Sentimientos humanos universales encerrados en una experiencia muy personal, que erige una barrera entre creación y espectador.
L' ATTACHÉ, un éxito de la televisión israelí filmada en París sobre una pareja judía se estrenó doblada en español en Filmin España el 8 de Septiembre de 2020. Ahora llega a Starzplay, donde estará disponible desde este domingo 14 de marzo de 2021.
La serie se estrenó en Israel en diciembre del 2019 con una gran acogida de crítica y público. De hecho, fue una de las cinco series más vistas del año en Hot, la televisión de pago más popular del país.
Avshalom (Eli Ben-David) es un músico de éxito afincado en Israel. Tras un concierto junto a su banda, su mujer Annabelle (Héloïse Godet) le comunica la publicación de un puesto de trabajo en su ciudad natal, París. No obstante, antes de haberlo discutido con Avshalom, ella ya ha postulado y le han concedido la plaza.
Así, tras la consulta informativa, Avshalom, Annabelle y el hijo de ambos, Uri (Ilay Lax), se trasladan a París, la ciudad más bonita del mundo según el mantra popular.
A su llegada, Avshalom cansado por el viaje y las interminables esperas, es arrastrado en contra de su voluntad a un restaurante con los padres de Annabelle, Rachelle (Florence Bloch) y François (Patrick Braoudé) una cena íntima y en familia. Sin embargo, le aguarda una fiesta de bienvenida multitudinaria. Sobrepasado por la situación, sale a tomar el aire y recibe la llamada de Asaf (Ohad Knoller), su socio musical, el cual le comunica que han tenido que reemplazarlo por otro.
A todo lo anterior, se añade que esa misma noche tiene lugar un ataque terrorista en la capital y Avshalom es encarcelado sin poder explicarse debido a que los franceses sólo hablan francés y los israelíes sólo hebreo y árabe.
Lo que mal empieza, peor acaba y las desgracias nunca vienen solas. La primera noche es tan solo el comienzo de un periplo que lamentablemente conocemos en carnes propias. La idea romántica de una estancia en el extranjero es pura quimera, la realidad es otra.
CRÍTICA DE LA SERIE L'ATTACHÉ - CEC SERIES
"L'Attaché" está inspirada en las propias vivencias de Eli Ben-David, que lleva años viviendo en Francia. Quizás por ello refleja a la perfección la sensación de "¿Y qué pinto yo aquí?". Rodeado de una cultura ajena principalmente protagonizada por la incomprensión de un código de conducta que va más allá del dominio o no del idioma autóctono, la supervivencia obliga a buscar aquellas personas que son más afines a nosotros. Es por ello que hay una inevitable guetización de los inmigrantes en el país de destino.
Lo que ocurre en "L'attaché" es el resultado de la crónica de una muerte anunciada. En primer lugar, la pareja tiene un funcionamiento defectuoso. Annabelle toma unilateralmente la decisión de trasladarse a París sin tener en cuenta la opinión de su marido. No se trata de pedir permiso, se trata de que un equipo tome las decisiones importantes conjuntamente y teniendo en cuenta los diversos factores que puede afectar a todos los integrantes del mismo. Siendo este el punto de partida, no entendemos absolutamente nada del resto. No es que la serie no nos haya gustado, es que no hemos comprendido nada de lo que sigue al primer episodio. Y que conste que nos hemos empapuzado los 10 con ciertas dificultades para seguir la trama.
¿Tu mujer decide por ella misma y además ESPERA que la sigas a la otra punta del mundo? Me disculpará usted señorita pero que le vaya bien el viaje. Ni familia ni ostias en vinagre. En este caso, lo primero es uno mismo y poner freno al desenfreno egocéntrico de Annabelle hubiese sido una manera de evitar toda una serie de desgracias posteriores que hacen sufrir a todo el conjunto: daños colaterales.
Avshalom no sólo no se enfada sino que deja todo lo que es y se embarca en la aventura. ¿Es amor? Hombre pues mucho amor aquí nosotros como que no vemos. Ni propio ni ajeno.
¿Es ambición? ¿Son ganas de progresar como mujer trabajadora? Pues será pero sinceramente habría que plantearse qué precio estamos dispuestos a pagar por nuestros deseos. En el caso de Annabelle, obviamente la única cosa que le importa es ella misma, su estatus y la aceptación de sus padres. Ni siquiera podemos tacharlo de amor propio porque en el super trabajo de la tierra prometida es tratada como un trapo. Convertida en sumisa de la situación cuando antes se había elevado a categoría de diosa omnipotente. El personaje de Héloïse Godet es patético y rebasa con creces los límites de lo tolerable.
Por su parte Avshalom tampoco nos cae bien. El papel de Ben-David recuerda demasiado al del insufrible Roberto Benigni en "La vida es bella". A este hecho añadimos que no puede ser que en un año de inmersión lingüística, por muy torpe que uno sea, no se hable el idioma del país en el que se reside. Eso es una clara falta de respeto y voluntad. Decir de pasada que los niños en menos de 1 mes son capaces de comprender y hablar el idioma a la perfección debido a la plasticidad de sus glotis y cerebros.
Toda la odisea vista desde fuera es inverosímil y sin embargo, podemos dar fe de que todos y cada uno de los pasos están incomprensiblemente bien reflejados. Por estúpido que parezca, no lo hicimos mejor. No quisimos hacerlo mejor, como Annabelle sucumbimos a las promesas de los espejismos y a la ceguera selectiva del ciego que no quiere ver. Ahora, "L'attaché" nos trae aromas de recuerdo que nos han permitido condenar esa época perdida y juzgarla desde la posición actual. Si pudiéramos volver atrás, no pasaríamos por la experiencia de nuevo, ni hablar. Esto no es como los hijos. "Al final no compensa" ni te llevas un gran aprendizaje sino un enorme escarmiento.
Y a pesar de su precisión en cuanto a vivencias humanas, no hemos captado el trasfondo social. ¿Qué nos está intentando decir Eli Ben-David? ¿Que los franceses son unos chauvinistas? ¿Que los judíos son tan chauvinistas como ellos? ¿Que los inmigrantes en general no saben mezclarse con la población? ¿Que la población no sabe aceptar a los inmigrantes? ¿Que hay un desconocimiento de la diferencia entre un árabe musulmán, un árabe judío y un ábae cristiano? ¿Que para nosotros son todos iguales? ¿Que entre ellos mismos se hacen las mayores diferencias y se originan las más profundas fracturas?
Entendemos la experiencia humana del emigrante, entendemos las bases falsas y erróneas de su relación, los deseos y anhelos de la ambición mal comprendida pero no entendemos la experiencia desde el punto de vista judío.
No creemos que sea una serie que pueda atraer la atención de un público masivo porque ni todo el mundo tiene la vivencia de dejar su patria ni mucho menos esa experiencia religiosa en particular. El lenguaje que utiliza Ben-David para comunicarse no es universal porque, al igual que se personaje, a pesar de hablar de sentimientos muy humanos los encierra en una experiencia muy propia de tal forma que no todo el mundo puede participar de la misma. Hay una clara barrera entre creador y público.
