadanos de a pie. Por lo tanto, en realidad (re)sigue la Historia de la humanidad: unos muchos muriendo en favor de unos pocos, siempre los mismos, guiados por la ceguera del poder aún tratándose de una catástrofe a nivel mundial.
Los números que se arrojan son escalofriantes... Y, aún así, ahí está el silencio de las autoridades. La mentira, la manipulación, la desinformación. Una y otra vez la misma historia, el eterno retorno a las raíces de la increíble estupidez humana, esta vez durante la guerra fría como telón de fondo, con la desmedida preocupación por si el bando enemigo (USA) pudiera destapar la liebre...
Millones de vidas humanas en juego, pero una sola causa, por encima de todo y de todos: el "poder". Y, para conseguirlo (o mantenerlo), la misma fórmula. La misma receta de siempre: la manipulación de las masas. Las mismas consecuencias: la exterminación de millones de vidas humanas que, por supuesto, no tienen valor alguno. El conjunto vacío que se presiente tras esa inevitable e inminente condena a muerte. Rodeados por cuerpos sufriendo los múltiples efectos de la radiación, ven cual y cómo va a ser su final, dejando un sabor metálico en boca bajo la lluvia de grafito radioactivo.
Pronto podemos augurar las consecuencias del accidente a corto, medio y largo plazo, pues sólo en el capítulo piloto ya quedan expuestas las intenciones de la serie. A corto plazo veremos a seres humanos morir de quemaduras radioactivas, licuados por dentro y por fuera. A medio plazo, el cáncer devastador hará su violenta aparición y será el protagonista de millones de muertes. Y, a largo plazo, niños con deformidades y más seres humanos muriendo de otros cánceres no tan violentos, y no tan directamente relacionados con la radiación.
No permitamos que nos engañen... ¿acaso es casualidad el aumento de las cifras de cáncer? Todo lo que la radiación trajo consigo, no sólo esparciéndola por el aire que respiramos los que nacimos antes del 88, sino también aquellas vidas que empezaron a posteriori. Las lluvias que permitieron a la radiación penetrar los suelos con los que cultivamos nuestras tierras, las aguas... y no sólo fue Chernobyl, hubieron un sinfín de ensayos de bombas H llevados a cabo por USA y la URSS, en esa enfermiza carrera armamentística que se perfiló durante la década de los 80. Conjunto vacío de nuevo.
Que no nos digan que tenemos que circular a 80 para reducir la contaminación, ni que el humo del tabaco perjudica gravemente la salud. El poder, la corrupción y la manipulación globailizada hacen de nuestro planeta un enorme vertedero de basura y miseria, siempre a favor de los mismos. Y nosotros, esos obedientes soldaditos que cumplimos con nuestra supuesta labor, muriendo por la patria y alimentando la mentira sin apenas tiempo para desenmascarar verdades. Porque nos han dicho que es necesario producir para poder consumir, consumir para seguir produciendo, y así infinitamente hasta que todo explote y nos engulla el vacío...
El mismo vacío del que intentamos salir produciendo y consumiendo para otros, obedeciendo al dictado de los mismos interesados de siempre. Ese vacío que nos engulle cada día, obligándonos a caer en las trampas y mentiras del sistema, pero también de los aprovechados que nos rodean. No dejemos que se hagan más ilusiones: el vacío, que fue nuestro erróneo punto de partida, será también nuestro acertado punto de regreso.
Dejadme rectificar, pues hay que saber diferenciar... CHERNOBYL no es una buena serie... es una MUY buena serie, capaz de arrojar un poco de conciencia en el entramado de los juegos de poder que nos llevan al conjunto vacío. Ni que sólo fuera por eso, ya merecería ser vista.
