LOS AMBAGES DE MI ESCRITURA NO SON MÁS QUE LA METÁFORA DEL MUNDO
Me dijo un ser muy querido estallando en lágrimas de risa que mi próximo artículo empezaría de este modo (por mi estilo pomposo, que suele ser la marca de autor):
"Las amalgamas y los torreznos del vacío exitencial nos llevan siempre a los mismos ambages cual flor de loto"
Y yo le contesté que:
"cual flor de loto posada sobre la quietud del estanque disfruto finalmente de la ataraxia, la inmovilidad e imperturbabilidad del espíritu, y que observo esa luciérnaga alumbrar el camino hacia la cima de la montaña. Que la lux puede subir mientras baja y que esto es lo que hacemos cuando podemos disfrutar de la dulzura del fare niente".
¡TOMA CASTAÑA!
(Y OJO QUE ADEMÁS TIENE SENTIDO)
Ahora ya paso a hablar en plural, porque todo lo que sigue es sentido y sensibilidad común al equipo CEC.
Los juegos y la improvisación de poemas a partir de la nada como lo que acabamos de apostillar, son anécdotas que ejemplifican esta pasión por el arte de ensortijar palabras hasta que puedan llegar a formar un significado. Son de nuestros pasatiempos preferidos. Nos declaramos admiradores de Sabina, Aute, entre otros, precisamente por los arreglos y desarreglos que atesoran los versos y la audacia con la que aguijonean la realidad.
Sabina es un canalla, un poeta callejero y por eso nos encanta:
"Una mala salud de hierro"
"Una nuez, un bocado de Adán menos una costilla"
"Si la vida se deja, yo le meto mano"
"Torpe como un suicida sin vocación"
"Huraño como un dandy con lamparones"
Mucho más dulce y desde el sentimiento -pero no por ello menos ingenioso- se nos presenta Aute, que es tan capaz de poetizar la masturbación, como de desvelar el interés del humano:
"A veces recuerdo tu imagen, desnuda en la noche vacía, tu cuerpo sin peso se abre y abrazo mi propia mentira.
Así me reanuda la sangre, tensando la carne dormida, mis dedos aprietan, amantes, un hondo compás de caricias"
"míralos como reptiles al acecho de la presa, negociando en cada mesa maquillajes de ocasión, siguen todos los raíles que conducen a la cumbre locos porque los deslumbre, su parásita ambición. Antes iban de profetas y ahora el éxito es su meta, mercaderes, traficantes, más que nausea dan tristeza no rozaron ni un instante LA BELLEZA"
La divagación es nuestro pasatiempo preferido, porque el vagabundear por los rincones del pensamiento donde anidan las palabras, acaba por mostrarnos el camino de lo que nos (pre)ocupa la mente en ese preciso momento, lo cual será indicio revelador de nuestros adentros. En el hogar del sentimiento es donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo libre porque podemos definirnos como "SELF-YONKIES". Es un término nacido precisamente del transitar por los senderos de la autoconciencia. Pasará a formar parte del repertorio de "la generación del 20" y del consiguiente "MAXWINISMO" de los cuales somos responsables directos.
Acuñamos el término "Self-yonkismo" como el arte de observarse a uno mismo, dirigir la mirada hacia los adentros. NADA tiene que ver con el EGOCENTRISMO: todo lo contrario. El self-yonkismo es tomar conciencia de las catacumbas de uno mismo para aceptarse, liberarse y pasar a poder tener una perspectiva mucho más amplia de la realidad. El principal objetivo es el de liberarse personalmente, y como segunda razón podríamos decir que está el evitar seguir contaminendo mentes. Y ya para terminar, y como consecuencia directa de los dos primeros, deriva el de AYUDAR al prójimo. Tenemos nuestra declaración de intenciones en este link: DECLARACION DE INTENCIONES CEC, que es también la primera parte de la respuesta a una carta desesperada enviada por una de nuestras lectoras más fieles.
Otro de nuestros pasatiempos predilectos es llegar a profundizar en uno mismo para ser conscientes de los lastres que nos ahogan y aprender a dejarlos ir. Somos self-yonkis porque nos apasiona el complejo proceso de liberación mental al que nos entregamos como respuesta a nuestras esencias. Ansiamos la libertad, y desprendernos de todo lo que nos han ido inculcado. Como si el disco duro se fuera llenando de pequeños virus que ralentizan y minimizan nuestras capacidades. El self-yonkismo es para nosotros lo que el CCleaner para el ordenador.
Es responsabilidad nuestra la constante revisión de los adentros para saber si no estamos instalando incorrectamente algún chip. Y es IMPOSIBLE hacerlo solos. La revisión tiene que estar supervisada por alguien cuyos procesos mentales estén en consonancia con los nuestros (quizás incluso es conveniente que comparta esencias) pero cuyas vivencias -y por lo tanto traumas y agujeros vitales- no se encuentren en el mismo saco que los nuestros. De esta manera, podemos confiar plenamente en que quien nos supervise lo hará de una forma exógena, fuera del círculo vicioso que nos conduce a la zona oscura de nuestras mentes y, por tanto, a los agujeros que nos sorben la energía, sumiéndonos en el pozo de la desesperación.
Son conceptos complejos de entender -y aún más de explicar- porque se tienen que haber vivido para poder comprenderlos. Y no sólo con la razón: es de vital importancia entender con la boca del estómago aquello de lo que estamos hablando. El proceso de derribar muros y limitaciones mentales también se siente. Al hacerlo, se experimenta una excarcelación e iluminación inéditas hasta ese momento.
Es como si la luciérnaga atrayese a otras luciérnagas y juntas, iluminasen el camino hacia la cima de la montaña donde se halla el estanque donde, cual flor de loto que reposa sobre la quietud del agua, uno puede disfrutar por fin de la ataraxia, la inmovilidad e imperturbabilidad del espíritu. El camino alumbrado es ya, sin más ambages, el de subida. Las amalgamas de torreznos con los que este artículo comienza sólo nos recuerdan que es la hora de comer y que han pasado más de dos horas desde la primera palabra...
Y vosotros, ¿Qué hacéis cuando no tenéis nada que hacer?