Durante esta semana parece que uno de los problemas más preocupantes para muchos políticos y ciudadanos es que un “rastas” haya recogido su maletín de diputado o que otra se haya llevado a su niño al Congreso.
Algunas personas (más de las que creemos) dan por hecho, que una persona con rastas no está preparada para ejercer tales funciones, que no ha pegado un palo al agua en su vida... De repente, les preocupa cuánto va a cobrar un tipo con este perfil.
Hasta donde yo sé, ningún personaje de traje y corbata o vestido de no sé qué diseñador, ha sido cuestionado en su capacidad a primera vista, a pesar de que ex ministros como José Blanco o Celestino Corbacho, y otros actualmente en activo como Xavier García Albiol no tienen estudios superiores, o el diputado por Ciudadanos Toni Cantó que creo que no terminó bachillerato. Muchos de nuestros políticos tienen tantos asesores que dudo que tengan necesidad de elegir por sí mismos ni lo que se van a poner por las mañanas.
Existen innumerables ejemplos de políticos de vieja escuela que sus únicos méritos profesionales han sido afiliarse a tal o cual partido desde jovencitos. Susana Díaz nunca ha trabajado fuera de la política. Eso sí, visten como Dios manda y llevan un peinado adecuado para la parte más rancia e hipócrita de nuestra sociedad, por lo que jamás se puso en duda su capacidad, independientemente de guste más o menos según la afinidad política de cada cual.
Puedo entender que haya políticos que se vean amenazados por esto, porque llevan tanto tiempo alejados de la calle, sin viajar en metro, sin tomarse una caña en un bar, sin hacer cosas que suele hacer la mayoría de los mortales, que ver a un chico paseando con rastas por su territorio ha debido ser como ver entrar un extraterrestre entrar por la puerta. Una amenaza a su estilo de vida.
Hasta en sus esfuerzos de ser progres les salen barbaridades como la de Celia Villalobos, que no le importa que lleven rastas mientras estén limpias para que no le peguen piojos. A pesar de llevar más de 20 años en política se permite esta torpeza política que seguramente le salió más de las entrañas que de la cabeza. Gracias Celia, yo personalmente preferiría que la higiene que tomas por bandera empiece también a observarse en el ámbito ético y moral. También nos preocupa a muchos ciudadanos que alguien gane más de 5000 euros al mes por jugar al Candy Crash en su puesto de trabajo, pero supongo que eso no es tan mezquino como tener un aspecto poco apropiado.
Me parece increíble que tales cuestiones sean el centro de tertulias políticas, o que sea de los temas más comentado por internet. A este chico, Alberto creo que se llama, le queda ahora la parte más difícil, que es defender su escaño y responder a las expectativas de las personas que le han votado para que esté donde está. No es mi intención defender a su formación política porque su examen empieza ahora, y probablemente tanto a él como a sus compañeros y compañeras de partido le quedarán muchas críticas por recibir, pero espero que sea por cuestiones más relevantes para nuestros intereses que como decida llevar el pelo.
Pero tal vez en un país en el que el libro de Belén Esteban ha estado entre los más vendidos, y el programa estrella en audiencias es “Salvame”, quizás seria mejor que el Congreso se traslada a Guadalix de la Sierra y siguiéramos comentando durante horas los modelitos de tal, los peinados de cual y mordiéndonos las uñas apostando si finalmente habrá edredoning entre Rajoy y Rivera o entre Sanchez e Iglesias.